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lunes, 6 de mayo de 2024

Un año y tres meses

Clave de lectura: Presencia y ausencia para entender el significado último del amor.
Valoración: Neutral ✮✮✩✩✩
Música: Danzas y cantos de la muerte (II.Serenata), de Modest Mussorgsky ♪♪♪
Portada del libro Un año y tres meses, de Luis García Montero.

Poemario de prestigio y sensación de que se aleja por las vías mientras yo arrastro los pies en el andén. Resulta confuso.

A pesar de mi mejor voluntad y respeto ante la génesis del libro —la muerte de su esposa, Almudena Grandes—, Un año y tres meses de Luis García Montero termina pasando de largo.

¿No me gusta? Tampoco me atrevería a expresarlo así. No por miedo a ser tildado de ignorante o «políticamente incorrecto» frente al aplauso general, sino porque…

Quizá de forma incomparable a ningún otro género, la poesía permite alcanzar una comunión especial con su creador. Como si este nos dijera: «a través de mis palabras yo soy tú y tú eres yo».

Y la lucidez con que García Montero describe el proceso hacia la pérdida, la pérdida en sí y la revelación de lo que su compañera significó durante el tiempo que estuvieron juntos, lo convierte en versos de amor.

El amor es también una luz negociada.
Me das tus sueños al vivir los míos.
Te doy mis sueños tras guardar los tuyos.
Historias que se enlazan como cuerpos.

Todo parece confluir entonces para que las emociones que habrán debido de compartir miles de personas al recorrer sus páginas sean experimentadas también por mí.

¡Pero no ocurre! Y aunque intente repetir la lectura, convenciéndome de que podría estar cansado, o sufrir un eclipse momentáneo por cualquier causa, o que no es el día, sin más, y me exhorte a alabar el título…

Sería insincero. Otros podrán hacerlo con mejor justicia.

El alma del poeta continúa su propio viaje.


lunes, 25 de marzo de 2024

Mithistórima y otros poemas

Clave de lectura: Poesía de un Premio Nobel.
Valoración: Se queda lejos ✮✮✩✩✩
Música: Yar Ko Parag - Bingeol, de Eleftheria Arvanitaki ♪♪♪
Portada del libro Mithistórima y otros poemas, de Yorgos Seferis.

Mithistórima y otros poemas, del Nobel griego Yorgos Seferis, llama a la puerta de mi piel y esta solo se entreabre.

Las emociones que debería despertarme apenas se agitan en el interior. Deslizo los ojos por sus versos como si fueran la línea del horizonte, demasiado lejana.

Muchos beben del mundo clásico, de imágenes como un bajorrelieve, una cabeza de mármol, gorgonas, la quilla de un barco, la partida hacia otros puertos…

El mar está siempre ahí, susurrante.

Y también el olvido, la nostalgia, la ceniza, la niebla, el tiempo agotado, la muerte…

¿Por qué entonces la sensación de desapego? ¿Qué puede faltar a las palabras del poeta? ¿O qué me falta a mí para sumergirme del todo en ellas?

Y un alma
si quiere conocerse
en un alma
ha de verse:
al extranjero, al enemigo, lo vimos en el espejo.

No puedo explicarlo, a mi pesar. La poesía llena o no llena, es algo que sobrepasa la «racionalidad».

Y Seferis… No, no me llena.


viernes, 20 de octubre de 2023

Deslices y Polvo de estrellas

Clave de lectura: Poesía de la vida, lazos irrompibles tras la muerte.
Valoración: Inspirador ✮✮✮✮✩
Música: Usa mis llaves, de Jorge Colsa y Gema Bravo ♪♪♪
Portada de los libros Deslices y Polvo de estrellas, de Gema Bravo.

Termina el concierto de Jorge Colsa y Gema Bravo y me aproximo al escenario para que ella me dedique su libro. En realidad, sus libros. Porque, al igual que un dúo musical, son dos las propuestas que caben en este volumen: Deslices y Polvo de Estrellas.

Deslices es un caleidoscopio de versos que describe el mundo de Gema «sin etiquetas», como titula uno de los poemas. En busca de todo lo que cada día nos trae y nos retira.

A veces son cosas grandes, otras diminutas y las dejamos atrás con equivocada dejadez. A veces las respuestas a las incógnitas parecen estar claras, pero solo es eso, apariencia, y hay que continuar un poco más allá. La búsqueda no debe abandonarse mientras quede un latido.

Recuerdos de viajes, de las personas con quienes se ha encontrado, del compañero con quien crea canciones, sueños o amaneceres, el tiempo, el deseo, el optimismo, las lágrimas, el significado de ser mujer…

A continuación —o antes, en el orden de lectura que se prefiera—, en Polvo de estrellas nos comparte un mensaje muy personal a alguien que ya no camina con pasos audibles, cogiéndola de la mano, pero que en modo alguno se encuentra lejos.

La muerte de una madre es un tabú, no estamos —¿no queremos estar?— preparados para ello.

Los sentimientos que experimenta la autora antes, durante y tras la partida de Güelita emocionan porque quizá nos gustaría expresarlos a nosotros mismos cuando aún estamos a tiempo, y no llegamos a hacerlo.

Es curioso que sintiéndome desnuda de fe, la perdí en el camino, te siento conmigo más fuerte que el viento. Leo ese anuario con tus pies de notas y siento tu voz. Palabras de ánimo que aparecen prediciendo tu consuelo sobre el día que ha pasado. No, no estoy loca. Sorprendida quizá por algún consejo tuyo anotado a los pies. Me embarga tu presencia. Creo en tu energía, tu valor.

Mada, esa madre, la dio a luz y le dio luz. Al final, la enfermedad debilitó su cuerpo, pero no su sentido de cómo vivir. Y Gema, al igual que hace con sus propios hijos, nos cuenta aquí esa historia. Lo que pensaba, lo que decía, lo que creía… Lo que significaba.

Leo la dedicatoria: «Por los rincones donde encontrarnos entre utopías y razones».


miércoles, 15 de marzo de 2023

Bajo el verano de tu boca

Clave de lectura: Poesía y pasión.
Valoración: ¿Qué más se puede pedir? ✮✮✮✮✩
Música: Agua del norte, de Mestura ♪♪♪
Portada del libro Bajo el verano de tu boca, de Marisa López Diz.

¿No tienen las palabras «una magia secreta y milagrosa»?

¿No se convierten en una fuerza que vibra, resonando en nuestro interior como ninguna otra, inundándonos segundo a segundo con su latido de marea?

¿No son capaces de crear nuevos mundos, incluso de cambiar al final del día destinos que habríamos creído ilusamente trazados por la mañana?

Marisa López Diz parece darnos en sus obras una respuesta afirmativa.

Si recorremos con mirada cómplice las páginas de la premiada Bajo el verano de tu boca, igual que hicimos con su título anteriormente comentado L'alma albentestate

Nos sentiremos envueltos en un abrazo de lirismo tan abierto como íntimo, evocador de pulsiones abisales, respiración agitada, sudor que perla el pecho incandescente.

Me gustan tus húmedos ojos de pradera,
mar salvaje donde yo me hundo
dejándome arrastrar a tu secreta isla
donde los frutos maduran muy temprano.

Escucharemos un tañer de gemidos escapados entre lomas de infinitos senderos. Recordando, anhelando, esperando.

Podremos compartir el gozo de la vida encarnado en el temblor de los labios. Aguas que no dejaremos de beber hasta el último aliento.

Con una sed humanísima, quizá la más sincera desde que el primer sonido salió de la primera garganta.

Sed que no se extingue, que no puede explicarse ni entenderse, que hay que aceptar sin más.

Sed insaciable de… poesía.


sábado, 18 de diciembre de 2021

Todo lo que no te dije

Clave de lectura: Pasiones, temores, soledades, anhelos, recuerdos, despedidas…
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: I'm Not In Love With You, de Eva Dahlgren ♪♪♪
Portada del libro Todo lo que no te dije, de Laura González Moliner.

Todo lo que no te dije es como un río. Como un manantial de sensaciones vitales.

Puedes alzar un puente sobre él y cruzarlo —leerlo— desde la segura distancia.

Contemplar de qué manera fluye, los dibujos que trazan sus corrientes, los remolinos que hace nacer cuando choca contra los pilares…

Pero no, es difícil permanecer alejado de las aguas que ofrece en su poemario Laura González Moliner. Quizá incluso imposible.

Mejor lanzarte de cabeza, sumergirte, bracear entre las palabras, dejarte envolver por pasiones, temores, soledades, anhelos, recuerdos, despedidas…

Y, a veces, dejarte envolver por el silencio que reina tras llegar —¿indemne?— al otro lado, intentando recuperar el aliento.

No te enamores de mí,
porque soy capaz de hacerte feliz y puede que no estés preparada.

Versos cortos. Versos largos. Prosas largas. Prosas cortas.

P. D.: Gracias a Ordenado y escondido por hacerme saber de este libro y del blog de su autora.


lunes, 4 de octubre de 2021

L'alma albentestate

Clave de lectura: Poesía en asturiano, poesía en todas las lenguas del mundo.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Debaxo del augua, de Mestura ♪♪♪
Portada del libro L'alma albentestate, de Marisa López Diz.

Si nos acercamos a L’alma albentestate con un asomo de duda por no dominar el asturiano en que está escrita, dejemos esa duda atrás.

Las palabras de Marisa López Diz consiguen transformar el pretendido muro en una puerta.

Un dintel por el que asomarnos, entrar con sonrisa de amigos, invitados por versos cuyo misterio se convierte en irresistible atracción.

Aunque palabras como cairueta, xorrezer o nenyures nos resulten desconocidas, las entenderemos.

Porque la poesía es un abrazo.

El abrazo entre el mundo interior de quien la ofrece y el de quien la recibe.

Un acto de comunión, de sinceridad, un sentimiento puro.

Prendería los tos güeyos
con fueyes fresques d’abeduriu
y con rabiones de lluz
abriríate’l corazón
entregáu dafechu
a les tiniebles.

Gracias, poeta. En todas las lenguas del mundo, gracias.

Gracies.


martes, 5 de marzo de 2019

Piel de letra

Clave de lectura: Opera prima poética de su autora.
Valoración: No dice nada ✮✩✩✩✩
Música: Bagatela «Para Elisa», de L. van Beethoven ♪♪♪
Portada del libro Piel de letra, de Laura Escanes.

Qué más quisiera yo que Piel de letra me hubiera entusiasmado.

O gustado bastante.

O que me hubiese despertado un mínimo, pequeño, asomo de interés, ya puestos a conformarme.

Al fin y al cabo, resulta la primera obra publicada de su autora, Laura Escanes, y eso puede mover a simpatía.

Además, no es que carezca del todo de virtudes: tiene... eh... tiene...

Lo que no tiene es pathos. Misterio, emociones poéticas, un mundo algo más allá del «lenguaje bonito».

La sensación que da, por el contrario, es de superficialidad, maquillaje de palabras con escaso contenido detrás.

Un conjunto de frases versificadas de autoayuda.

La única verdad es tuya. Y de nadie más.

Flojísimo, siento ser tan severo.


jueves, 17 de mayo de 2018

Historia del corazón

Clave de lectura: La intensidad de Vicente Aleixandre, a flor de piel.
Valoración: Un favorito personal ✮✮✮✮✮
Música: Corazón, de Ara Malikian y José Luis Montón ♪♪♪
Portada del libro Historia del corazón, de Vicente Aleixandre.

¿Un poemario que al terminar de leerlo por primera vez me dejara enfebrecido?

¿Que siempre que vuelvo a abrirlo, ya casi desencuadernado, sienta una corriente que me recorre la médula de arriba abajo?

¿En el que cada verso alcanza un significado sin fronteras, aunque los ojos recorran su fuego, su aire, su carne, en un brevísimo lapso de tiempo?

¿Dónde entender que una sola palabra, un solo nombre pronunciado por nuestra boca, puede dar sustancia a esa fugacidad?

¿Y que una parte de nosotros va a vivir siempre entre sus páginas, en el mismo universo donde habita libre el vilano?

Ah, bien, es una pregunta fácil.

Y el amante la mira
infinitamente pesaroso —glorioso y cargado—.
Mientras ella ligera se exime,
adorada y dorada,
y leve discurre.
Y pasa, y se queda. Y se alza, y vuelve.
Siempre leve, siempre aquí, siempre allí; siempre.
Como el vilano.

Vicente Aleixandre y su Historia del corazón.


lunes, 26 de junio de 2017

Amar es aquí

Clave de lectura: Una nueva voz para la poesía.
Valoración: ✮✮✮✮✩
Comentario personal: Emocionante.
Música: Songbird, de Fleetwood Mac ♪♪♪
📖
Portada del libro Amar es aquí, de Patricia García-Rojo.

Descubrir a un poeta. Esa sensación...

En algún momento, un niño adivina que unas figuras negras sobre un papel forman palabras, y las palabras frases, y las frases ideas, y ese, no otro, es el verdadero corazón del mundo.

La misma sensación se tiene al descubrir a un poeta: como niños, abrimos nuestros ojos emocionados.

Entendemos que las personas no somos fronteras valladas con alambre de espino, sino paisajes.

Somos bosques, somos llanos, somos cumbres, profundos desfiladeros excavados por las aguas de la vida, unas veces calmas y otras torrenciales.

Un mundo interior que se quiere, se desea compartir. Y damos un paso hacia él.

Patricia García-Rojo es una de esos poetas.

eres como mirar al fuego
como arrendar mis rizos a la sal y la arena de mayo
como enterrar mi cuerpo entre tus manos
y beber, lento y largo, agua de madrugada.

Amar es aquí, uno de esos paisajes.


lunes, 28 de mayo de 2012

El canto del pueblo judío asesinado

Clave de lectura: Una voz nos habla desde el gueto de Varsovia.
Valoración: ✮✮✮✮✮
Comentario personal: Estremecedor.
Música: Un superviviente de Varsovia, de Arnold Schönberg ♪♪♪
📖
Portada del libro El canto del pueblo judío asesinado, de Itsjok Katzenelson.

Itsjok Katzenelson vivía en Varsovia. Ya había perdido a su mujer y dos hijos, y había visto lo suficiente como para saber que pronto se reuniría con ellos.

Por eso, en una carrera desesperada contra el reloj, empezó a escribir en apretadas líneas, aprovechando centímetro a centímetro el papel, El canto del pueblo judío asesinado.

No había tiempo para repasar o corregir los versos. Cada palabra podía ser la última.

En 1940 comienza el confinamiento en el gueto. En 1941, las autoridades nazis deciden «deshacerse» de sus habitantes. En 1942 ya han sido deportadas 350.000 personas. En 1943, la insurrección: se lucha casa por casa. En 1944, el levantamiento general de Varsovia es aplastado.

Katzenelson, junto con el único hijo que le queda, Zvi, es miembro de la Resistencia y consigue salir clandestinamente antes de ese gesto.

En el campo francés de Vittel, bajo el gobierno colaboracionista de Vichy, escribe en yidis su memoria. Introduce el manuscrito en botellas y queda enterrado para salvaguardarlo.

Al poco, les encierran a los dos en un tren con destino a Auschwitz.

«¡Canta! Toma el violín vaciado y hueco
y arroja sobre sus delgadas cuerdas tus dedos,
pesados como corazones doloridos. Y canta el último canto
acerca de los últimos judíos en tierra europea».

—¿Cómo cantar? Cómo abrir la boca siquiera
habiendo quedado completamente solo,
sin mi mujer, sin mis dos pequeños. ¡Es un espanto!
El horror me habita... Escucho un llanto a lo lejos...

«¡Canta, canta! ¡Alza la voz, quebrada y dolorida,
búscala! Busca el canto allá arriba, si aún está,
y cántalo... Canta el último canto acerca del último judío;
vivió, murió, quedó insepulto y ya no existe más...».

Es poesía, sin duda, un libro de poemas. Pero es al mismo tiempo infinitamente más: el testimonio de la historia humana más sincero, más estremecedor, que podamos imaginar.


martes, 29 de junio de 2010

Elegía estonia

Clave de lectura: Remembranza del naufragio del Estonia.
Valoración: ✮✮✮✮✩
Comentario personal: Lleno de emoción.
Música: Estonia, de Marillion ♪♪♪
📖
Portada del libro Elegía estonia y otros poemas, de Jüri Talvet.

Alrededor de la una de la madrugada, el agua comenzó a entrar a bordo.

El poeta fue leyendo, cortando con la roda de su voz el áspero oleaje, el hiriente viento, la noche sin perdón que surgía de las páginas del libro.

Por unos momentos, el Estonia volvió a la vida. El gran buque navegó una vez más a través del Báltico.

El pasado, el presente, los planes de futuro, los ochocientos cincuenta y dos sueños interrumpidos. Por unos momentos, todo retornó con él desde la negra gelidez abisal.

Tras el último silencio, aquellos locos que habíamos acudido a escucharle nos acercamos con nuestros ejemplares.

El poeta fue preguntándonos los nombres, charlando unos minutos con cada uno de nosotros, escribiendo la amable dedicatoria en su interior.

No, no puede ser verdad.
Calambres de perplejidad atenazaban aquella mañana la garganta.
Gravedad de plomo en los pies, como si la tierra nos sorbiera hacia sus raíces
igual que el agua los sorbía a ellos, criaturas desnudas, súbitamente,
desde la ensoñación de sus lechos hacia sus senos fríos como el hierro.

Era Jüri Talvet, era Elegía estonia y otros poemas.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mundos

Clave de lectura: La belleza nace en nuestro interior.
Valoración: ✮✮✮✮✩
Comentario personal: Pura poesía.
Música: O Paraíso, de Madredeus ♪♪♪
📖
Portada del libro Mundos, de Gertrud Kolmar.

Hoy quisiera recomendar algo de poesía. En concreto, la obra de una autora con destino personal tan trágico como el señalado en la anterior entrada.

Me refiero a Mundos, de Gertrud Kolmar.

Kolmar llevó una existencia discreta (el popular de la familia era su primo, Walter Benjamin). Cuentan que era muy tímida y dedicó su vida a leer, escribir y estudiar idiomas.

Como alemana y judía, sufrió todas las humillaciones posibles durante la época nazi, hasta que en 1943 fue deportada a Auschwitz, donde murió.

Uno de los poemas más bellos de este libro lo dedica a alguien de quien estuvo enamorada: un químico y también poeta, Karl Josef Keller, que leyó en cierta ocasión unos versos suyos y le escribió una carta para conocerla.

Así iniciaron una relación epistolar que desembocó en un encuentro mucho más estrecho. Por desgracia, aunque siguieron viéndose durante años, parece que él no sentía lo mismo por ella, pero no se atrevió a confesárselo hasta el momento de su matrimonio con otra mujer.

Un fragmento de su corazón en Nostalgia:

¡Noches engullidas, anegadas en mares eternos!
Cuando mi mano se acostaba sobre la pelusa de tu pecho
para dormitar,
cuando nuestros alientos fermentaban un vino exquisito, que en
copa de cuarzo rosa ofrecíamos a nuestro dueño, el amor,
cuando en las montañas de las tinieblas nos crecía la drusa y
maduraba, fruto cóncavo de cristal de roca y amatistas
de color lila,
cuando la ternura de nuestros brazos despertaba tulipanes de
fuego y jacintos de un azul de porcelana en tierras onduladas,
lejanas, que se extendían hasta el alba,
cuando, jugando sobre el tallo torcido, el capullo semicerrado de la
amapola, como una serpiente, nos mostraba la lengua
rojo sangre,
los árboles de Oriente del bálsamo y de la canela con su follaje
tembloroso se erguían en torno a nuestro lecho
y los tejedores púrpura trenzaban el aliento de nuestras bocas
formando nidos en el aire...
¿Cuándo volveremos, cuándo, a huir al secreto de los bosques, que,
impenetrables, protegen a la corza y al ciervo del perseguidor?
¿Cuándo volverá, cuándo, mi cuerpo a ser para tus manos
hambrientas, suplicantes, pan blanco, oloroso, volverá
el fruto hendido de mi boca a dulcificar
tus labios sedientos?

Los traductores suelen ser grandes olvidados, pero es de justicia mencionar aquí a Berta Vías Mahou, responsable de esta versión en español con un vuelo lírico tan alto.