Valoración: Entretenido ✮✮✮✩✩
Música: The Lost Galaxy, de Ettore Stratta ♪♪♪
Después de lecturas un poco densas me apetece zambullirme en algo más «suave». Más de entretenimiento puro, sin dudas estratosféricas por medio. ¿Estratosféricas? Ah, pues no es mala idea la de abandonar nuestra gravedad al efecto.
El título en el que vienen a fijarse mis ojos escrutadores es Amo del espacio. Cuenta atrás para la ignición…
La novela más famosa de Fredric Brown debe de ser la divertida Marciano, vete a casa. No obstante, dio a la imprenta numerosos cuentos cortos en los que los giros inesperados consiguen atraparnos como imanes y no soltarnos ya hasta el punto final. El volumen de hoy recopila varios de ellos.
Así, en Verde Tierra tenemos a un náufrago que ansía, mientras recorre el peligroso lugar donde se estrelló años atrás con una «mano femenina» que le aporta resiliencia en el hombro, volver a disfrutar del color de la hierba frente al púrpura de los bosques locales. ¡Una nave, una nave ha visto la señal de su pistola de rayos! ¡Desciende!
En Sirio Cero los viajes interestelares son igual de comunes, aunque encontrarse con un planeta no cartografiado en un viaje comercial de rutina —el perenne negocio de las tragaperras— y que en él residan un antiguo conocido y una estrella de cine despampanante resulta turbador.
Ratón estelar nos enseña que el primer ser vivo en despegar de nuestro suelo no fue humano, ni tampoco cánido ni primate. Un representante de los roedores tuvo ese honor, pilotando el invento de un científico con acusado acento alemán. Y los efectos al cruzarse su trayectoria con la de un asteroide camuflado, hogar de una raza alienígena inteligente, fueron…
Pi en el cielo y la fuerza que «mueve» las estrellas de su posición habitual. Llamada, donde el último hombre que ha sobrevivido a la extinción de la especie escucha tocar a la puerta. Ven y enloquece, en el que un periodista ha de hacerse pasar por orate para que lo ingresen y tener oportunidad de investigar cierto misterio en el manicomio, aunque la pura realidad es que él es Napoleón y se lo tenía callado…
Etcétera. Lo dicho, a entretenerse tocan.