domingo, 1 de enero de 2023

2023

Contemplo con estupor la montaña de libros apilados en el escritorio, amenazando avalancha, esperando a alguna brevísima nota que no acaba de nacer.

Contemplo con estupor nuestro mundo. Ese que aún es —y lo será por siempre— un remedo de manicomio, donde cordura e insania dibujan sueños y pesadillas sobre el mismo lienzo.

Contemplo con estupor dos ojos condenados a las fronteras de un marco. Que miran con estupor a dos ojos. Que miran a dos ojos. Que miran a dos ojos. Que miran a…

Y no saben a qué lado del espejo se encuentran.

Contemplo con estupor las palabras que acabo de escribir. No sé qué sentido tienen. ¿No es hoy 1 de enero? ¿No debería expresar algo como «Buen año»? ¿O como «Os deseo una vida plena»?

Mejor así, sin duda. Os deseo una vida plena. Donde cada paso tropezado sea el preludio a otro más grande. Donde el amanecer y la puesta de sol sean las únicas barreras capaces de alzarse frente a vuestro horizonte.

Siempre.




2 comentarios:

Edurne dijo...

Muy acertada esta entrada tuya,mucho. La comparto y suscribo. Y también te acompaño en el estupor de las montañas de libros pendientes de lectura que amenazan con desplome sin remedio.
Buena andadura por este recién sendero que no se sabe hasta dónde nos llevará...
Abrazo.
;)

Edurne dijo...

Recién estrenado sendero quería decir... ¡Ay!