Recuerdo haber caminado por las calles de Susa.
Recuerdo su playa, sus barcas de pescadores y un velero que recorría lentamente el horizonte.
Recuerdo sus azoteas y sus muros blancos.
Recuerdo la mezquita y el ribat, a cuya torre más alta subí con mi vieja cámara de carrete.
Recuerdo que, en el patio, unos gatitos se alimentaban de su madre.
Recuerdo su ronroneo y sus ojos semicerrados.
Recuerdo gente cordial, gente trabajando, gente viviendo.
Recuerdo...
(En recuerdo de las víctimas de los atentados de Susa).