lunes, 6 de abril de 2020

El asedio (XIX)

Violinista en concierto.

Al señor del segundo, en el edificio de enfrente, parece que le vaya a dar un yuyu.

Ventana abierta, móvil en mano y cigarrillo en ristre, lo agita como si fuera el arco de un violín a punto de desencordarse. ¡Agitato, feroce, presto con fuoco!

Calma hombre, calma, contempla el jardín. Imagínate la caricia del atardecer, el susurro de los brezos…

Anda que no nos queda todavía asedio.

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