martes, 2 de julio de 2019

Los espacios de la muerte viviente

Clave de lectura: Una idea conduce a otra, que conduce a otra, que…
Valoración: Asombroso ✮✮✮✮✮
Música: Suite para violonchelo nº 1 (I.Preludio), de J.S. Bach ♪♪♪
Portada del libro Los espacios de la muerte viviente, de László F. Földényi.

Pongámonos en situación: en el Museo de Berlín hay un cuadro, Vista arquitectónica, pintado por Francesco di Giorgio Martini alrededor de 1490.

László F. Földényi se para delante y nos describe la escena: edificios, materiales, distribución, algunos barcos al fondo…

Y de repente, en el primer piso del edificio de la derecha, nota una persiana abierta. No ocurre en ningún otro ventanal. Solo ese detalle escapa a la perfecta simetría de una ciudad que no parece viva.

Que no parece humana.

Partiendo de aquí, comienza a tejer la explicación de muchas cosas: relatos de Kafka, imágenes de Chirico, el panóptico de Bentham, el significado detrás de las grandes construcciones nazis y soviéticas…

Solo puedo quedarme con la boca abierta hasta que llego a la última página de Los espacios de la muerte viviente. ¿De dónde surgen mentes como la de este autor? ¿De qué manera nacen las ideas que plasma en su ensayo?

¡Qué despliegue tan increíble de pensamiento asociativo!


viernes, 28 de junio de 2019

Miedo

Clave de lectura: Drama psicológico sobre los miedos y deseos profundos de una mujer.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Vals «Sangre vienesa», de Johann Strauss hijo ♪♪♪
Portada del libro Miedo, de Stefan Zweig.

Lo primero que pensé, tras leer las primeras páginas de Miedo, fue que a lo mejor el argumento se había quedado desfasado.

Ambiente vienés fin de siècle, en el que una dama de buena posición se ve sorprendida por otra mujer que la acusa mientras visita a su amante...

El temor al escándalo social si la aventura se hiciera pública...

Pues eso, quizá algo pegado a su época como para apreciarlo hoy en día. Craso prejuicio por mi parte.

Porque la situación deriva hacia una angustia que no entiende de épocas, que crece en el interior de la protagonista, agotándola, cambiándola física y mentalmente hasta abrir profundos surcos en su vida.

¿Es el joven pianista apasionado el hombre a quien de verdad desea o apenas una excusa? ¿Merece o no la pena sacrificar esa pasión a cambio de una existencia acomodada junto a su amable marido y sus hijos? ¿Podrá el chantaje de su rival, que la persigue implacablemente, conducirla a... a...?

Por algo tiene Stefan Zweig ganado su renombre.


miércoles, 26 de junio de 2019

Dueling Chanters

Concierto de Carlos Núñez y The Chieftains.

Un tal Carlos Núñez, un tal Paddy Moloney, unos que se hacen llamar los Chieftains...

Suena una flauta, un arpa, un fiddle, un whistle, un bodhrán, una gaita...

La música se entrelaza, se funde, convertida en una corriente de alegría.

Y todos los que estamos ahí la compartimos.

martes, 18 de junio de 2019

Psicopolítica

Clave de lectura: ¿Vivimos en un gran engaño acerca de nuestra libertad individual?
Valoración: Bueno, aunque algo especulativo ✮✮✮✮✩
Música: Las vidas de los otros, de Gabriel Yared ♪♪♪
Portada del libro Psicopolítica, de Byung-Chul Han.

Psicopolítica: con este título llevo un rato dudando. ¿Lo elogio o no? En caso positivo, ¿mucho o poco?

En un extremo de la balanza, las ideas que en él plasma Byung-Chul Han me despiertan un interés innegable. De hecho, trata uno de los temas que más me hacen pensar: la libertad.

¿Somos de verdad libres en la sociedad contemporánea? ¿Somos dueños de nuestras vidas, del modo de vivir que deseamos?

Se nos ha enseñado que sí, que en un sistema donde cada ciudadano tiene derecho a participar, las decisiones que se toman en común son una extensión de nosotros mismos.

Ahora bien, dice Han, ¿y si fuerzas en la sombra hicieran uso de la psicología para hacernos creer precisamente eso? Que nuestras decisiones son tomadas por propia voluntad, cuando no es así.

Según él, en el «capitalismo neoliberal» se ejerce poder sin necesidad de coerción ni violencia, sino a través de mecanismos de condicionamiento combinados con técnicas de big data.

Comienza con las huellas que deja cualquier actividad en las redes: compras, búsquedas, mensajes, comentarios, gustos y disgustos... En la era de la hiperconectividad, todo está relacionado.

La suma de interrelaciones va construyendo entonces un perfil que nos define, igual que una ventana a nuestro interior. Y con muchos interiores se crea un subconsciente colectivo.

El siguiente paso será encauzarnos para apoyar ideas que convengan en diversos ámbitos. Siempre invisibles. Siempre efectivas, porque estaremos seguros de que nos enraizamos en el libre pensamiento.

Yo no soy yo. Nosotros no somos cada uno de nosotros, sino quienes quieren que seamos. Además, ignorantes, nos sometemos de buen grado.

Pero, ¿por qué necesito ponderar el otro extremo? ¿De dónde surgen mis dudas para calificar la lectura?

Quiero pruebas. Pruebas, pruebas, pruebas. Mi lado más racional pugna con el intuitivo.

Ahí radica el punto menos logrado del libro: cómo demostrarlo. El filósofo nos lanza la advertencia, pero la defiende solo de forma retórica, sin profundizar lo suficiente. Parecido, salvando las distancias cualitativas, a una teoría de la conspiración.

En fin, tras tomar todo en cuenta, le doy el visto bueno.


martes, 11 de junio de 2019

Feliz norte

Clave de lectura: Periplo de un beninés que acaba en Noruega.
Valoración: Podría haber sido mejor ✮✮✮✩✩
Música: Barmhjertige Søstre, de Sidsel Endresen ♪♪♪
Portada del libro Feliz norte, de Árpád Kun.

No es que Feliz norte sea una mala novela, al contrario. Árpád Kun ha ganado un premio con ella y entra dentro de lo razonable.

Pero entre razonable y singular hay un trecho. Tal como se desarrolla la primera parte, crea unas expectativas mayores de las que luego cumple.

Al principio, como digo, resulta un hallazgo el mundo de Aimé Billion, el protagonista. Nacido en Benín, de madre africana y padre franco-vietnamita, se cruza por la calle con vivos y muertos por igual. También los dioses y espíritus del vudú ejercen su influencia sobre el destino de cada persona.

Su abuelo es un hechicero sanador con el poder de Legba, la abuela resucita en otro cuerpo tras enfrentarse en el más allá a un morabito que amenaza a la tribu de los bnokimos, y su madre se acompaña siempre de serpientes para recordar que casi se convirtió en sacerdotisa de Dan, la pitón desganada aunque benévola.

La segunda parte parece querer continuar en esta línea. Ya adulto, Aimé decide aprovechar la nacionalidad europea del padre y emigrar. Aterriza en Francia, donde se encuentra consigo mismo, un «yo alternativo» con la vida que habría tenido de haber tomado la misma decisión muchos años antes.

Y continúa su periplo hasta Noruega, donde se asienta sin problemas gracias a su genial facilidad para los idiomas.

¿Podrá ser feliz en un ambiente tan distinto al que está acostumbrado, la granja de la Cascada Loca en el municipio del Cerro del Gallo, donde los habitantes leen las noticias del Cuerno Vikingo? Lo descubriremos tanto en esta segunda como en la tercera parte.

Y es justo en las transiciones donde flojea. La especie de «realismo mágico» que la había venido caracterizando se diluye y, si bien sigue salpicando ciertos aspectos del relato, este se convierte en un «realismo realista» más prosaico.

Hay que esperar a las últimas páginas para que el propio autor nos aclare el cambio de rumbo. Efectivamente está buscado y tiene un porqué.

En resumen: están locos estos noruegos…


miércoles, 5 de junio de 2019

Las dudas de la física en el siglo XXI

Clave de lectura: De dónde venimos, dónde estamos y adónde vamos en física.
Valoración: Muy interesante ✮✮✮✮✩
Música: Tema de Big Bang Theory, de Barenaked Ladies ♪♪♪
Portada del libro Las dudas de la física en el siglo XXI, de Lee Smolin.

Este es uno de los libros más complejos que supongo leeré en la vida. A pesar del esfuerzo de su autor, Lee Smolin, por adaptarse a un registro de comunicación «popular».

Porque Las dudas de la física en el siglo XXI quiere describirnos los misterios más profundos de la existencia. ¿Es la teoría de cuerdas un callejón sin salida?

Por mucho que creamos haber avanzado en desvelarlos, ahí siguen, quitándonos el sueño. En realidad, según la tesis de Smolin, parece que llevamos un tiempo atascados.

Para llegar a tal conclusión, nos hace un recorrido previo por las ideas de personajes como Newton, Maxwell, Planck, Einstein, Schrödinger, Heisenberg, Feynman o Hawking, enseguida reconocibles por los profanos.

Y luego por el trabajo de nombres algo menos divulgados, pero cuyas mentes continúan la labor de aquellos clásicos: Connes, Susskind, Horowitz, Magueijo, Maldacena o él mismo.

A quienes actualmente se les presentan cinco grandes retos:

  1. Combinar la relatividad general con la teoría cuántica.
  2. Solucionar los propios problemas de base de la mecánica cuántica.
  3. Descubrir si las partículas e interacciones —electromagnética, gravitatoria, nuclear fuerte y nuclear débil— pueden explicarse de forma unificada.
  4. Comprender los valores de las constantes libres en el modelo estándar.
  5. Averiguar qué son la materia y la energía oscuras.

Unificación. Teoría M. Supersimetría. Pasado, presente y futuro de la teoría de cuerdas. Crítica demoledora y enfoques alternativos. Gravedad cuántica de bucles. Cuál es la naturaleza de la ciencia y por qué a veces los científicos, como cualquier otra persona, se dejan llevar por el grupo en vez de arriesgarse a ser visionarios...

Difícil. Y fascinante.


miércoles, 29 de mayo de 2019

Gente de la calle de los sueños

Clave de lectura: Vida de los habitantes de un barrio de Osaka.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Cuentos de Terramar, de Tamiya Terashima y Carlos Núñez ♪♪♪
Portada del libro Gente de la Calle de los sueños, de Teru Miyamoto.

Gente de la calle de los sueños se podría describir como novela costumbrista. Más o menos.

Las costumbres que narra Teru Miyamoto se ambientan en Osaka. Incluso, según una nota del traductor, escribe en un dialecto de la zona.

¿Qué ocurre por aquellos pagos? ¿Quiénes se relacionan día a día en el barrio? ¿Cuáles son sus preocupaciones?

Tenemos a Haruta, poeta no publicado, hilo conductor del relato. Ama en silencio a la estudiante de peluquería Mitsuko.

Mitsuko anda muy preocupada por el joyero que encontró en la calle y no ha entregado a la policía. Piensa que Ryuichi podría ayudarla.

Ryuichi intenta ocultar los tatuajes que delatan su pasado. Junto a su hermano Ryuji, antiguos miembros de la yakuza, han vuelto para ayudar en la carnicería del padre.

Hay quien sospecha de ellos porque dos motoristas han destrozado el minúsculo local de la viuda Tomi.

Aunque las malas lenguas tampoco dejan de señalar a Gonyi, presidente de la asociación de comerciantes. Si consiguiera desahuciar a la anciana inquilina, ¿no obtendría los votos que controla el casero Furukawa en las elecciones a la asamblea de distrito?

Tetsutaro, el adolescente que roba en la relojería familiar, quizá haya dejado embarazada a su novia Rie, hija del dueño del pachinko.

Y muchos otros personajes pueblan estas páginas, un microcosmos donde todos los vecinos tejen sus vidas.

Un buen ejemplo de que, si existe un rasgo que defina a las personas de cualquier lugar, no importa lo remoto que se dibuje en el mapa, es la universalidad de los sentimientos.


jueves, 23 de mayo de 2019

Para combatir esta era

Clave de lectura: Reflexión sobre lo que significan el fascismo, la democracia, la libertad…
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: Obertura «Coriolano», de L. van Beethoven ♪♪♪
Portada del libro Para combatir esta era, de Rob Riemen.

Hoy hablaremos de un texto que nos ayuda a ser más conscientes de dónde pisamos: Para combatir esta era. Consideraciones urgentes sobre fascismo y humanismo.

Ese es su título completo. Y Rob Riemen el nombre de su autor.

Consta de dos ensayos con fuertes vínculos de fondo: El eterno retorno del fascismo y El regreso de Europa. Sus lágrimas, sueños y hazañas.

En el primero de ellos encontramos una combativa reflexión sobre lo que es el fascismo. Atención al matiz: lo que es por naturaleza, aparte de sus mutables caretas.

Un término tan degradado, que todos negarán formar parte de él. Populismo, nacionalismo, cualquier expresión suavizada despierta menos rechazo.

«¡No somos fascistas, somos un partido a favor de la libertad! ¡Somos defensores de valores humanistas y judeocristianos! ¡Muchos intelectuales nos apoyan! ¡Más y más jóvenes están votando por nosotros! ¡No somos violentos! ¡Somos antifascistas!». Así sonarían sus gritos de desvinculación.

¿Podemos entonces festejar su desaparición de nuestras sociedades? ¿No vemos evidencias de lo contrario?

En cuanto a la segunda parte, Riemen quiere recordarnos el significado de ciertos conceptos que parece estuvieran ahí de decorado: democracia, libertad y civilización.

Lo hace de forma biográfica, narrando un viaje a paisajes alpinos como huésped de hoteles donde alguna vez se alojaron Mann, Hesse, Rilke, Einstein, Chagall, Klemperer, Menuhin…

Invitado a seminarios de reflexión sobre la idea de Europa, conoce a interlocutores que le dan motivos para irritarse y a otros cuya humilde profundidad le maravilla.

Y comparte lo que escucha con nosotros.

Más luz para una era de inesperadas penumbras.


miércoles, 15 de mayo de 2019

El error

Clave de lectura: Un autor consagrado nos cuenta sus historias.
Valoración: Pues vale... ✮✮✩✩✩
Música: Three Inventions, de George Benjamin ♪♪♪
Portada del libro El error, de César Aira.

Tengo un problema.

O a lo mejor lo tiene el resto del mundo, quién sabe. ¿Por qué a la gente le gusta tanto César Aira y a mí no consigue convencerme?

El error, según mis cuentas, es su cuarto libro que leo, y lo que resulta evidente es que escribe bien. Es decir, su uso del lenguaje y de los recursos estilísticos es irreprochable.

Pero si desciendo a lo básico, al corazón de lo que significa imaginar y contar historias... Las suyas no me interesan, así de triste.

En el título que nos ocupa esto supone un verdadero fastidio, ya que siento que me he quedado más cerca que con los anteriores. Gracias sobre todo al comienzo.

Tenemos a dos parejas en un jardín salvadoreño donde se exhibe la obra de un famoso escultor: ¿quiénes son? ¿Por qué están en ese lugar? ¿Tienen algo que ver con la guerra civil que asola el país?

¿Y el escultor? ¿Cómo ha logrado su renombre?

De repente el hilo se cierra y surge otro paralelo, donde la protagonista es una mujer presa que se relaciona por carta con el mismo artista. Había matado a su marido con una roca de oro, después de lo cual huyó a la selva y encontró refugio en la hacienda de un solitario científico.

Me resigno a abandonar la primera trama sin respuestas e introducirme con la mejor voluntad en la segunda, hasta que… ¡Otra vez! Nuevo golpe de efecto avant-garde y a mitad de camino se vuelve a interrumpir la narración.

Ahora da paso a un famoso bandolero cuyas aventuras inspiran los folletines que se leen en la cárcel. Por complacer a su esposa, planea sustraer y retocar el busto del padre que, en opinión de ella, no representa sus facciones cabalmente y que se encuentra en un impenetrable Palacio de las Ciencias.

Todo relacionado de alguna manera, puede ser, pero todo desgraciadamente inconcluso. Como si el autor siempre dijera a la mitad: «Ya no sigo, ahí os quedáis».

Pues vaya gracia.


miércoles, 8 de mayo de 2019

La historia del heavy metal

Clave de lectura: El heavy no es tan heavy (a veces sí).
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Enter Sandman, de Metallica ♪♪♪
Portada del libro La historia del heavy metal, de Andrew O'Neill.

Protoheavy, black metal, thrash metal, death metal, brutal death metal, death metal técnico, death metal melódico, death metal sueco, blackened death metal, dead-thrash, doom, crossover, power metal, grindcore

Un momento, que me acuerde: ¿el grindcore era…? ¿Qué era?

Este libro sirve para aclararlo: La historia del heavy metal, de Andrew O’Neill.

Diría que sobre todo se dirige a «paracaidistas» como yo, con ideas algo generales sobre el género, basadas en unos cuantos grupos famosos, pero que deseamos ampliar nuestra cultura mientras practicamos el headbanging.

Quizá presente una salvedad: la traducción más adecuada sería «una historia», y no «la historia». O'Neill se guía por gustos personales y su olimpo —o su hades tenebroso, según se mire— lo ocupan ciertas formaciones mientras pone a otras a caer de un burro.

Metallica son los amos. Y Sepultura. Y Pantera. Y Black Sabbath, Judas Priest o Motörhead. Pero cualquier cosa que huela a, pues… Mötley Crue o Guns N’Roses, por ejemplo, no son dignos de arrastrarse por este mundo.

Y a Dream Theater se lo toma por el pito del sereno. La discusión está servida.

P. D.: Pues no, no consigo que a mí me guste Sepultura.

P. D.: En la página 25 se promete que aficionarse al heavy te hace más sexi. Ya os contaré...