viernes, 7 de febrero de 2025

Murallas

Fortaleza de Bujará.

Murallas.

Existen tantas murallas como lugares donde alguna vez el ser humano deseó comenzar a vivir.

Y el ser humano soñó con arrebatarle al ser humano su suelo.

Unas son ciclópeas, casi erigidas para albergar gigantes.

Otras construyen la infancia (si no sabes nada de Exin Castillos… Lo siento, qué infancia tan desgraciada).

Murallas de piedra, murallas de adobe. Lienzos de madera triste. Murallas que se yerguen y también se inclinan. Murallas clavadas en la tierra, profundas, rodeando a toda costa su escondido corazón.

Almenas, fosos, bastiones, murallas que desafían olas. Murallas impenetrables, llenas de hosco ingenio… salvo que Odiseo sienta el suyo emerger.

Murallas de torres con sombrero de pico. Murallas antiguas, quinientos, mil o más años, donde escuchamos cada noche el eco de una trompeta espectral.

Murallas envueltas en esa niebla blanca que dicen respiran los dragones.

Murallas que salvan, tras cuya puerta de pesado hierro disfrutamos de alimento y calor.

Murallas que aíslan, desgarran manos, queman del otro lado ojos, garganta y piel.

Murallas de cuento, murallas sin cuento.

Murallas por descubrir y a las que susurrar adiós.

4 comentarios:

Beauséant dijo...

Otra cosa no, pero haciendo murallas y matándonos, pocos superan a la humanidad, ¿verdad?

Fackel dijo...

Las murallas mentales son las más delicadas, en unos se muestran fuertes, en otros se derrumban a los primeros embates externos.

Ah, me viene ahora de pronto y te recomiendo, si no la conoces:

"El desierto de los tártaros", de Dino Buzzati.

Porque "La muralla china", de Franz K. el de Praga sí que la conocerás.

Mannelig dijo...

Muy cierto, nadie lo hace tan bien como nosotros. Quizá debería haber escrito «donde alguna vez el ser humano deseó comenzar a no vivir».

Mannelig dijo...

Muchas gracias. De hecho, inspirado en la sugerencia, voy a ponerme ahora mismo la banda sonora de Morricone para El desierto de los tártaros...