jueves, 18 de diciembre de 2025

Las bellas imágenes

Portada del libro Las bellas imágenes, de Simone de Beauvoir

Título y autor/a:Las bellas imágenes, de Simone de Beauvoir.
Clave de lectura:El interior de una familia «bien» francesa.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Beauvoir me convence de nuevo.
Música:La Valse, de Maurice Ravel ♪♪♪

El gran recuerdo que guardo de La mujer rota me anima a volver a Simone de Beauvoir. ¿Estará este título a similar altura?

Las bellas imágenes retrata el interior de una familia de la buena sociedad francesa. Dominique lo controla todo como una reina hasta que la revolución amenaza su trono: Gilbert planea sustituirla por una pareja más joven e igual de ambiciosa.

La piel, el cuello, los ojos... Ya no tiene veinte años. Aun así, ha de retenerlo a cualquier precio, sería imperdonable perder estatus. ¿Volver a Chanel en vez de Balenciaga? ¿Volver con su ex marido, el padre de Laurence?

Laurence practica un juego propio. El matrimonio con Jean-Charles resulta satisfactorio gracias al mutuo entendimiento de sus objetivos y a que, para soslayar frialdades, guarda la ardiente carta de Lucien.

Este protesta de su papel. ¿Por qué Laurence no lo elige para los días igual que para las noches? ¡No seguirá con ella a escondidas! Aunque, por otra parte…

Jean-Charles piensa en maravillas: ¡cohetes, equipos de alta fidelidad, mundovisión! Los adelantos técnicos anticipan el paraíso, al menos a aquellos que él conoce y con quienes se relaciona. Le van a contratar en un estudio de arquitectura donde el dinero corre a raudales.

Catherine, la hija mayor, consigue buenas notas y muestra un excelente comportamiento. Pero de repente pregunta por absurdos como el hambre o las guerras. O «por qué existimos». Debe de influirla su nueva amiga en el colegio, habrá que buscar la manera de separarlas.

La vida, más que teatro, consiste apenas en el decorado. No importa «tener texto», sino ser iluminados por los focos. Crear una escena de triunfo a los ojos de los espectadores.

Clase social, renta, cultura, automóviles, amantes… Y todo se basa en la nada.

Beauvoir me convence de nuevo. Abusando del oxímoron, ¡pobres ricos!


También dicen, Gisèle Dufrène lo piensa, que mamá le echó el guante a Gilbert por interés: esta casa, sus viajes, sin él no habría podido permitírselos. Entendido. Pero es otra cosa lo que él le ha dado; sea como fuere, ella estaba desamparada desde que dejó a papá (papá erraba por la casa, parecía un alma en pena; y con qué dureza ella se fue tan pronto como se casó Marthe); gracias a Gilbert se ha convertido en esa mujer tan segura de sí misma.

lunes, 15 de diciembre de 2025

No me montes una escena

Corazón en blanco y negro

Van cogidos de la mano. Detrás de ellos, me preparo para abandonar el vagón.

Se abren las puertas y caminan unos pasos.

De improviso, ella se arroja al suelo y se aferra a las piernas de él.

Amagos inmediatos de auxiliarla, pero...

Él hace un gesto de hastío y le recrimina en voz alta: No me montes una escena, ¿eh? ¡No me montes una escena!

Los labios de ella permanecen mudos. Apretados.

Él insiste, intentando zafarse: ¡Que no me montes una escena!

Los demás pasajeros formamos un dique. Ninguno sabemos qué... Ninguno sabemos por qué...

¿Podemos decirle que, sea lo que sea, no merece la pena? ¿Querrá escucharnos?

Quizá un ya no te amo, quizá un no me abandones, quizá un dame otra oportunidad.

Quizá un mira cómo me humillo, tú lo eres todo.

El dique se deshace. Seguimos nuestro camino como la corriente rodea a una isla.

Al final de la escalera, conmocionado, aún me giro para contemplar el vasallaje.

No me montes una escena, ¿eh? No me montes una escena...


jueves, 11 de diciembre de 2025

Robe

Concierto de Robe

Antes de aquella noche tenía una vaga idea de quién era. Después…

Fueron horas lluviosas, más propias de guarecerse bajo carpas que de disfrutar a la intemperie. Sin embargo, encontré tanto talento en el escenario, guardo un recuerdo tan agradecido de aquel concierto…

Como en la mía, las letras y la música de Robe quedan grabadas en miles de memorias. No hay aún punto final.


lunes, 8 de diciembre de 2025

Manifiesto cívico (XV)

Abuelo y nieto

¿En qué momento comenzaron las dudas bajo el peso de los golpes?

¿Qué día aceptamos sustituir miradas abiertas por recelosas, palabras por gritos, libros por vídeos de un minuto…?

¿Desde cuándo medimos cuidadosamente, con miedo a caer, cada paso y cada sueño?

Hastío del mundo. De cierto mundo al menos, hasta que la locura también se agote y retornemos a nuestro camino en paz.

Viva la Constitución Española.


jueves, 4 de diciembre de 2025

Vida de Galileo

Portada del libro Vida de Galileo, de Bertolt Brecht

Título y autor/a:Vida de Galileo, de Bertolt Brecht.
Clave de lectura:¿Se retractará Galileo de la verdad? ¿Sucumbirá a las amenazas?
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Una obra ambiciosa y absorbente.
Música:Magnificat, de Giovanni Rigatti ♪♪♪

Vida de Galileo es una obra ambiciosa, absorbente, del dramaturgo alemán Bertolt Brecht. Solo por el número de personajes encarnados en sus páginas, y los complejos diálogos y discursos, escenificarla debe de suponer un reto.

1609: Galileo Galilei, profesor de matemáticas y física en Padua, estimula la curiosidad del joven Andrea. Ante las murmuraciones de la piadosa señora Sarti, le insta a pensar en vez de dar por válida cualquier respuesta.

Su propia hija, Virginia, duda de que ello sea necesario. ¿No es la Biblia la única fuente de conocimiento? ¿Qué más ha de saber?

Galileo recibe noticias de una invención desde los Países Bajos: dos lentes acopladas en los extremos de un tubo.

Tiempo más tarde, intenta vender la utilidad del telescopio a las autoridades venecianas, ávidas de beneficio comercial. Las naves podrían navegar con mapas más exactos, les tienta.

Aunque él cultiva otros intereses: ¿cómo funciona el universo? ¿Qué tipo de cuerpos son el Sol, la Luna y los planetas? ¿Cuáles sus movimientos? Según Copérnico, la Tierra ha de ceder su puesto de privilegio en el centro.

La Inquisición persigue a quienes propagan tal idea y ya ha quemado a Bruno. ¿Acaso se equivoca Aristóteles, mienten los grandes doctores de la Iglesia, lo hace el mismo Dios?

En 1616, Galileo acude a Roma y reta a creer en los ojos. ¡La verdad es la verdad! Cardenales cultivados como Barberini y Bellarmino le acojen y escuchan en suntuosos palacios.

Los años siguen transcurriendo y Barberini es papa. Los amigos aconsejan a Galileo abandonar Florencia; el rector de la universidad le evita y el duque se comporta de forma displicente. Pero un carro inquisitorial aparece en la puerta.

Andrea, Federzoni, el Pequeño Monje, Virginia… esperan el resultado del proceso. Si las campanas de San Marcos repican a las cinco de la tarde del 22 de junio de 1633, significará que se retracta. En otro caso, quizá triunfe la ciencia, pero el coste… Le enseñan «los instrumentos» para convencerlo.

Hay que aclarar que Brecht no se interesa tanto por la exactitud de los detalles históricos como por su interpretación simbólica: la lucha entre búsqueda y oscurantismo.

El protagonista no niega las Escrituras, aunque tampoco a sí mismo. Intenta convencer por la inteligencia y no por vanidad. Reconoce que estamos lejos de muchos porqués y quizá nunca los alcancemos, pero debemos caminar en esa dirección para honrar las cualidades del ser humano.

Por desgracia, hay intereses profundos y poderes que desean seguir siéndolo. ¿La verdad? Las sencillas criaturas sobre las que estos poderes gobiernan no obedecerían de plantearse ciertas cuestiones.

Desdichada la nación que carece de héroes, acusa Andrea al maestro cuando retorna a casa.

Desdichada la nación que los necesita, replica él.

Eppur si muove


Yo, Galileo Galilei, profesor de matemáticas y física en Florencia, reniego de lo que he enseñado, esto es, que el Sol es el centro del mundo y permanece en su lugar inamovible, y que la Tierra no es ese centro y tampoco es inamovible.

lunes, 1 de diciembre de 2025

De reyes, reinas y otros héroes (XVI)

Torre Margarita la Gorda en Tallin.

Margarita la Gorda no deja pasar ni una.

Ni una, ni uno, ni une, ni media. ¡Atrévete, venga, cruza por aquí!, grita a los despistados. ¡Alerta la guardia!

Aún se cree en tiempos de pica y coselete.

El caso es que Margarita protege a Tallin y, por supuesto, Tallin adora a la Gorda más que si fuera la Sílfide o la Escuchimizada.

O la del ayuno intermitente. No hay torre en el mundo que se le pueda igualar.


jueves, 27 de noviembre de 2025

Taxi

Portada del libro Taxi, de Khaled Al Khamissi

Título y autor/a:Taxi, de Khaled Al Khamissi.
Clave de lectura:Retazos de la vida cotidiana en El Cairo.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Probablemente mantenga su vigencia.
Música:Aida (Gloria all'Egitto), de Giuseppe Verdi ♪♪♪

Recuerdo el tráfico de El Cairo como… En fin, años después de haber visitado esta ciudad aún me entra una risa nerviosa por sobrevivir al ejercicio de cruzar la calle. Si no es por Osiris…

Taxi contiene testimonios de profesionales cairotas al volante. Khaled Al Khamissi conversa con ellos sobre múltiples temas para tomarle el pulso a la sociedad.

Obtenemos así un fresco «a pie de asfalto»: corrupción, latrocinio, abuso de poder… El descontento aprieta las costuras que aconsejan resignarse. La Primavera Árabe va a barrer el régimen político (sus cabezas visibles al menos) en poco tiempo.

Incluso, tras desgranar las maldiciones que ponen a prueba el optimismo de la buena gente, nuestro autor añade que no puede contar todo lo que quiere, ni siquiera en forma de chistes, porque le encarcelarían.

Sin olvidar otro aspecto: las continuas menciones a la deidad por parte de los entrevistados, y a que todo está en sus manos, contribuyen a explicar el caldo de cultivo del radicalismo islámico.

¿Ha perdido Taxi vigencia desde que se publicó hace un par de décadas? ¿Fuerza para denunciar la distancia entre poderosos y sometidos? Quizá en los detalles, supongo, igual que el resto del mundo es ahora distinto.

De todas maneras, si practicamos una lectura más entre líneas, también quizá descubramos aquella verdad del siciliano Lampedusa: «es necesario que todo cambie si queremos que todo siga igual».


El taxista me escudriñó de arriba a abajo. A continuación miró a mis dos hijos, que estaban sentados en la parte de atrás, así que me puse yo a observarlo. Era un hombre enorme, parecía que el tronco de un sicomoro estuviera sentado a mi lado; rozaba el techo con la cabeza y el volante parecía entre sus manos un juguete para niños pequeños. Su rostro parecía haber sido esculpido en piedra.

lunes, 24 de noviembre de 2025

Murmullos del bosque

Gatos mirando en diferentes direcciones

¡Mira hacia allá, hacia allá! ¡No, ni se te ocurra, mira hacia el otro lado!

Según ecos, algunos amigos «de derechas» me asignan fama «de izquierdas». Y, contrariamente, para otros amigos zurdos ocupo el molde del más diestro burgués.

(Supongo que ambas percepciones se basan en el diablillo que susurra «venga, hablad de política» desde el fondo de cada vaso vacío. ¡Malvado! Hay que sumergirlo de nuevo…).

Pongamos por caso que califico a cierta figura de deplorable, con sentido de servicio a la comunidad para reír y niveles intelectuales y políticos tan rasos que ni agachándose se encuentran: estaría hablando como un perroflauta.

Ah, pero cuando son los de enfrente quienes baten récords de anemia moral, corrupción, falsedad, abuso de poder, y protesto en consecuencia, resulta que desayuno con Mussolini.

Sobre todo, a los míos no me los toques. Jueces fascistas que dan golpes de Estado… ¿No entiendes que hay que machacar al contrario?

Alienados, tuertos, acríticos, ¿tanto hemos perdido la brújula?

Voy a poner un poco de música con murmullos del bosque, a ver si el diablillo se cansa.


jueves, 20 de noviembre de 2025

La biblioteca de la medianoche

Portada del libro La biblioteca de la medianoche, de Matt Haig

Título y autor/a:La biblioteca de la medianoche, de Matt Haig.
Clave de lectura:A punto de morir, Nora experimenta vidas alternativas.
Valoración:✮✮✩✩✩
Comentario personal:Una novela «blandita».
Música:Bridge Over Troubled Water, de Simon y Garfunkel ♪♪♪

¿Y si pudiésemos volver al punto en que tomamos una decisión cuyos resultados no nos satisfacen y optar por otra alternativa? ¿Cómo afectarían los cambios del pasado a nuestro presente?

La biblioteca de la medianoche plantea este argumento basico. Por desgracia, Matt Haig se queda tan corto al desarrollarlo como largo en tópicos buenrollistas.

Los tiempos de la natación pasaron para Nora Seed, al igual que los de compositora del grupo Los Laberintos. ¿Avistar ballenas, dedicarse al estudio de los glaciares? Fantasías de juventud. Trabaja en una tienda de música insignificante.

Podría haber viajado a Australia con Izzy y no quedarse en Bedford tras la muerte de su padre. Podría haber amado a Dan, el novio que soñaba con abrir un pub, o aceptar la invitación a un café de Nash, aquel chico que le compraba partituras, y no afrontar la soledad afectiva.

Pero atropellan en apariencia a su gato Voltaire, signo de que no ha sabido cuidarlo. Y la despiden de la tienda debido a su actitud. Toma pastillas para acabar con los fracasos.

Aunque, mientras cierra los ojos, asoma un extraño escenario: una biblioteca al cuidado de alguien que le recuerda a la señora Elm, con quien jugaba al ajedrez en el instituto.

Ella le da la oportunidad de trasladar su conciencia actual, ni viva ni muerta, a realidades que son «las suyas» aunque diferentes. Multiversos donde se casa con Dan, acompaña a Izzy, hace frente a un oso polar en Svalbard, obtiene el oro olímpico, miles de seguidores acuden a sus conciertos…

¿Definirá los resultados como «éxito»? ¿O como otro tipo de «errores»? ¿Influyen, por otra parte, sus elecciones sobre aquellos que la rodean? Padres, hermanos, amigos… Incluso Voltaire.

¿Será por fin feliz junto a Nash y su hija? ¿Podrá conservarlos sin necesidad de retornar a la biblioteca? Ha de desaparecer con el último latido.

Veamos: reconozco la intención amable del autor. Entiendo el mensaje de querernos a nosotros mismos ante bofetadas existenciales y continuar intentándolo. De acuerdo.

¿Cuál es el problema? Que Haig desaprovecha la premisa en términos narrativos. Los sucesivos episodios —Nora casada, Nora glacióloga, Nora cuidadora de animales, rockera, escritora, etc.— se quedan en lo superficial. Variaciones sin sustancia aparte de la moralina.

Incluso abandona una línea prometedora tras pergeñar que hay más «saltadores» entre multiversos, además de la protagonista. ¿Qué ocurre con Hugo? Ahí lo deja.

En definitiva, una novela con mensaje está bien, pero con historia menos «blandita» habría estado mejor.


La vida de un ser humano, según el filósofo escocés David Hume, no es más importante para el universo que la de una ostra.
Pero si para David Hume la vida era lo suficientemente importante como para dejar por escrito esa reflexión, entonces lo era también para proponerse hacer algo bueno. Ayudar a proteger la vida, en todas sus formas.

lunes, 17 de noviembre de 2025

De reyes, reinas y otros héroes (XV)

Abu Sumbel


El rey le dice a la reina: ¡Soy sexy!

Sí, mi señor, obtiene por respuesta.

¡Pero sexy, sexy!

Nefertari suspira.

Por supuesto, el más sexy de todas las dinastías, el semental de los cientos de hijos, el más sabio, el del carro más veloz, el vencedor de los hititas (¡ay, Hathor, si yo te contara!), el…

Ramsés mira de reojo a Amón, Ra y Ptah, allá al fondo. Segundones… Le gusta que le hagan la pelota a lo grande.

Y, con la memoria en los días de carros al galope, sigue tomando el sol majestuoso en Abu Simbel.


jueves, 13 de noviembre de 2025

Hendiendo el aire y Suturas del alma

Portada del libro Hendiendo el aire y Suturas del alma, de Maru Bernal

Título y autor/a:Hendiendo el aire y Suturas del alma, de Maru Bernal.
Clave de lectura:Poesía del tú y el yo, del entonces y el ahora.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Nos ofrece la más lúcida embriaguez.
Música:The Velocity of Love, de Suzanne Ciani ♪♪♪

Poesía de nuevo en el blog… Sé que comentar poesía no se me da bien.

Cuando leo reseñas de alto nivel divulgativo, las admiro profundamente. Me entran dudas sobre si preferiría haber sido poeta o «descriptor» avezado de poemas.

Porque quizá acierte a transmitir emociones, eso intento al menos, pero su porqué, el análisis lingüístico o metalingüístico de los versos que las provocan queda lejos de mi alcance.

¿Cómo glosar entonces las cualidades de este volumen doble de Maru Bernal, Hendiendo el aire y Suturas del alma? ¿Debería declararme inhábil?

En Liber primus: de brevitate, la autora usa estrofas de penetrante intensidad. Haikus de tres líneas (Sobre tu espalda / mariposa de fuego. / Mi voz respira.) como tres ardientes brasas.

En Liber secundus: de contentione, parece debatirse entre los mismos puntos de luz. No hay huida posible, ni en el fondo deseada, de ellos (Has vuelto a cruzar / la línea alba / de mi vientre).

El mundo se hace más grande al entrar en Liber tertius: immoderatio. El tiempo se extiende (Orden judicial de enumerar / cada día compartido, / cada noche de desvelo). Adioses, retornos y de nuevo despedidas.

Por fin, Bernal se asoma a sí misma, a las estrías, temblores, mares, vientos que arrastran hasta la homérica playa / de mi memoria. Todo lo resume Liber quartus: reditus.

Suturas del alma es un regalo añadido, una coda reservada, el cáliz que nos ofrece la más lúcida embriaguez para el final.

Si aún no he conseguido atrapar vuestra atención para leerlo, asumo mi culpa: no se me da bien. Tendréis que creer a ciegas. Tendréis que creer…


Lugares de paso
las miradas
que cruzamos
unos y otros
sin detenernos
a pie de alma.

viernes, 7 de noviembre de 2025

De reyes, reinas y otros héroes (XIV)

Reflejos del Taj Mahal

Tiene el Fuerte Rojo, la Mezquita Aljama de Delhi y demás fruslerías metidas en el serón de albañil, pero es más conocido por esta otra obra.

El rey Jahan (el sha, si somos puristas con el término) le levanta un monumento a la reina. ¡Se lo merece!

Tras el decimocuarto embarazo, Mumtaz Mahal apenas puede con su alma. Deja al cuerpo partir.

Así que anda el rey pesaroso entre los andamios. Ni estanques ni jardines, ni siquiera el mármol pulido, harán justicia al resplandor de los ojos de su amada.

Amada excesivamente amada, la verdad.


jueves, 6 de noviembre de 2025

Temporada en el infierno

Portada del libro Temporada en el infierno, de Jack Higgins

Título y autor/a:Temporada en el infierno, de Jack Higgins.
Clave de lectura:Esther y Sean intentan averiguar quién dirige un grupo criminal.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:La excesiva velocidad perjudica al relato.
Música:Ha llegado el águila, de Lalo Schifrin ♪♪♪

En comparación con Ha llegado el águila, seguramente el título más famoso de Jack Higgins, Temporada en el infierno baja un peldaño la calidad.

Uno por lo menos, o dos o tres en ciertos detalles. El motivo principal es el ritmo.

¿Quieres escribir una novela de acción? Perfecto. ¿Trepidante? Muy bien. ¿En la que el lector esté deseando pasar de página a ver cómo se salvan los protagonistas? No te cortes.

Pero tampoco confundas acción con atropello. Baja una marcha de vez en cuando para preparar los acontecimientos antes de que el Browning o la Walther PPK vacíen sus cargadores. Desarrolla, cuida los detalles, la verosimilitud...

Y Higgins pasa aquí por encima de todo.

El accidente de un coche fúnebre destapa una trama de narcotráfico. Debido a las prisas, el conductor olvida en el interior del cuerpo que transporta un paquete de heroína.

La víctima había muerto ahogada en Francia, pero contiene trazas de cierta sustancia que anula la voluntad: burundanga. ¿Quizá le asesinaron para aprovechar la repatriación de los restos al Reino Unido?

Esther, su influyente madrastra, quiere investigar y pide ayuda al coronel del Grupo 4 Villiers. Los criminales, liderados por el oculto señor Smith, desean lo contrario.

El coronel pone en contacto a Esther y Sean, que ha abandonado el cuerpo de operaciones especiales debido a una lesión de rodilla pero conserva intactas otras habilidades para el «trabajo de campo».

La mafia neoyorquina, la mafia siciliana, los bajos fondos londinenses, el submundo a orillas del Sena, el IRA, el terrorismo paramilitar del Ulster… ¿Cómo se relacionan entre sí?

Yago, mano derecha de Smith, ata los cabos sueltos. Lo escucha todo, lo sabe todo. Aunque le han ordenado no atentar de momento contra la pareja, incluso protegerlos in extremis: ¿por qué?

¿Afectará su creciente fascinación por Esther a su eficacia como ejecutor llegado el caso?

Lástima de ritmo tan alocado.


Salió de la casa sin hacer ruido, abrió el maletero del Mini Cooper y la caja de las herramientas. Allí también había un Browning, que se guardó dentro de la chaqueta. Luego se sentó al volante y se internó por las calles silenciosas.

lunes, 3 de noviembre de 2025

Una señal del universo

Parada de autobús en Frankfurt

A ocho pasos de distancia, nuestras miradas se encuentran.

Y pienso… Pues no pienso nada en especial.

A siete pasos más o menos, sus ojos siguen fijos en mí.

Y pienso… ¿Nos conocemos?

Quedan seis pasos cuando ella empieza a sonreírme.

Y pienso… Las gafas de sol nuevas, seguro. Deben de quedarme bien.

Cinco, cinco pasos nada más. Se aparta un mechón de pelo.

Y pienso… ¡Qué guapa!

Cuatro pasos: si meto tripa ahora y dejo de respirar, aguantaré, veamos… ¿Cómo será la fórmula? Un tren parte a las 04:44 con una velocidad uniformemente acelerada…

Y pienso… ¡Está como un tren!

¿Tres ya? ¿De verdad? ¿Número primo, racional, real, entero gaussiano, suma de los primeros naturales?

Y pienso… Esto tiene significado. Una señal del universo.

Dos pasos para recordar a Platón y los seres redondos divididos por castigo de los dioses, que vagan sin descanso en búsqueda mutua.

Y pienso… Se acabó el vagar. En palabras del GPS, «he alcanzado mi destino».

A un paso, frente a frente, ambos nos detenemos. Sus labios, volcán de fuego, me hacen una única pregunta.

Y pienso (en voz alta)… ¿La parada del autobús? Sí, claro, cruza por ese semáforo, gira a la izquierda y enseguida la ves.

¿Qué otra cosa podía esperar? Señal del universo, anda que…


miércoles, 29 de octubre de 2025

Guerra y guerra

Portada del libro Guerra y guerra, de László Krasznahorkai

Título y autor/a:Guerra y guerra, de László Krasznahorkai.
Clave de lectura:¿Existe algún lugar a salvo de la guerra?
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Un texto para vagar en tierra de nadie.
Música:I due Foscari (Ah sì, ch'io sento ancora), de Giuseppe Verdi ♪♪♪

Tras el Premio Nobel a László Krasznahorkai, acudo al rincón húngaro de mi biblioteca con ánimo de refrescar la memoria. ¿Qué títulos he leído? ¿Cuáles me faltan por leer?

Por desgracia, entre el primer grupo ninguno me despierta un recuerdo de fuegos artificiales. Para poner al día la balanza del segundo, selecciono Guerra y guerra.

Se trata de una obra compleja en estilo y contenido. Como peculiaridad ortográfica, el autor no utiliza puntos, solo comas, y cada sección consta de frases únicas. Incluso con varias páginas de longitud.

Esta ausencia de pausas discursivas conlleva riesgos: adentrarse en una telaraña verbal, poner a prueba la paciencia, comprender apenas el mensaje e incluso, en el peor de los casos, la palabra maldita. Abandono.

¿Pero funciona? Quiero decir: ¿son riesgos asumibles a cambio de recompensa?

Una pandilla navajera rodea a Korin en un puente sobre el ferrocarril. El temor le impulsa a hablar, hablar, hablar…

Archivero en una pequeña ciudad a doscientos veinte kilómetros de Budapest, ha encontrado, dentro de una caja con papeles de la familia Wlassich, cierto relato cuya importancia merece difundirse más allá de las fronteras. Ha de hacerlo público a toda costa.

Cuatro hombres, Kasser, Bengazza, Falke y Toot, naufragan en la costa de Creta. ¿Cuál es su origen? ¿Adónde se dirigía su nave? Poco después surgen señales de un cataclismo.

Los mismos aparecen en Colonia, relacionados con la construcción de la catedral. Un quinto personaje, el misterioso —¿mefistofélico?— Mastemann también se reencarna desde los tiempos minoicos.

Korin consigue un pasaje al centro del mundo, la ciudad de Nueva York. Allí podrá publicar el manuscrito en Internet y poner fin a su vida, según cuenta a quienes se va cruzando en la estación, el aeropuerto, el hotel, el apartamento del intérprete y su maltratada pareja…

Habla, habla, continúa hablando. ¿Alguien le escucha? ¿Hay alguien que no lo considere alienado?

Un carruaje se detiene en Padua con destino a Venecia. Las figuras que ya conocemos confían en que Francesco Foscari no sea elegido dogo en detrimento de la política de neutralidad de esta república.

A continuación esperan noticias, en una gigantesca hospedería cerca de Gibraltar, sobre el retorno de tres barcos. Y visitan un muro que protege la frontera romana. Quizá el periplo tenga un nexo: descubrir lugares a salvo de la guerra.

Algo imposible, a todas luces. Korin, completada su labor, se lanza a las calles en pos de una pistola. Los acontecimientos aún habrán de sorprendernos con el giro hacia el museo Hallen für die Neue Kunst de Schaffhausen.

¿Merece la pena perseverar?, me preguntaba antes sobre este libro. La extraña estructura y críptica trama empujan hacia atrás. ¿Entonces, la recompensa?...

No me atrevo a dar una respuesta de sí o no. Sufro un debate interno como el asno de Buridán, hasta tal punto consigue enredarme en su laberinto el galardonado por la Academia Sueca.

Un texto para vagar en tierra de nadie.


El amor al orden es la mitad de la existencia, de modo que el amor al orden es el amor a la simetría y el amor a la simetría es el recuerdo de la eternidad, dijo tras un largo silencio, y al ver que ella lo contemplaba asombrada, asintió con la cabeza para confirmar lo dicho, se levantó, examinó la estación que se alejaba, como si tratara de comprobar si sus perseguidores habían quedado atrás, después tornó a sentarse, se envolvió todavía más en su abrigo y añadió a modo de explicación: Una o dos horas, solo faltan una o dos horas.

jueves, 23 de octubre de 2025

Tratado de ateología

Portada del libro Tratado de Ateología, de Michel Onfray

Título y autor/a:Tratado de ateología, de Michel Onfray.
Clave de lectura:Las religiones como males de la humanidad.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Un alegato convincente.
Música:Ágora, de Dario Marianelli ♪♪♪

La actitud de Michel Onfray en este ensayo podría calificarse de agresiva. Quizá porque planta batalla a fuerzas que tampoco se distinguen por su amor al prójimo precisamente.

Tratado de ateología tiene un objetivo claro: denunciar a las religiones monoteístas —cristianismo, judaísmo, islam— como males de la humanidad.

Varios bloques pavimentan el camino. Ateología parte de «la muerte de Dios» de Nietzsche para refutarla; aun camuflado bajo improntas culturales, está lejos de haber desaparecido de nuestras vidas.

Monoteísmo describe la «logica» común de los prosélitos: su odio por la inteligencia, la libertad, el progreso científico, el sexo, las mujeres… A cambio de someternos a dictados absurdos en la Tierra, aseguran recompensas delirantes fuera de ella.

Cristianismo arremete contra esta fe concreta, cuyo constructor no se llama Jesús de Nazaret, sino Pablo de Tarso, eficacísimo perturbado mental. Es la figura a la que más dedica Onfray sus iras, aunque no se olvida del emperador Constantino y sus sucesores, quienes forjaron la unión entre el gobierno temporal y el del espíritu en Occidente.

Teocracia abunda en dicha alianza, que tanta sangre ha vertido a lo largo de la historia. Y en las contradicciones irresolubles de todos los libros sagrados que, junto a vagas alusiones a la concordia, exhortan de forma nítida a la aniquilación del infiel.

Necesitamos desarrollar un mundo secular hasta la raíz que actúe de contención a la barbarie en nombre de lo divino.

Mi comentario: pasando por alto el tono «intenso», que llega a saturar, y un par de afirmaciones sobre las que necesito documentarme, encuentro el Tratado de ateología convincente. Siempre que lo juzgue desde la óptica de la razón, claro está (si me apuráis, desde ópticas que pueda llamar humanistas).

La duda que planteo es de carácter formal: defender el ateísmo atacando al teísmo, en lugar de por sus propias virtudes, ¿no acaba convirtiéndolo en una cuarta «religión» con igual intolerancia? Donde se excluye el pensamiento especulativo —«mágico», si se quiere—. Donde las posibilidades fuera del canon son heréticas.

Donde la existencia de infieles nos impide alcanzar dimensiones más altas. Menuda paradoja…


El Génesis ya enseña el desprecio por el saber; pues, no lo olvidemos, el pecado original, la culpa imperdonable transmitida de generación en generación, se debe a haber probado la fruta del árbol del conocimiento. Lo imperdonable consiste en haber querido saber y en no contentarse con la obediencia y la fe que Dios exige para acceder a la felicidad.

lunes, 20 de octubre de 2025

De reyes, reinas y otros héroes (XIII)

Estatua de Jan Kiliński en Varsovia

Nuestro héroe de hoy, Jan Kiliński, es zapatero de oficio. En 1794, a las órdenes de Kościuszko, lidera las milicias ciudadanas de Varsovia frente a las tropas de la zarina.

Pero ni eslavos del este ni prusianos se lo toman bien. Escudándose en un acuerdo de reparto anterior, el intento polaco termina aplastado y Jan recluido en prisión.

Cuando se inaugura, colocan el monumento sobre un pedestal de granito. ¿Qué mejor que reciclarlo de la catedral de Alexander Nevski, héroe nacional de los ocupantes y demolida tras recobrar el país la independencia? Damnatio memoriae.

Durante la última guerra consigue librarse de quedar reducido a escombros. Apenas pierde los brazos.

Y aquí sigue a la fecha, con bigote, sable y pistolón de pedernal. Plano contrapicado, silueta sobre cielo gris, que anda la tarde un poco ramplona, sus y a ellos.

(Por supuesto, Chopin en la caja de las corcheas).


jueves, 16 de octubre de 2025

La caída

Portada del libro La caída, de Thomas Mann

Título y autor/a:La caída, de Thomas Mann.
Clave de lectura:Relatos donde prima la psicología de los personajes.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:No es el mejor Mann.
Música:Ganymed, de Hugo Wolf ♪♪♪

Thomas Mann pertenece a la más brillante constelación de autores dentro del universo literario, jamás podría decir otra cosa. Sin embargo, los doce relatos bajo el título común La caída me despiertan un mediano interés.

Su ambiente evoca la joie de vivre de las clases burguesas europeas antes de 1914: salones de té, artistas refinados, señoras con cutis de porcelana, húsares, valses, distinción social…

Y otra realidad que late al poco de levantar las sedas: conveniencia, vulgaridad, mascarada… El retrato psicológico de los personajes desvela este doble perfil.

Por ejemplo, todos admiran a Ángela en Anécdota; los caballeros maduros se arrodillan y los jóvenes se baten por ella en duelo. Solo su marido, respetable subdirector de banco, acumula un rencor que en algún momento explotará. ¿Por qué?

En Voluntad de vivir, el reencuentro con un antiguo compañero de colegio, de salud frágil, y la visita conjunta a la familia del barón Stein, hacen sospechar al narrador de los sentimientos ocultos entre aquel y la joven Ada.

La caída rememora lo ocurrido a cierto estudiante cuando se fija en una hermosa actriz. Cabello oro mate, ojos crédulos y al mismo tiempo alegres, naricilla fina, boca dulce e inocente… ¿Inocente?

La muerte: el conde la conoce, es más, sabe que visitará su casa el próximo 12 de octubre. «Es mejor que acabemos pronto», le parece ya escuchar. Su hija le trae flores recogidas en la playa.

El sanatorio Einfried, donde se reúnen pacientes necesitados de aire puro, enmarca quizá la historia más sugestiva, Tristán, gracias a los ecos de La montaña mágica.

El niño prodigio, Horas penosas, Tobias Mindernickel, Luisita, El camino del cementerio, Visión, Un momento de felicidad... Pequeños albores que brotan y pronto se desvanecen.

¿El gran Mann? Sí, sin duda, pero no el mejor Mann.


Le dije a Asunción, cuando estaba sobre mis rodillas: «¿Qué pasaría si me marchara pronto de tu lado, de algún modo? ¿Estarías muy triste?». Ella apoyó su cabecita en mi pecho y lloró amargamente. Mi garganta está estrangulada de dolor.

lunes, 13 de octubre de 2025

Patriotismo

Motocicletas multicolores

El protagonista de la película Senderos de gloria cita una frase de Samuel Johnson cuando le exigen atacar, a mayor fama de la nación (y del general que da la orden), la colina de las hormigas: «El patriotismo es el último refugio de los canallas».

¿Es así? ¿Han de considerarse sus aspavientos una gran hipocresía, disfraz de quienes claman por la moralidad pública sin preocuparse de la propia?

¿Aquellos que por ejemplo rezan a un dios compasivo (golpes de pecho e inclinaciones ceremoniales) antes de masacrar a sus criaturas?

¿O los que componen discursos para atraer la moneda más baja del espectador? ¡La colina de las hormigas es nuestra por nacimiento! ¡Solo nuestra!

Patriotismo… ¿Ocupan desprecio y arrogancia el lugar de esta golpeada palabra? ¿Y respeto, nobleza o virtud? ¿Son acaso valores proscritos?

¿Dónde se hallan? ¿Celebraremos su incruento retorno algún día?

Muchas preguntas… La respuesta, si es que existe, quizá resida lejos de ningún auto de fe:

En el corazón de cada persona.


jueves, 9 de octubre de 2025

Potlatch

Portada del libro Potlatch, de Alfonso Lantero

Título y autor/a:Potlatch, de Alfonso Lantero.
Clave de lectura:Poesía de dudas y certezas, de sombra y de luz.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Nos arropa su sencilla importancia.
Música:Sinfonía nº 5 (IV.Adagietto), de Gustav Mahler ♪♪♪

Músico conocido, ingenioso contertulio, recitador, marino, figura caminante por Pimiango, lugar en el que, para fortuna de paisanos y viajeros, ha querido radicarse…

En Potlatch, Alfonso Lantero reúne momentos que solemos empujar a un lado, ignorándolos —despreciándolos incluso, adictos como nos hemos convertido a la velocidad inhumana— y nos desvela su papel como refugio de la realidad.

La memoria de un continente (América) brota desde un pequeño rincón de pueblo (Las casas viejas). Cierto rostro familiar en la calle (La ventana) existe junto a sombras anónimas tras los vidrios de un bulevar (La ciudad infinita).

El amor (Caballo exhausto en la arena), el ¿éxito? (El otro) y lo que viene después (Sobre mis pasos). Y la voz, tan amiga, del último adiós (Huellas).

¿Y el título? Como acto ritual, un potlatch significa desprenderse de bienes, dar sin esperar nada a cambio. Con el mismo espíritu, los poemas nacen de horas tomadas por Lantero a la noche, pero pertenecen a quienes los leemos.

Sentimos que nos cubre su manto. Nos arropa la sencilla importancia de estos versos.

Porque son lo que somos: dudas y certezas, sombra y luz de mil pequeños azares.

Humana sombra, humana luz.


El encinar me espera sobre el acantilado.
El cenobio arruinado,
misterioso y umbrío
se resiste a desaparecer.
En la agenda dice:
bajar a la playa,
rezar por los muertos,
picar la leña,
encender el fuego.
Haré cosas
que no sirvan para nada.

lunes, 6 de octubre de 2025

Muro de las Lamentaciones

Muro de las Lamentaciones en Jerusalén

El cuaderno de Rutka, Ganarle a Dios, El canto del pueblo judío asesinado… Son los títulos de algunos libros comentados en los años de andadura del blog.

Junto a historias fotográficas de Jerusalén, Varsovia, Auschwitz

Al principio de la despiadada matanza de inocentes para vengar una despiadada matanza terrorista (la cadena de odio se extiende, eslabón a eslabón, más atrás de lo que dura la vida en Gaza), me engañé a mí mismo.

Tuve fe en que un rastro de humanidad detendría la sed de sangre. ¡Un pequeño rastro! ¡Después de los pogromos! ¡Y del Holocausto! ¡No podía estar repitiéndose con las víctimas adoptando el papel de verdugos!

El pueblo de una democracia se negaría. Los soldados se negarían. Jefes de Gobierno, ministros y generales habrían de escuchar a una marea de personas horrorizadas exigiendo la paz.

Exigiendo, no pidiendo. Qué iluso.

¿Paz? Aunque llegasen a descansar las bombas, se alza un nuevo Muro de las Lamentaciones y es sordo a voces desnudas.

No hay valor tras sus piedras para comprender y recomenzar.

Jefes de Gobierno, ministros, generales… Y quienes prefieren ignorar, hoy como ayer, la lluvia de cenizas de los hornos.

Obedecen a un ídolo, no ya de oro, sino fundido de cicatrices.

En su nombre, Dolor, estamos todos malditos.


jueves, 2 de octubre de 2025

Oasis

Portada del libro Oasis, de Ana Lucas

Título y autor/a:Oasis, de Ana Lucas.
Clave de lectura:Una crónica de emociones.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Su ímpetu de juventud desarma.
Música:No sé mañana, de Rosana ♪♪♪

Oasis es una crónica de emociones. La aceptación de que alguien, indistinguible en apariencia de miles de «alguien» a nuestro alrededor, se puede transmutar en huracán y atraernos con giro vertiginoso.

Y, tan súbito como llega, desaparecer.

Lo que esperamos. Lo que creemos adivinar. Lo que obtenemos. Los espejismos y equivocaciones, con consecuencias que ningún sabio sería capaz de repetir en redomas de alquimia.

El , el yo, el nosotros… El mayor misterio.

Versos-personas y personas-versos. Ana Lucas declara que comenzó a escribirlos para sí misma y quiso «dignificarlos» desde aquel rincón oculto, en forma de libro.

Poemario sincero, con un ímpetu de juventud y una expresividad que desarman.


Alguien, siempre alguien,
carezco de valor y fuerza
para reptar sola por debajo de estos muros.
La suma de los fracasos
es una cifra desorbitada
para un corazón tan joven;
así que he cerrado los ojos por un rato
para volar a otra ciudad.

lunes, 29 de septiembre de 2025

Pimiango (XXVI)

Gato con tazón de leche

Michina es hija de Mordred y Ginebra.

¿A mí qué me contáis? Sé que anda por medio Galahad (el rey Arturo ya murió, pobrín), pero Ginebra tiene un carácter… Cada vez que el atigrado le canta amor, ella se pone de uñas, y sin embargo trata con familiaridad al caballero oscuro.

Así las cosas, Michina tomó posesión como heredera de la Orden del Felpudo. Sus ojos aquella mañana, cuando abrí la puerta, se convirtieron en heraldos: ¡Aliméntame! ¡Pásame la mano por el lomo! ¡Quiero ronronear! ¡Soy tu princesa!

A fe de escudero, me hinqué de rodillas y obedecí.

Verano. Pimiango. El pendón de Michina rampante en el castillo… Ahora, en pos de dragones otoñales, ronroneos y tributos lácteos son un lejano recuerdo.


jueves, 25 de septiembre de 2025

El enano

Portada del libro El enano, de Pär Lagerkvist

Título y autor/a:El enano, de Pär Lagerkvist.
Clave de lectura:El rencor más grande nace del hombre más pequeño.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Una novela notable.
Música:Aria della battaglia, de Andrea Gabrieli ♪♪♪

Es un texto singular, notable incluso. Se aprecia la mano de un nobel.

En El enano, Pär Lagerkvist nos ofrece el diario en primera persona de alguien cuya pasión más exacerbada es la guerra. Alguien que mide sesenta y cinco centímetros.

El protagonista sirve al príncipe León en una corte de esplendores, donde figuras como el condotiero Boccarossa acuden a despachar.

También lo hace el enigmático maese Bernardo, un «gran maestro» con el encargo de pintar la última cena. Aunque revela igual ingenio para los artefactos mecánicos: cañones de sitio, vehículos blindados que abran camino a la infantería...

Si conociese tal sentimiento, el enano amaría a la princesa Teodora, que lo utiliza para enviar notas a su favorito don Ricardo. Como lo ignora, desea castigar esa vida de cortesana.

Angélica, a quien creen hija natural del príncipe, es otro objeto de desprecio. ¡Qué boba! ¡Qué indigna! Pero ha de conducirse con disimulo.

Por fin, las tropas se ponen en marcha. Ludovico Il Toro, que gobierna el territorio vecino, conocerá el sabor de su propia sangre.

¿Y si, pese al heroísmo en las batallas, los planes fracasan? ¿Y si los venecianos deniegan empréstitos para los mercenarios de Boccarossa? ¿Y si se concierta una vergonzosa paz? ¿Y si Ludovico acude con numeroso séquito junto a su heredero Giovanni?

¿Qué significan las miradas entre Giovanni y Angélica? ¿Qué encomendará el príncipe al enano durante la fiesta? ¿Con cuánto celo y regocijo cumplirá su tarea? ¿Cuáles serán las consecuencias para todos?

La historia de Lagerkvist cautiva. A pesar del ambiente renacentista, tanto los acontecimientos como los personajes dejan traslucir un simbolismo acorde con la época en que fue escrita: 1944.

Odio, odio ardiente que rige el mundo, fuerza bruta y traición. Incluso la sabiduría obedece a la violencia.

El rencor del enano alcanza a la humanidad entera.


¡Es una existencia maravillosa! ¡Qué liberación para el cuerpo y para el alma se logra tomando parte en una guerra! Uno se hace otro hombre. Nunca me he encontrado mejor. ¡Respiro tan bien! ¡Me muevo con tanta facilidad!

lunes, 22 de septiembre de 2025

De reyes, reinas y otros héroes (XII)

Museo del Romanticismo en Madrid

Castaños… ¡Castaños!

¿Eh?, sí, sí, a la carga… ¿Dónde se han metido los franceses?

Castaños ha ganado en Bailén y ha perdido en Tudela. Cuando tenía diez años le nombraron capitán a secas, porque en el ancien régime los galones se cosían así. Ahora es capitán general, mariscal de campo, presidente del Estamento de Próceres, del Consejo de Estado, del Consejo de Regencia y duque.

Tiene una bonita casaca blanca y un sombrero bicornio con adorno de espumillón.

Al rey de antes, el séptimo, le gustaba porque alguna vez dijo que los reyes tienen que mandar y sanseacabó. ¿Constituciones?

Por ahí vas bien, muchacho, tienes futuro.

A la de ahora, la segunda, la lleva en sillita de la reina. Menos para posar en el cuadro, que le han puesto una de montar a mujeriegas.

¡Pero no bajéis la cabeza!

Aguanta heroicamente Castaños, detrás de la soberana y su nuevo hombre de hierro, Prim.

Se acuerda de jornadas entre riscos, con el sol andaluz pegando en el chacó a los gabachos y sin media gota de agua que llevarse a los labios. ¿Os rendís, monsieur Dupont? ¿Por qué tarda tanto el pintor?

A la carga, a la carga, murmura. Y vuelve a su merecida siesta.


jueves, 18 de septiembre de 2025

Operación Nuevo Mundo

Portada del libro Operación Nuevo Mundo, de Simon Wiesenthal

Título y autor/a:Operación Nuevo Mundo, de Simon Wiesenthal.
Clave de lectura:Colón sueña con encontrar a los judíos perdidos en Asia.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Me parece una tesis forzada.
Música:Palestina hermoza (tradicional sefardí) ♪♪♪

En Operación Nuevo Mundo, Simon Wiesenthal sugiere una misión secreta tras los viajes colombinos: descubrir territorios gobernados por las tribus dispersas de Israel.

Porque es muy probable el origen judío o converso del almirante, al igual que el de casi todas las figuras implicadas en la empresa americana. Ocultarlo obedecería al ambiente de terror implantado en España por la Inquisición.

Las expectativas se originan ya en la Edad Media; así, Eldad had-Dani, «el Danita», asegura conocer lugares donde miles de exiliados viven desde la destrucción del templo. Y el cordobés Hasday Ben Saprut, ministro de Abderramán III, envía una embajada a los remotos kázaros preguntando por su historia y su fe.

Algo más tarde, Benjamín de Tudela da noticia de un periplo entre Constantinopla, Antioquía, Bagdad, Babilonia, Susa, Samarcanda, Kisch, Adén… En todas halla prósperas comunidades de la Torá.

Esto trae esperanza a los sefardíes, odiados por el fanatismo cristiano debido a su natural científico e industrioso. El autor inunda su libro con ejemplos de la leyenda más negra.

Hasta el 2 de agosto de 1492: tres carabelas anclan en el puerto de Palos y las tripulaciones han de embarcar antes de las once de la noche. ¿Será casualidad que expire el plazo concedido por los Reyes Católicos para que todos los judíos hayan abandonado sus reinos?

¿Y qué pensar acerca de que un miembro de la expedición, Luis de Torres, sea intérprete oficial de hebreo? ¿Pronunciará en esta lengua el primer saludo a los indígenas de Guanahaní?

¿Debe hablarse de Colón como un nuevo Moisés que guía a su pueblo hacia la libertad? ¿Es digna de considerar la tesis?

A mí me parece forzadísima, pero vaya uno a saber…


Para los fines de este estudio —esclarecer por qué los judíos y marranos españoles apoyaron los planes de Colón—, no es trascendental determinar si el descubridor de América era judío, descendiente de judíos o cristiano viejo, ni si había nacido en Italia o en España.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Pimiango (XXV)

Soneto de Lope de Vega

Carlos V acude a su cita anual con Pimiango, aunque, a falta de caballería de gualdrapa, en esta ocasión acompañe a los alabarderos que gastan suela en su entrada triunfal.

Desfile engalanado, danzas típicas, presentación de oficios, culines de sidra, discurso del corregidor… Hasta demostraciones de tiro con arco.

También, por supuesto, cena renacentista. Y lecturas de rapsodas en la plaza.

Ahí es donde entro yo con modestia. En la primera, aposentando y sirviendo a quien demande yantar. En las segundas, recitando a Lope sin prestarle ciencia al detalle de que en realidad aún no ha nacido.

¿Qué importa? ¡Débil muro son los siglos para detener al fénix de los ingenios!

Ir y quedarse, y con quedar partirse


jueves, 11 de septiembre de 2025

Santos varones

Portada del libro Santos varones, de Luis Sánchez Polack

Título y autor/a:Santos varones, de Luis Sánchez Polack.
Clave de lectura:¿Pero qué clave ni qué...?
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Un despiporre surrealista.
Música:La nariz (Gallop), de Dimitri Shostakovich ♪♪♪

No es un humor para todos, eso puedo asegurarlo.

O quizá sea cuestión de «dosis». Yo, por ejemplo, empecé a leer este libro de corrido hasta que me di cuenta de que lo apreciaba mejor con tiempos prudentes: una decena de episodios o así cada vez.

Porque Santos varones contiene un puro despiporre surrealista.

Historias absurdas, personajes absurdos, finales del mismo cariz… Pensadas inicialmente para la radio, la imaginación de Luis Sánchez Polack, chistera de Tip y Coll, echa abajo cualquier dique que intente contenerla.

Olvidad claves de ningún tipo. No hay temas, no hay reglas lógicas, no hay nada más (ni nada menos) que el rictus de una incrédula sonrisa asomado al final de cada página. ¡Santo varón!


Por tratarse de un día como hoy, en el que se cumple su quinto centenario, voy a narrar sucintamente la historia de don Añoras, Añoras Lechecilla de la Bragalinza. Hombre probo donde los haya, consumidor de buyangas y donador de dádivas en campo de gules de Bruselas. A la par que desfacedor de entuertos, un ojo sí, otro no, toda su vida, toda toda, la dedicó este prócer al estudio del supositorio.

lunes, 8 de septiembre de 2025

El hombre que tuvo el coraje de cambiar la historia

Portada del libro El hombre que tuvo el coraje de cambiar la historia, de Giles Milton

Título y autor/a:El hombre que tuvo el coraje de cambiar la historia, de Giles Milton.
Clave de lectura:Comienza la carrera por dominar el comercio de las especias.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Hay que pasar por alto su enfoque nacionalista.
Música:Alfred (Rule Britannia), de Thomas Arne ♪♪♪

Los ingleses (porque yo soy inglés, por supuesto) somos lo más. Valientes, sagaces, emprendedores...

Los holandeses, con alguna honrosa excepción, son malos bichos. Los portugueses no se nos acercan a la suela del zapato.

Los españoles solo valen para hundirles algún galeón como pasatiempo, panda de inútiles.

¡Qué contentos se van a poner los nativos cuando nos vean aparecer! ¿Cómo no van a firmar el documento de cesión voluntaria de tierras? ¡Van a estar protegidos por su majestad!

Me llamo Giles Milton y todo esto lo dejo claro en mi libro El hombre que tuvo el coraje de cambiar la historia.

Perdonad un preludio tan irónico, pero es que el tono que adopta el autor para narrar los viajes europeos hacia las islas de las especias, así como singladuras en pos de rutas alternativas entre el XVI y el XVII, resulta acusadamente chovinista.

A veces roza lo cómico, aunque no sea su intención (¿a quién se le habrá ocurrido traducir en términos de coraje el original Nathaniel’s Nutmeg, es decir, La nuez moscada de Nathaniel?).

Ahora bien, si hacemos el esfuerzo de pasarlo por alto, se trata de un texto bastante entretenido, cercano a una película de aventuras del Hollywood clásico.

En efecto, en plena Era de los Descubrimientos, llegar a las remotas zonas especieras, cargar las bodegas y que los vientos soplen de vuelta a los mercados metropolitanos se convierte en cuestión de Estado. Admite cualquier coste con tal de desbancar a la competencia.

Los navegantes portugueses han abierto el camino y pretenden monopolizarlo desde su base de Ternate. La Corona española intenta demostrar que el Tratado de Tordesillas le da derecho y Juan Sebastián Elcano alcanza las Molucas rodeando la Tierra.

Seguidamente, las Provincias Unidas echan su cuarto a espadas y la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales arrasa con todo y con todos.

Los únicos que podrían pararlos son los súbditos de Albión, ya que Nathaniel Courthope establece un puesto avanzado en Run. Junto con treinta compañeros resiste ataques durante años, a pesar de su inferioridad numérica.

La tregua obtenida por su heroísmo tiene un final conocido como masacre de Amboyna. Acusados de querer apoderarse de un fuerte, los honrados comerciantes ingleses reciben un trato del gobernador holandés van Speult que deja a nuestra Inquisición como hermanitas de la caridad.

Todo ello se conecta con exploraciones y figuras (Cabot, Barents, Drake, Frobisher, Cavendish, Hudson…) que, de forma insospechada, harán emerger la ciudad de Nueva York.

Aprovechemos los datos que aporta la lectura y sonriamos, excusando fruncir el ceño, por cómo los aporta.


Sin embargo, el duro tratamiento que había recibido no hizo mella en su orgullo de ser inglés, y su férrea determinación de defender la bandera de su país inspiró a los comisionados que le siguieron, hombres como Nathaniel Courthope para quienes el patriotismo y el cumplimiento del deber eran incluso más importantes que el comercio.