miércoles, 26 de junio de 2019

Dueling Chanters

Concierto de Carlos Núñez y The Chieftains.

Un tal Carlos Núñez, un tal Paddy Moloney, unos que se hacen llamar los Chieftains...

Suena una flauta, un arpa, un fiddle, un whistle, un bodhrán, una gaita...

La música se entrelaza, se funde, convertida en una corriente de alegría.

Y todos los que estamos ahí la compartimos.

martes, 18 de junio de 2019

Psicopolítica

Clave de lectura: ¿Vivimos en un gran engaño acerca de nuestra libertad individual?
Valoración: Bueno, aunque algo especulativo ✮✮✮✮✩
Música: Las vidas de los otros, de Gabriel Yared ♪♪♪
Portada del libro Psicopolítica, de Byung-Chul Han.

Psicopolítica: con este título llevo un rato dudando. ¿Lo elogio o no? En caso positivo, ¿mucho o poco?

En un extremo de la balanza, las ideas que en él plasma Byung-Chul Han me despiertan un interés innegable. De hecho, trata uno de los temas que más me hacen pensar: la libertad.

¿Somos de verdad libres en la sociedad contemporánea? ¿Somos dueños de nuestras vidas, del modo de vivir que deseamos?

Se nos ha enseñado que sí, que en un sistema donde cada ciudadano tiene derecho a participar, las decisiones que se toman en común son una extensión de nosotros mismos.

Ahora bien, dice Han, ¿y si fuerzas en la sombra hicieran uso de la psicología para hacernos creer precisamente eso? Que nuestras decisiones son tomadas por propia voluntad, cuando no es así.

Según él, en el «capitalismo neoliberal» se ejerce poder sin necesidad de coerción ni violencia, sino a través de mecanismos de condicionamiento combinados con técnicas de big data.

Comienza con las huellas que deja cualquier actividad en las redes: compras, búsquedas, mensajes, comentarios, gustos y disgustos... En la era de la hiperconectividad, todo está relacionado.

El panóptico digital se sirve de la revelación voluntaria de los reclusos. La iluminación propia y la autoexplotación siguen la misma lógica. En el panóptico digital no existe ese Big Brother que nos extrae informaciones contra nuestra voluntad. Por el contrario, incluso nos ponemos al desnudo por iniciativa propia.

La suma de interrelaciones va construyendo entonces un perfil que nos define, igual que una ventana a nuestro interior. Y con muchos interiores se crea un subconsciente colectivo.

El siguiente paso será encauzarnos para apoyar ideas que convengan en diversos ámbitos. Siempre invisibles. Siempre efectivas, porque estaremos seguros de que nos enraizamos en el libre pensamiento.

Yo no soy yo. Nosotros no somos cada uno de nosotros, sino quienes quieren que seamos. Además, ignorantes, nos sometemos de buen grado.

Pero, ¿por qué necesito ponderar el otro extremo? ¿De dónde surgen mis dudas para calificar la lectura?

Quiero pruebas. Pruebas, pruebas, pruebas. Mi lado más escéptico pugna con el intuitivo.

Ahí radica el punto menos logrado del libro: cómo demostrarlo. El filósofo nos lanza la advertencia, pero la defiende solo de forma retórica, sin profundizar lo suficiente. Parecido, salvando las distancias cualitativas, a una teoría de la conspiración.

En fin, tras tomar todo en cuenta, le doy el visto bueno.


martes, 11 de junio de 2019

Feliz norte

Clave de lectura: Periplo de un beninés que acaba en Noruega.
Valoración: Podría haber sido mejor ✮✮✮✩✩
Música: Barmhjertige Søstre, de Sidsel Endresen ♪♪♪
Portada del libro Feliz norte, de Árpád Kun.

No es que Feliz norte sea una mala novela, al contrario. Árpád Kun ha ganado un premio con ella y entra dentro de lo razonable.

Pero entre razonable y singular hay un trecho. Tal como se desarrolla la primera parte, crea unas expectativas mayores de las que luego cumple.

Al principio, como digo, resulta un hallazgo el mundo de Aimé Billion, el protagonista. Nacido en Benín, de madre africana y padre franco-vietnamita, se cruza por la calle con vivos y muertos por igual. También los dioses y espíritus del vudú ejercen su influencia sobre el destino de cada persona.

Su abuelo es un hechicero sanador con el poder de Legba, la abuela resucita en otro cuerpo tras enfrentarse en el más allá a un morabito que amenaza a la tribu de los bnokimos, y su madre se acompaña siempre de serpientes para recordar que casi se convirtió en sacerdotisa de Dan, la pitón desganada aunque benévola.

La segunda parte parece querer continuar en esta línea. Ya adulto, Aimé decide aprovechar la nacionalidad europea del padre y emigrar. Aterriza en Francia, donde se encuentra consigo mismo, un «yo alternativo» con la vida que habría tenido de haber tomado la misma decisión muchos años antes.

Y continúa su periplo hasta Noruega, donde se asienta sin problemas gracias a su genial facilidad para los idiomas.

Me pasé el día conduciendo por angostas y enrevesadas carreteras. Mis espíritus me seguían; unos, escondidos tras las frías ramas de abetos y abedules luciendo barbas de liquen; otros, volando sobre los hormigueros construidos de hojas aciculares, por encima de helechos verdes y marrones, de setas de sombreros colorados; algunos corrían a galope tendido mientras otros reposaban sobre las crestas abruptas de las montañas como una masa de vapor lanosa que se forma tras la lluvia, para no volver a mi lado nunca más.

¿Podrá ser feliz en un ambiente tan distinto al que está acostumbrado, la granja de la Cascada Loca en el municipio del Cerro del Gallo, donde los habitantes leen las noticias del Cuerno Vikingo? Lo descubriremos tanto en esta segunda como en la tercera parte.

Y es justo en las transiciones donde flojea. La especie de «realismo mágico» que la había venido caracterizando se diluye y, si bien sigue salpicando ciertos aspectos del relato, este se convierte en un «realismo realista» más prosaico.

Hay que esperar a las últimas páginas para que el propio autor nos aclare el cambio de rumbo. Efectivamente está buscado y tiene un porqué.

En resumen: están locos estos noruegos…


miércoles, 5 de junio de 2019

Las dudas de la física en el siglo XXI

Clave de lectura: De dónde venimos, dónde estamos y adónde vamos en física.
Valoración: Muy interesante ✮✮✮✮✩
Música: Tema de Big Bang Theory, de Barenaked Ladies ♪♪♪
Portada del libro Las dudas de la física en el siglo XXI, de Lee Smolin.

Este es uno de los libros más complejos que supongo leeré en la vida. A pesar del esfuerzo de su autor, Lee Smolin, por adaptarse a un registro de comunicación «popular».

Porque Las dudas de la física en el siglo XXI quiere describirnos los misterios más profundos de la existencia. ¿Es la teoría de cuerdas un callejón sin salida?

Por mucho que creamos haber avanzado en desvelarlos, ahí siguen, quitándonos el sueño. En realidad, según la tesis de Smolin, parece que llevamos un tiempo atascados.

Para llegar a tal conclusión, nos hace un recorrido previo por las ideas de personajes como Newton, Maxwell, Planck, Einstein, Schrödinger, Heisenberg, Feynman o Hawking, enseguida reconocibles por los profanos.

Y luego por el trabajo de nombres algo menos divulgados, pero cuyas mentes continúan la labor de aquellos clásicos: Connes, Susskind, Horowitz, Magueijo, Maldacena o él mismo.

A quienes actualmente se les presentan cinco grandes retos:

  1. Combinar la relatividad general con la teoría cuántica.
  2. Solucionar los propios problemas de base de la mecánica cuántica.
  3. Descubrir si las partículas e interacciones —electromagnética, gravitatoria, nuclear fuerte y nuclear débil— pueden explicarse de forma unificada.
  4. Comprender los valores de las constantes libres en el modelo estándar.
  5. Averiguar qué son la materia y la energía oscuras.

Unificación. Teoría M. Supersimetría. Pasado, presente y futuro de la teoría de cuerdas. Crítica demoledora y nuevos enfoques.

Abandonar la teoría de cuerdas no significa abandonar la ciencia, sino tan solo abandonar una dirección que en su día fue la preferida pero que fracasó en proporcionar lo que se esperaba de ella, y dirigir nuestra atención a otras alternativas que ahora parecen poder conducirnos al éxito.

Gravedad cuántica de bucles. Cuál es la naturaleza de la ciencia y por qué a veces los científicos, como cualquier otra persona, se dejan llevar por el grupo en vez de arriesgarse a ser visionarios...

Difícil. Y fascinante.


miércoles, 29 de mayo de 2019

Gente de la calle de los sueños

Clave de lectura: Vida de los habitantes de un barrio de Osaka.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Cuentos de Terramar, de Tamiya Terashima y Carlos Núñez ♪♪♪
Portada del libro Gente de la Calle de los sueños, de Teru Miyamoto.

Gente de la calle de los sueños se podría describir como novela costumbrista. Más o menos.

Las costumbres que narra Teru Miyamoto se ambientan en Osaka. Incluso, según una nota del traductor, escribe en un dialecto de la zona.

¿Qué ocurre por aquellos pagos? ¿Quiénes se relacionan día a día en el barrio? ¿Cuáles son sus preocupaciones?

Tenemos a Haruta, poeta no publicado, hilo conductor del relato. Ama en silencio a la estudiante de peluquería Mitsuko.

Mitsuko anda muy preocupada por el joyero que encontró en la calle y no ha entregado a la policía. Piensa que Ryuichi podría ayudarla.

Ryuichi intenta ocultar los tatuajes que delatan su pasado. Junto a su hermano Ryuji, antiguos miembros de la yakuza, han vuelto para ayudar en la carnicería del padre.

A pesar de que los hermanos de la carnicería Tatsumi tenían cara de malos y eran muy brutos en su manera de hablar, nunca trapicheaban en su floreciente negocio. Antes al contrario; eran, con diferencia, más escrupulosos con el género que ninguna otra carnicería o supermercado. La carne que llevaba el cartel: «Artículo recomendado del día» tenía garantías de ser barata y buena.

Hay quien sospecha de ellos porque dos motoristas han destrozado el minúsculo local de la viuda Tomi.

Aunque las malas lenguas tampoco dejan de señalar a Gonyi, presidente de la asociación de comerciantes. Si consiguiera desahuciar a la anciana inquilina, ¿no obtendría los votos que controla el casero Furukawa en las elecciones a la asamblea de distrito?

Tetsutaro, el adolescente que roba en la relojería familiar, quizá haya dejado embarazada a su novia Rie, hija del dueño del pachinko.

Y muchos otros personajes pueblan estas páginas, un microcosmos donde todos los vecinos tejen sus vidas.

Un buen ejemplo de que, si existe un rasgo que defina a las personas de cualquier lugar, no importa lo remoto que se dibuje en el mapa, es la universalidad de los sentimientos.


jueves, 23 de mayo de 2019

Para combatir esta era

Clave de lectura: Reflexión sobre lo que significan el fascismo, la democracia, la libertad…
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: Obertura «Coriolano», de L. van Beethoven ♪♪♪
Portada del libro Para combatir esta era, de Rob Riemen.

Hoy hablaremos de un texto que nos ayuda a ser más conscientes de dónde pisamos: Para combatir esta era. Consideraciones urgentes sobre fascismo y humanismo.

Ese es su título completo. Y Rob Riemen el nombre de su autor.

Consta de dos ensayos con fuertes vínculos de fondo: El eterno retorno del fascismo y El regreso de Europa. Sus lágrimas, sueños y hazañas.

En el primero de ellos encontramos una combativa reflexión sobre lo que es el fascismo. Atención al matiz: lo que es por naturaleza, aparte de sus mutables caretas.

Un término tan degradado, que todos negarán formar parte de él. Populismo, nacionalismo, cualquier expresión suavizada despierta menos rechazo.

«¡No somos fascistas, somos un partido a favor de la libertad! ¡Somos defensores de valores humanistas y judeocristianos! ¡Muchos intelectuales nos apoyan! ¡Más y más jóvenes están votando por nosotros! ¡No somos violentos! ¡Somos antifascistas!». Así sonarían sus gritos de desvinculación.

¿Podemos entonces festejar su desaparición de nuestras sociedades? ¿No vemos evidencias de lo contrario?

Las instituciones encargadas de protegernos existen solo por gracia de la confianza que las personas tienen en ellas. Demos el poder a demagogos y a charlatanes, usemos los medios masivos de comunicación para alentar la idea de que este líder, este político antipolítico, es la única persona que puede salvar al país, y entonces las instituciones constitucionales y políticas desaparecerán, tan rápìdo como las autoridades se volverán impotentes, pues ya nadie creerá en ellas.

En cuanto a la segunda parte, Riemen quiere recordarnos el significado de ciertos conceptos que parece estuvieran ahí de decorado: democracia, libertad y civilización.

Lo hace de forma biográfica, narrando un viaje a paisajes alpinos como huésped de hoteles donde alguna vez se alojaron Mann, Hesse, Rilke, Einstein, Chagall, Klemperer, Menuhin…

Invitado a seminarios de reflexión sobre la idea de Europa, conoce a interlocutores que le dan motivos para irritarse y a otros cuya humilde profundidad le maravilla.

Y comparte lo que escucha con nosotros.

Más luz para una era de inesperadas penumbras.


miércoles, 15 de mayo de 2019

El error

Clave de lectura: Un autor consagrado nos cuenta sus historias.
Valoración: Pues vale... ✮✮✩✩✩
Música: Three Inventions, de George Benjamin ♪♪♪
Portada del libro El error, de César Aira.

Tengo un problema.

O a lo mejor lo tiene el resto del mundo, quién sabe. ¿Por qué a la gente le gusta tanto César Aira y a mí no consigue convencerme?

El error, según mis cuentas, es su cuarto libro que leo, y lo que resulta evidente es que escribe bien. Es decir, su uso del lenguaje y de los recursos estilísticos es irreprochable.

Pero si desciendo a lo básico, al corazón de lo que significa imaginar y contar historias... Las suyas no me interesan, así de triste.

En el título que nos ocupa esto supone un verdadero fastidio, ya que siento que me he quedado más cerca que con los anteriores. Gracias sobre todo al comienzo.

Tenemos a dos parejas en un jardín salvadoreño donde se exhibe la obra de un famoso escultor: ¿quiénes son? ¿Por qué están en ese lugar? ¿Tienen algo que ver con la guerra civil que asola el país?

¿Y el escultor? ¿Cómo ha logrado su renombre?

De repente el hilo se cierra y surge otro paralelo, donde la protagonista es una mujer presa que se relaciona por carta con el mismo artista. Había matado a su marido con una roca de oro, después de lo cual se adentró en la selva y encontró refugio en una hacienda solitaria.

El desconocido advirtió que la mujer prefería no entrar en detalles sobre su pasado, y con discreción no hizo preguntas. Supuso que huía de algo, como tantos otros. Sin ir más lejos, sus asistentes y criados habían huido también, y lo habían dejado solo. Cuando se lo dijo, ella se asombró: ¿no estaban allí, en el corazón de la selva, en el sitio más tranquilo y protegido que podía ofrecer el país en esos momentos?

Me resigno a abandonar la primera trama sin respuestas e introducirme con la mejor voluntad en la segunda, hasta que… ¡Otra vez! Nuevo golpe de efecto avant-garde y a mitad de camino se vuelve a interrumpir la narración.

Ahora da paso a un famoso bandolero cuyas aventuras inspiran los folletines que se leen en la cárcel. Por complacer a su esposa, planea sustraer y retocar el busto del padre que, en opinión de ella, no representa sus facciones cabalmente y que se encuentra en un impenetrable Palacio de las Ciencias.

Todo relacionado de alguna manera, puede ser, pero todo desgraciadamente inconcluso. Como si el autor siempre dijera a la mitad: «Ya no sigo, ahí os quedáis».

Pues vaya gracia.


miércoles, 8 de mayo de 2019

La historia del heavy metal

Clave de lectura: El heavy no es tan heavy (a veces sí).
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Enter Sandman, de Metallica ♪♪♪
Portada del libro La historia del heavy metal, de Andrew O'Neill.

Cuántas variantes hay que aprenderse. Si tuviera que pasar un examen…

Protoheavy, black metal, thrash metal, death metal, brutal death metal, death metal técnico, death metal melódico, death metal sueco, blackened death metal, dead-thrash, doom, crossover, power metal, grindcore

Un momento, que me acuerde: ¿el grindcore era…? ¿Qué era?

Este libro sirve para aclararlo: La historia del heavy metal, de Andrew O’Neill.

Diría que sobre todo se dirige a «paracaidistas» como yo, con ideas algo generales sobre el género, basadas en unos cuantos grupos famosos, pero que deseamos ampliar nuestra cultura mientras practicamos el headbanging.

El término apareció por primera vez en la literatura en 1962. Lo usó William Burroughs en su novela La máquina blanda, en la que aparece un personaje conocido como «Uranian Willy, the heavy metal kid». Y en su novela de 1964 Expreso Nova describe a la gente como «heavy metal». En 1968, Steppenwolf fue el primer grupo en usarlo en una canción; Born to be Wild habla del «trueno heavy metal» de las motos.

Quizá presente una salvedad: la traducción más adecuada sería «una historia», y no «la historia». O'Neill se guía por gustos personales y su olimpo —o su hades tenebroso, según se mire— lo ocupan ciertas formaciones mientras pone a otras a caer de un burro.

Metallica son los amos. Y Sepultura. Y Pantera. Y Black Sabbath, Judas Priest o Motörhead. Pero cualquier cosa que huela a, pues… Mötley Crue o Guns N’Roses, por ejemplo, no son dignos de arrastrarse por este mundo.

Y a Dream Theater se lo toma por el pito del sereno. La discusión está servida.

P. D.: Pues no, no consigo que a mí me guste Sepultura.

P. D.: En la página 25 se promete que aficionarse al heavy te hace más sexi. Ya os contaré...


lunes, 29 de abril de 2019

El poder de los sin poder

Clave de lectura: Responsabilidad frente a ideología. Verdad frente a mentira.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: Sinfonietta (5º movimiento), de Leos Janácek ♪♪♪
Portada del libro El poder de los sin poder, de Václav Havel.

En El poder de los sin poder, Václav Havel explica las razones para luchar por que todos los ciudadanos, no solo algunos beneficiados, tengan la primera y la última palabra en política.

Se trata de un libro de cierta complejidad, vaya por anticipado. Hay que leerlo con atención para apreciar la riqueza de su pensamiento.

Por supuesto, el autor habría pasado por el mundo de forma más tranquila si, en lugar de encarnar a la disidencia checoslovaca a través de la Carta 77 y el Foro Cívico, hubiera mirado al suelo, resignado a la suerte de su país.

Sin embargo, eligió defender la democracia «al estilo occidental», en un momento en que, de hacer caso a la propaganda, el paraíso de la igualdad lo representaban las «repúblicas populares».

(Hay quienes aún lo creen, por cierto. No se les caen las anteojeras).

Prefirió el pluralismo y la variedad de coloridos al camino monolítico, la uniformidad y la disciplina.

El sistema postotalitario es sólo un aspecto —drástico y por eso más iluminador su verdadero origen— de esta incapacidad general del hombre moderno para ser «dueño de la situación»; la «autocinesis» de este sistema es sólo una versión particular y extrema de la «autocinesis» global de la civilización de la técnica; la mentira, de la que es su espejo, es sólo una de las variantes de la mentira esencial del hombre moderno.

En su obra contrapone conceptos como responsabilidad individual al sistema postotalitario y a la ideología, esa coartada que tanto se usa para no discrepar.

Y acaba desembocando en la gran decisión, la definitiva que hemos de tomar: vivir en la verdad o vivir en la mentira.

Voces tan comprometidas como la de Havel, cuánto las necesitamos…


miércoles, 24 de abril de 2019

Sobre la tiranía

Clave de lectura: Lecciones que aprender del siglo XX.
Valoración: La más alta posible ✮✮✮✮✮
Música: Concierto de Varsovia, de Richard Addinsell ♪♪♪
Portada del libro Sobre la tiranía, de Timothy Snyder.

Mientras lo voy leyendo, entiendo que este libro y yo estamos hechos el uno para el otro. Y, cuando lo he terminado, me resisto a devolverlo a su estante.

Sobre la tiranía, de Timothy Snyder.

Sus veinte lecciones que aprender del siglo XX se transforman en aspiraciones personales, como reflejadas sobre un espejo de papel.

No obedezcas por anticipado. Defiende las instituciones. Cuidado con el Estado de partido único. Recuerda la ética profesional...

Cree en la verdad. Investiga. Contribuye a las buenas causas. Aprende de tus conocidos de otros países...

Cada lección, engañosamente sencilla por su brevedad, se explica mediante ejemplos históricos, aunque no muy lejanos en el tiempo.

La última manera [de que muera la verdad] es la fe que se deposita en quienes no la merecen. Tiene que ver con el tipo de afirmaciones autodeificantes que hacía el presidente [Trump] cuando decía que «Solo yo puedo resolverlo» o «Yo soy vuestra voz». Cuando la fe desciende de los cielos a la tierra de esa manera, no queda sitio para las pequeñas verdades de nuestro discernimiento y nuestra experiencia personales.

Y además cita como referencias unos cuantos libros más sobre los que ya estoy deseando poner los ojos.

Un flechazo