Esta ópera agarrota los músculos. Causa tensiones literalmente físicas.
Die Soldaten nos sumerge en la degradación de Marie, que inicia el oficial Desportes y llega a sus últimas consecuencias tras ser violada por su montero, a quien «se la cede» tras aburrirse de ella. Los soldados del título responden a un instinto «de manada».
Con masas orquestales inmensas y elementos superpuestos —varias escenas tienen lugar al mismo tiempo— la música de Bernd Alois Zimmermann guía nuestras emociones de forma inexorable. Angustia, horror, desesperación…
No sé si será clave para el futuro del género, tal como la califican los expertos, pero hay que conocerla.
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