sábado, 11 de abril de 2020

El asedio (XXIV)

Amanecer con estelas de aviones.

Color ceniza: no me gusta.

Mi herencia romana tiene en esto más peso que la celta, con sus robles ocultos bajo perennes brumas.

Yo prefiero que, al abrir los ojos, lo primero del día sea un cielo azul. Con un punto más de magenta que de cian, ya que estamos.

Puede haber nubes, por supuesto. E incluso esas aeropistas por donde pasan los reactores y sus estelas de condensación a veces tienen cierta gracia.

Ahora, si ya empezamos la jornada directamente con grises, hum… Lleva a plantearse lo de salir de debajo de las sábanas.

Otro sábado de asedio.

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