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viernes, 7 de febrero de 2025

Murallas

Fortaleza de Bujará.

Murallas.

Existen tantas murallas como lugares donde alguna vez el ser humano deseó comenzar a vivir.

Y el ser humano soñó con arrebatarle al ser humano su suelo.

Unas son ciclópeas, casi erigidas para albergar gigantes.

Otras construyen la infancia (si no sabes nada de Exin Castillos… Lo siento, qué infancia tan desgraciada).

Murallas de piedra, murallas de adobe. Lienzos de madera triste. Murallas que se yerguen y también se inclinan. Murallas clavadas en la tierra, profundas, rodeando a toda costa su escondido corazón.

Almenas, fosos, bastiones, murallas que desafían olas. Murallas impenetrables, llenas de hosco ingenio… salvo que Odiseo sienta el suyo emerger.

Murallas de torres con sombrero de pico. Murallas antiguas, quinientos, mil o más años, donde escuchamos cada noche el eco de una trompeta espectral.

Murallas envueltas en esa niebla blanca que dicen respiran los dragones.

Murallas que salvan, tras cuya puerta de pesado hierro disfrutamos de alimento y calor.

Murallas que aíslan, desgarran manos, queman del otro lado ojos, garganta y piel.

Murallas de cuento, murallas sin cuento.

Murallas por descubrir y a las que susurrar adiós.

jueves, 20 de junio de 2024

Retrato sobre fondo azul

Trabajador en una salina de Bali.

A veces, cuando publico una entrada donde la imagen resulta protagonista, utilizo la expresión «historia fotográfica» para describir el contenido.

De vez en cuando la historia se cuenta por sí sola. No necesita apenas texto. Lo que se ve es lo que hay.

En otras ocasiones, sin embargo, una fotografía, no importa lo simple que parezca, puede llevar en su interior varios mundos.

Mundos que nacen, se transforman, desaparecen o viven en un parpadeo.

Este señor, por ejemplo, acarreaba bolsas de agua cuando pasé a su lado. «Vaciaba» el mar para obtener sal. La especie de balanza atravesada sobre los hombros, a modo de yugo, convertía cada paso en un esfuerzo encorvado.

No sabía si iba a molestarse por la cámara. De manera tan instintiva como el ojo se acercó al visor, una disculpa asomó en mis labios. Aunque quizá tampoco entendiera inglés…

Pero, nada más descargar el líquido sobre la artesa, al percatarse de mi presencia, tuvo una reacción algo inesperada. Ni de indiferencia, ni de alejamiento, ni de fastidio.

Se le iluminó la expresión. Se irguió para posar, con sus dientes cubriendo una anchísima sonrisa.

Un turista, cuya motivación debían de ser los amaneceres balineses, los paisajes, la música eterna de las olas, se había detenido ante lo que estaba haciendo.

Le había «retratado».

La sonrisa tan franca y su inmediato gesto de saludo me traen ahora a la cabeza pensamientos de sencillez, de afabilidad, de alegría incluso ante los pequeños acontecimientos cotidianos.

La historia del trabajo esclavo, sin reconocimiento ni redención durante siglos, que quise componer en un primer momento, quedó de alguna forma velada.

¿Y él? ¿Cuáles serían las palabras que elegiría si pudiese contemplar aquí su rostro? ¿Cuál sería su propio relato del fugaz encuentro?

Nunca podré saberlo.

jueves, 16 de mayo de 2024

Antigua (II)

Calle de Antigua, Guatemala.

Una mujer camina detrás, con sus fardos a cuestas. Me afano en encontrar el encuadre adecuado, el enfoque perfecto, antes de que llegue a mi altura.

La luz de la mañana, las líneas de perspectiva, el arco sobre el espejo de lluvia… Quiero hacer una foto de los edificios en una calle de Antigua.

Y, como ocurrió la primera vez que compartí el resultado en el blog, me equivoco.

¿Qué son los edificios sino casas?

Casas o templos o torres o palacios o…

Casas.

¿Y qué son las casas sino el hogar de personas? ¿Qué «historia fotográfica» nos cuentan si apenas capturamos su fábrica exterior con la cámara?

¿Sillares, piedras, ladrillos…, sin manos, ojos…, corazón?

Disparo una serie. En la última, la mujer ha entrado ya de espaldas en el objetivo.

Y es la única que no borro. Buena o mala, me da lo mismo.

martes, 3 de noviembre de 2020

Pimiango (XVII)

Soldados noruegos en el cambio de la guardia.

Broooooooooom

Levanto la mirada y veo un caza pasar bajo.

Broooooooooom

Y a los pocos segundos, el compañero.

Dos F-18 vuelan hacia el mar a baja cota, sobre los campos de Pimiango. Esto no me lo esperaba, la verdad.

¿Van a la batalla? ¿Nos invaden?

¿Quiénes? ¿Quiénes pueden llegar desde el norte?

No serán... ¡No! ¿Otra vez ellos?

¿Los vikingos noruegos? ¿Los de los cascos raros?

¡A mí las mesnadas!

lunes, 26 de octubre de 2020

Pimiango (XVI)

Gato pardo.

Un errante.

Vaga sin descanso, recorriendo siempre la tierra.

Indómito, lejano, sin ataduras ni gatera.

Ah, Perveval, Perceval, yo sé bien lo que buscas. Conozco el secreto.

Camina hacia aquí y será tuyo.

Grial, Grial, Grial…

Galleta, galleta, biss, biss, bisssss

martes, 20 de octubre de 2020

Pimiango (XV)

Gato blanco.

Una nívea sombra entre rendijas, prisionero en su cueva.

Añorante de otros tiempos.

Tiempos de carreras en busca de la leyenda.

Y quizás también de algún ratón de campo.

Pero ahora…

Si un caballero gato se acerca, él huye a ocultarse.

Arrebatado, quebrado por hechizos su antiguo poder.

Merlín…

martes, 6 de octubre de 2020

Pimiango (XIV)

Gato descansando en la puerta.

Cuando abro la puerta de casa me lo encuentro, perfilado contra el sol del amanecer.

Lanzarote cierra los ojos. Lleva una mancha roja en el pecho.

Porque en la noche moran espectros, pesadillas dispuestas a atravesar cualquier muro de piedra.

Los gatos de la Tabla Redonda las conocen bien.

Ellos protegen mi sueño.

jueves, 1 de octubre de 2020

Pimiango (XIII)

Gato y perro.

El rey Arturo es noble y valeroso.

Cuando otea a un invasor corre hacia él, listo para la batalla.

Pero también muestra clemencia si rinden pleitesía a su reino.

De norte a sur, de este a oeste.

Desde la plaza hasta la cuadra al otro extremo de la calle.

Desde el portón donde monta guardia hasta la antigua escuela.

Sentado en el trono, orejas enhiestas.

Bigotes, estandartes al viento.

El rey Arturo es marrón y blanco.

miércoles, 3 de junio de 2020

Soledad

Árbol solitario en medio de las aguas.

Solo.
En medio de las aguas.
Un grito
de soledad.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Nueva oportunidad

Corazón en un puente de Colonia. Segunda oportunidad.

Frank y Esther tenían razón cuando dejaron su mensaje en aquel puente de Colonia.

Siempre hay una nueva oportunidad

martes, 21 de abril de 2020

El asedio (XXXIII)

Macro de orquídea.

Cuando traje a casa la orquídea, el día antes de comenzar el asedio, su belleza era…

Era como la de Isabeau.

Ya sabéis, Isabeau: el hechizo al despuntar el alba, el capitán Navarre, el obispo, Lady Halcón

Hermosísima. Y con doce flores.

Hasta que… Doce, once, diez, nueve, ocho…

Le quedan cuatro.

Y no puedo cruzar aceros con la guardia del obispo para solucionarlo.

Isabeau, mi Isabeau…

viernes, 17 de abril de 2020

El asedio (XXIX)

Plaza de Castilla en Madrid.

Oh tú, gran ciudad, cornucopia de dones, trono del alto y del bajo mundo, quien haya probado tus birras no será ya capaz de saciar la sed en ninguna otra fuente.

Yo entono por ello tus alabanzas en modo dórico, frigio y mixolidio.

Dicen que el estrés ha huido de tus calles, que el betún reluce, que hasta los jabalíes vienen a hozar un poco.

Dicen que tus torres de acero y vidrio se yerguen poderosas, mostrando el cenit de tu gloria.

Y dicen, dicen… que si también nosotros alzamos los ojos… Dicen… ¡que se ve el cielo! ¡Que no hay porquería en el aire! ¡Y hasta menos dióxido de nitrógeno!

Bueno, gran ciudad, esto último tengo que verlo para creerlo.

Es que va a ser tan raro…

martes, 17 de julio de 2018

Colores

Colores de una puesta de sol.

No pasa un día sin que intente juntar todos los colores del mundo en una sola palabra.

Y susurrarla.

Pero no la encuentro.

Me siento por ello tan inútil…

sábado, 7 de julio de 2018

Aaron y Anna

Candado de Aaron y Anna en un puente de Colonia.

Hay miles de ellos, el enrejado está cubierto.

¿Quiénes eran?

¿Quiénes son?

¿Qué historia querían contar?

Los trenes hacen retemblar el puente.

Aaron y Anna también estuvieron aquí.

domingo, 15 de enero de 2017

Historia

Puente de Alcántara en Toledo de noche.

Intento imaginar una historia que acompañe a esta imagen que saqué en Toledo.

Algo sobre la noche, sobre el agua, la luz, el reflejo, los sillares de piedra...

Al fin, no se me ocurre nada. Pero no importa. En realidad, tampoco necesita ninguna historia.

Toledo «es» historia.

miércoles, 8 de julio de 2015

Los líos de Grecia

Pared en una calle de Atenas.

A mí, los líos de Grecia me llevan a mantener discusiones bastante sofistas.

—Es que si esto, esto y esto…
—Ya, pero eso, eso y eso…
—Bueno, también tal, cual y pascual.
—Anda, ¿y entonces aquello y lo otro y lo de más allá?

Y como no termino de ponerme de acuerdo, al final dejo de hablarme.

domingo, 21 de junio de 2015

A modo de diario (IV)

Catamarán al amanecer.

Un rumor de olas.

Una luz de ventura para saludar a los interrogantes que nacen y mueren con la mañana.

Verano.

lunes, 11 de mayo de 2015

Outlander

Grupo de ingleses hanoverianos y escoceses jacobitas.

Me topo de repente en la calle con un grupo de ingleses.

Sí, son ingleses, sin duda. Casacas rojas del 20º Regimiento de línea.

E inmediatamente aplico el pensamiento lógico: fácil será que me haya metido en un agujero de gusano sin darme cuenta y ande de paseo por el espacio-tiempo.

Hacia el mil setecientos y pico, calculo. Vaya despiste, a ver cómo vuelvo.

O eso, o la alternativa es que el café del desayuno tuviera una graduación más generosa de lo habitual.

En fin, lo primero es estar seguro del pico. ¿Guerra de la cuádruple alianza? ¿De la oreja de Jenkins? ¿De los siete años? ¿La del 79? ¿A las órdenes de qué católica majestad me tengo que poner?

Entonces me fijo en que llevan prisionera a una dama. Y varios tipos con tartán que deambulan por los alrededores muestran cierto desacuerdo.

Aaaaaah, acabáramos, estos son jacobitas y los otros hanoverianos. Entonces, a mí ni fu ni fa. Desde la faena de Glenshiel, cuando los clanes nos dejaron con las posaderas al aire, que se arreglen entre ellos.

Yo les saco una foto para el álbum de historia y ya vale. Vamos a buscar por dónde se sale del dichoso agujero…

domingo, 3 de agosto de 2014

El verdadero origen del coñac

Adorno escultórico con forma de vid.

El Ararat es donde Noé varó su yate de recreo. Debían de tener montada una buena juerga para ir a embarrancar en una montaña, pero tampoco es para culpar al timonel. Con tantas parejitas de todas las especies a bordo…

De acuerdo con la tradición, fue el mismo Noé quien bajó a tierra, plantó unas vides, estrujó sus frutos, los dejó macerar et voilà, ¡inventó el vino!

Por eso los armenios creen a pies juntillas que el néctar de la vida tiene origen en sus pagos y todos los demás son unos copiotas. Pero la inquina la reservan para la falacia esa de que el coñac se inventó en Cognac.

Según su punto de vista, agentes secretos franceses les robaron a ellos la fórmula, le pusieron el nombre de Napoleón y con un poco de marketing...

Si alguna vez os acercáis a visitar una bodega por allí, esta es la historia que os van a intentar colar. Y para demostrároslo (y que luego paséis por la tienda con espíritu jovial en el manejo de la billetera), os abrirán unas cuantas botellas de degustación.

Para qué discutir. Con el frío que hace en aquellas cuevas.

martes, 22 de abril de 2014

Vida de perros

Automóvil clásico descapotable rojo con perro.

Nada, ropa chula, gafas de marca, coche caro con chófer humano y aun así no había manera.

Ya no sabía qué hacer para que se fijara en él cuando se cruzaban por la calle.

La hermosa cocker spaniel le traía completamente loco.