martes, 19 de junio de 2018

¡Viva Tabarnia!

Clave de lectura: Testimonio en primera línea de lo absurdo del secesionismo.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Vídeo: Discurso de investidura del Presidente de Tabarnia ♪♪♪
Portada del libro ¡Viva Tabarnia!, de Albert Boadella.

En mi imaginario, yo tenía a Albert Boadella como un irreverente. Un autor que se vale de la sátira en sus obras para desnudar miserias.

Pero aún me faltaba por agradecerle su nivel de compromiso con la verdad.

Porque Boadella cuenta verdades. De esas bien gordas, de las que exclamas: ¡pero si la Tierra es redonda! Y, sin embargo, hay quienes se inventan un mundo teocrático paralelo.

Una de las virtudes de ¡Viva Tabarnia! consiste en tratarse de un testimonio de primera línea. El de alguien que ha tenido que «exiliarse» como adversario de los delirios supremacistas de una parte de la sociedad catalana, que han desembocado en el intento de asalto a la soberanía democrática.

Otra, igual de importante, es su sello, el sentido del humor. La constatación de que podemos reírnos de todo ese absurdo sin dejar de combatirlo.

Y el tercer elogio es su convencimiento de que no es demasiado tarde, de que, aunque muchos habían permanecido en silencio por miedo a significarse contra la degradación, eso se ha acabado.

Está claro lo que nos jugamos: su analogía con la toma del poder por los totalitarismos en la Europa del pasado siglo no puede ser más acertada.

En suma, un ensayo impecable, cuyo contenido llama a la puerta de la conciencia ética.


domingo, 10 de junio de 2018

Éfeso

Gato durmiendo al sol sobre un muro.

¿Qué puedo decir sobre esta foto?

Está tirada en Éfeso, frente a la portada de la Biblioteca de Celso, con una cámara analógica, por la mañana…

Aunque también podría describirla con un simple ronroneo: «Qué buena es la vida bajo el sol de primavera».

martes, 5 de junio de 2018

La fábrica de las fronteras: guerras de secesión yugoslavas

Clave de lectura: Qué ocurrió en Yugoslavia para que se desencadenara una guerra civil.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: To Entertain You, de Boris Kovac ♪♪♪
Portada del libro La fábrica de las fronteras, de Francisco Veiga.

Rememoro las terribles violaciones de los derechos humanos durante aquel conflicto, las fosas comunes, las imágenes televisivas de bombardeos y francotiradores.

Motivos que parecían bastante convincentes para una intervención internacional que parase los pies a los serbios.

Años después, leo La fábrica de las fronteras: guerras de secesión yugoslavas, del profesor Francisco Veiga.

Y me quedo pensativo: la historia que se abrió camino aquel entonces resulta de una simplicidad mayúscula al contrastarla con los complejos hechos.

Tampoco nos equivoquemos: los crímenes están ahí. El dolor es dolor, no entiende de complejidades. Los inocentes de Srebenica ya no van a resucitar.

Pero las causas por las que todo se desencadenó, por las que los amables vecinos de ayer se convirtieron en verdugos, qué manos manejaron los hilos y muchos otros detalles que desmontarían ciertos tópicos que nacionalistas de ambos bandos intentaron aprovechar en su beneficio, eso es lo que nos enseña esta obra.

Muy bien escrita y alejada de maniqueísmos, gracias a la labor de investigación que la sustenta, no puedo dejar de recomendarla.


viernes, 1 de junio de 2018

Die Soldaten

Salgo de la ópera con cada músculo agarrotado.

Lo que acabo de ver y escuchar me causa una tensión literalmente física.

Die Soldaten nos sumerge en la degradación de Marie, que inicia el oficial Desportes y llega a sus últimas consecuencias tras ser violada por su montero, a quien «se la cede» tras aburrirse de ella. Los soldados del título responden a un instinto «de manada».

Con masas orquestales inmensas y superposición de elementos —varias escenas tienen lugar simultáneamente— la música de Bernd Alois Zimmermann guía nuestras emociones de forma inexorable. Angustia, horror, desesperación…

Acerca del trabajo de los artistas, me parece increíble. Debe de ser algo dificilísimo de interpretar. Y aunque hay alguna deserción de público durante el descanso —no es necesario ponerse dogmático, si a alguien no le gusta es así y ya está—, los aplausos de quienes nos quedamos compensan con creces los de las butacas vacías.

En fin, no sé si esta obra será clave para la evolución del género, tal como la califican los expertos, pero hay que conocerla.