Valoración: ¡Anatema! ✮✩✩✩✩
Música: Bajo el sol de Satán, de Henri Dutilleux ♪♪♪
Hay quienes consideran esta novela como obra referencial de la literatura francesa. Hasta se rodó una película de prestigio basada en ella.
Yo, por mi parte, pienso otra cosa menos halagadora.
¡¿Pero qué narices escribió Georges Bernanos?! ¡¿De qué va Bajo el sol de Satanás?!
Mira que el prólogo genera buenas sensaciones: el embarazo de la jovencísima Mouchette, la visita que su padre hace al marqués de Cadignan para que se reconozca como progenitor, la negativa de este, la intensa escena en que la propia «desdichada» le visita de noche en su mansión…
El giro súbito hacia otro admirador, el casado doctor Gallet, que colorea a la pretendida víctima de tonos mucho más manipuladores de lo esperado…
Pero de repente, ¡puf!, aparece un cura, el abate Donissan, que se postula como figura central de la historia, y todo deriva en un sinsentido.
Puedo hacer un análisis gramatical o sintáctico de las frases, ¡pero no lógico! Vuelvo atrás, recorro cada línea con atención, intento apuntalar los andamios ¡y no consigo entender una palabra de lo que estoy leyendo!
Dos largas horas, ya replegada en sí misma, inmóvil, ya revolcándose en tierra con rabia convulsiva y muda, más tarde aniquilada por un sueño espantoso, creyó que perdía la razón, que descendía uno a uno los negros escalones.
Colijo una especie de lucha mística entre el hombre de la sotana y el maligno encarnado, algún tipo de reflexión sobre la santidad en tiempos racionalistas —o, a lo mejor, simplemente un exceso de visiones psicodélicas— y abandono un esfuerzo inútil, que me quita más de lo que me da.
Llego al capítulo final con prisas y ofuscado.
¿Referencial? A la papelera o al purgatorio. Ahí lo dejo.