martes, 26 de diciembre de 2023

El cielo no tiene favoritos

Portada del libro El cielo no tiene favoritos, de Erich Maria Remarque

Título y autor/a:El cielo no tiene favoritos, de Erich Maria Remarque.
Clave de lectura:Vivir deprisa cuando «mañana» puede no tener significado.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Remarque pertenece a la gran literatura universal.
Música:'Round Midnight, de Ute Lemper ♪♪♪

Cuando recordamos algún título escrito por Erich Maria Remarque, lo más probable es que se trate de un clásico como Sin novedad en el frente. Es tanta la fuerza que transmite, que ha eclipsado el resto de su obra.

Sin embargo, esa obra existe. Con una calidad novelística que hace injusto su estado de semipenumbra.

En El cielo no tiene favoritos, la sabiduría de Remarque le permite dar vida a unos personajes tan complejos, tan humanos, que casi saltan de las páginas: Clerfait y Lillian son los nombres principales, pero el elenco que los acompaña, aun con roles más pequeños en la historia, está a parecida altura.

Una historia que nos habla de dos personas que se conocen sin buscarse, que saben que el futuro puede ser más breve que el pasado y que deciden quemar el aire que les quede juntos.

Clerfait es un piloto de carreras que, a su edad, ya no compite al nivel de los más jóvenes. Descreído, cínico ante el peligro, sin sueños, cada nueva prueba le acerca a la única meta que jamás ha deseado cruzar: la del tiempo.

Lillian se consume en un sanatorio de las montañas suizas para enfermos de tuberculosis. A sus veinticinco años, la velocidad entre etapas que pasa ante los ojos de Clerfait es la que ella desearía experimentar.

Sin ataduras, sin lágrimas ni remordimientos, sin importar el mañana. Solo por obtener la esencia de un minuto más antes de la «partida», como denominan en la clínica al momento en que los pacientes dejan libre su habitación.

Acercamiento. Pasión. Separaciones. Planes para una noche, para un hotel, para un viaje en el rugiente automóvil de Clerfait, sin preocuparse más allá de la siguiente curva.

Dos espíritus en una Europa donde el recuerdo de la guerra apenas ha comenzado a difuminarse. Sin rumbo o, mejor dicho, con múltiples faros que los llaman con su luz: los Alpes, Sicilia, Venecia, París…

Y una forma de narrar tan asombrosamente elegante y profunda, donde cada frase, cada diálogo y reflexión disfrutan de significado, que resulta imposible no ratificar a su autor en el puesto que merece dentro de la literatura universal.


¿Cuánto tiempo podría seguir haciendo carreras aún? ¿No estaba ya fuera de competencia? ¿Y qué haría después? ¿Qué le esperaba? Un empleo como representante de una empresa de automóviles en alguna ciudad provinciana…, y la vejez avanzando en un lento ocaso con sus noches interminables.

martes, 19 de diciembre de 2023

Entre el querer y el deber

Cada vez que asisto a un concierto de Paula Blafe salgo con la sensación de que he estado en el mejor lugar y el mejor momento posibles.

Ahora acaba de lanzar el primer single de su primer disco en estudio, así que…

Os invito a descubrir el talento de esta cantautora: Entre el querer y el deber.


lunes, 11 de diciembre de 2023

Amo del espacio

Portada del libro Amo del espacio, de Fredric Brown

Título y autor/a:Amo del espacio, de Fredric Brown.
Clave de lectura:Relatos de la Edad de Plata de la ciencia ficción.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:A entretenerse tocan.
Música:The Lost Galaxy, de Ettore Stratta ♪♪♪

Después de lecturas un poco densas me apetece zambullirme en algo más «suave». Más de entretenimiento puro, sin dudas estratosféricas. ¿Estratosféricas? Ah, pues no es mala idea la de abandonar la gravedad al efecto.

El título en el que vienen a fijarse mis ojos escrutadores es Amo del espacio. Cuenta atrás para la ignición…

La novela más famosa de Fredric Brown debe de ser la divertida Marciano, vete a casa. No obstante, publicó numerosos cuentos cortos en los que los giros inesperados consiguen atraparnos como imanes y no soltarnos ya hasta el punto final. El volumen de hoy recopila varios de ellos.

Así, en Verde Tierra tenemos a un náufrago que ansía, mientras recorre el mundo púrpura donde se estrelló años atrás, volver a disfrutar del color de la hierba. ¡Una nave, una nave ha visto la señal de su pistola de rayos! ¡Desciende!

En Sirio Cero los viajes interestelares son igual de comunes, aunque encontrarse con un orbe no cartografiado durante un viaje comercial de rutina —el perenne negocio de las tragaperras— y que en él residan un antiguo conocido y una estrella de cine despampanante resulta turbador.

Ratón estelar nos enseña que el primer ser vivo en despegar de nuestro suelo no fue humano, ni tampoco cánido ni primate. Un representante de los roedores tuvo ese honor, pilotando el invento de un científico con acusado acento alemán. Y los efectos al cruzarse su trayectoria con la de un asteroide camuflado, hogar de una raza alienígena inteligente, fueron…

Pi en el cielo y la fuerza que «mueve» las estrellas de su posición habitual. Llamada, donde el último hombre que ha sobrevivido a la extinción de la especie escucha tocar a la puerta. Ven y enloquece, en el que un periodista se hace pasar por orate para que lo ingresen y tener oportunidad de investigar cierto misterio en el manicomio —aunque la pura realidad es que él es Napoleón y se lo tenía callado—…

Etcétera. Lo dicho, a entretenerse tocan.


Pudo ver que se trataba de un aparato de una sola plaza, igual que el suyo. Pero eso estaba bien: en caso de emergencia podría llevar a dos personas, al menos hasta el planeta más cercano, donde él conseguiría otro medio de transporte para volver a la Tierra. A las verdes colinas, los verdes campos y los valles verdes.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

La servidumbre voluntaria

Portada del libro La servidumbre voluntaria, de Étienne de la Boétie

Título y autor/a:La servidumbre voluntaria, de Étienne de la Boétie.
Clave de lectura:¿Por qué nos sometemos a nuestros mandatarios?
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Aclara qué es un tirano, sin importar cómo llegue al poder.
Música:Réquiem (I.Introitus), de Jean Gilles ♪♪♪

Un nuevo 6 de diciembre: ¡viva la Constitución Española!

No puedo saber cuántos días como este podremos seguir disfrutando, si en algún momento la fecha dejará de tener significado, si alguien recordará su existencia con orgullo o si acabará sepultada por tanto empuje contra su espíritu.

Como celebración de la efeméride, me conformo con recomendar un libro cuya vigencia continúa hoy tan evidente como en el siglo XVI, cuando Étienne de la Boétie lo redactó: La servidumbre voluntaria.

El autor se pregunta por qué personas, comunidades y naciones nos ponemos bajo el cetro de quien no merece, por sus actos o bajeza moral, ejercer autoridad sobre nosotros.

¿Será posible que tantos hayamos de obedecer, y además lo hagamos sumisamente, a tan pocos? ¿Que los ciudadanos aceptemos por propia voluntad ser siervos?

¿Qué debemos amar más, la libertad o la pretendida seguridad que el tirano nos promete?

¿Nos consolaremos con la idea de que siempre ha sido así, que la sociedad sigue un estado natural a partir de la desigualdad y que las órdenes «de arriba» hay que acatarlas, nos resulten o no aberrantes a la conciencia? ¿Sería lo contrario la ley de la selva?

Además nos aclara qué es un tirano. Lo más importante no descansa en el origen de su preeminencia, ya que lo mismo pueden ejercer por elección del pueblo, por la fuerza de las armas o por derecho de sucesión. El tema no es ese, sino que, envanecidos de sí mismos, miren apenas por la «gloria personal» en vez de considerar su propósito último, que es caminar «junto a», no «sobre» los gobernados.

Por ello prefieren debilitar, dividir, enfrentar, arrancar el valor de los corazones, apelar a los instintos de codicia y poder de unos cuantos que les ayuden en su labor de mina, a cambio de las migajas.

Sí, demos algo de comer a la gente, juegos que los entretengan y laberintos por donde encauzar su descontento de forma inocua, y ellos mismos forjarán la cadena que los ata.

Que aún nos ata.


Ciertamente es gran cosa, y sin embargo algo tan común que debería causarnos más dolor y menos sorpresa, ver a un millón de hombres servir miserablemente, con el cuello bajo el yugo, no obligados por una fuerza mayor, sino de algún modo (eso parece) encantados y fascinados por el solo nombre de uno, del cual no deben temer su poder, puesto que está solo, ni amar sus cualidades, ya que es para con ellos inhumano y salvaje.

jueves, 30 de noviembre de 2023

El universo in-formado

Portada del libro El universo in-formado, de Ervin Laszlo

Título y autor/a:El universo in-formado, de Ervin Laszlo.
Clave de lectura:¿Ciencia? heterodoxa para explicar la sustancia del universo.
Valoración:✮✮✩✩✩
Comentario personal:Me ha dejado perplejo.
Música:2001, Odisea en el espacio, de Alex North ♪♪♪

La búsqueda de una «teoría del todo» que reconcilie los conocimientos sobre el macrocosmos con los fenómenos propios del mundo cuántico no es una tarea nueva. Lleva ya años como asignatura de mentes privilegiadas.

Ahora bien, lo que propone Ervin Laszlo para llevar a cabo esa unificación en El universo in-formado topa con cualquier puerta escéptica que se precie.

El universo forma parte de un multiverso tanto en sentido paralelo como secuencial; es decir, ha nacido del colapso de otro anterior. Llamamos Big Bang a un evento repetido dentro de un círculo sin principio ni fin.

Una especie de fuerza bautizada a partir de la raíz sánscrita «akasha» une con hilos indisolubles tiempo y espacio, materia y energía, cuerpo y espíritu, hechos e ideas.

En el camino, Laszlo repasa espines, funciones de onda, estados virtuales, cuantos, violación de carga y paridad, la constante cosmológica…

Así como los conceptos de «vacío» e «in-formación» (no confundir con «información», sinónimo de conocimiento). ¿Y si el «vacío» consistiera en un medio físico de transporte? ¿Y si la «in-formación» fuera, junto con la energía, nuestra sustancia intrínseca?

El «campo akásico», al igual que ocurre con el gravitatorio, el electromagnético o el de Higgs, no se puede ver o tocar. No obstante, produce efectos mensurables.

Añadimos a la sopa tradiciones religiosas, «sabidurías ancestrales», metafísica, estadística, pansiquismo, reencarnación, telepatía y un montón de ingredientes hasta cocinar un gran holograma que, con la «conjugación de fase» adecuada…

Nos conduce a la «conciencia cósmica».

Será por ignorancia, no lo niego, pero me ha dejado perplejo.


Los Bangs crean pares de partículas y antipartículas, y el superávit de partículas que sobreviven puebla el espacio-tiempo del universo recién nacido. Las partículas se unen en átomos y con el tiempo la gravedad reúne a las partículas y átomos formando estructuras galácticas y estelares, y la clase de evolución que observamos en nuestro universo tiene lugar. Este proceso se desarrolla una y otra vez.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Cómo perder un país

Portada del libro Cómo perder un país, de Ece Temelkuran

Título y autor/a:Cómo perder un país, de Ece Temelkuran.
Clave de lectura:La democracia está en peligro y no queremos enterarnos.
Valoración:✮✮✩✩✩
Comentario personal:No me termina de convencer.
Música:Mevlana (tradicional), del Ensemble Oni Wytars ♪♪♪

En algún momento de su desarrollo, Cómo perder un país empieza a perder suelo firme y se convierte en un alegato personal de la autora, con acusadas filias y fobias, desdibujando una denuncia global a la que sumarse.

Con pleno derecho, claro, porque Ece Temelkuran ve las cosas como las ve, a través del color de una lente política determinada. Pero quizá unos cuantos prefiramos unas gafas sin filtros que «nos protejan». Eso de que las derechas por definición sean malas y las izquierdas buenas, pues…

En todo caso, la escritora establece una hoja de ruta para la degradación de la democracia en el mundo, ejemplificada en su tierra natal, Turquía. Siete pasos hacia la dictadura de facto.

Crea un movimiento. Trastoca la lógica y atenta contra el lenguaje. Elimina la vergüenza: en el mundo de la posverdad la inmoralidad «mola».

Desmantela los mecanismos judiciales y políticos. Diseña tu propio ciudadano. Deja que se rían ante el horror. Construye tu propio país.

A los habitantes de naciones avanzadas o que aspiran a serlo se les introduce una pequeña semilla de rencor hacia el sistema. No hacia aquello que se hace dentro de él, sino hacia su esencia misma, su «debilidad»: la necesidad de tener en cuenta al otro.

Y se encuentran con quienes contienen la misma semilla, y de dos, tres, mil, un millón de semillas juntas, germina un tronco. Aún débil para arrebatar la luz al resto de árboles, pero con el tiempo, un buen condicionamiento que los abone y un líder que los apuntale y guíe en la dirección correcta...

Pero me fastidia que Temelkuran caiga en la trampa del simplismo y se ponga a perorar contra la derecha, el neoliberalismo mafioso, Trump, Erdogan, todo en el mismo saco, y que la esperanza sean la izquierda y el autodenominado «progresismo» con comillas.

Porque sí, sin más argumentos. Porque ellos lo valen.

No me termina de convencer, lo siento. Se queda cerca pero no llega.


El punto de inflexión crucial en el largo proceso de desmantelamiento del aparato del Estado y los mecanismos legales no es la implantación de cuadros formados por obedientes y leales miembros del partido o de la propia familia, como mucha gente tiende a pensar. La vuelta de tuerca que permite a los líderes jugar a voluntad con este aparato se inicia cuando estos empiezan a socavarlo para crear la sensación de que es superfluo.

jueves, 16 de noviembre de 2023

Futurama y la filosofía

Portada del libro Futurama y la filosofía, de Courtland Lewis

Título y autor/a:Futurama y la filosofía, de Courtland Lewis (coord.).
Clave de lectura:Preocupaciones filosóficas en una serie de dibujos animados.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Enfoque didáctico y original.
Vídeo:Futurama

Solo con el título, Futurama y la filosofía tiene bastante a su favor de partida. Siempre me gustó la serie de animación creada por Matt Groening, incluso más que Los Simpson, su hermana mayor en cuanto a popularidad e influencia cultural.

Los personajes, el dibujo, los guiones con sus múltiples guiños… Todo se engarza de forma notable y muy divertida en ella.

Tenemos a Fry, el patoso repartidor de pizzas que queda atrapado en una cámara criogénica y despierta en la Nueva Nueva York de mil años en el futuro.

A Leela, la expeditiva cíclope que capitanea la nave de Planet Express, empresa de mensajería interestelar propiedad del tataratataratataratío de Fry, el excéntrico profesor Farnsworth.

A Bender, el robot amigo de las carteras ajenas, las robopilinguis y la ingesta continua de alcohol para no oxidarse.

A la pizpireta Amy, el burócrata Hermes, el extraterrestre doctor Zoidberg, Zapp Brannigan, la cabeza conservada de Nixon… Me vienen a la memoria estupendos episodios con todos.

Por otro lado, la palabra «filosofía» hace despertar cierto hormigueo de ansiedad bajo la piel. ¿Qúe es filosofía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul…

Coordinados por Courtland Lewis, la veintena larga de autores que aportan sus ensayos al volumen se marcan como objetivo explicar algún concepto filosófico a traves de situaciones en la pequeña pantalla. Es decir, intentan que los «visualicemos». Y consiguen resultados positivos.

Así, nos hablan sobre la libertad a partir de la bandera de la Tierra que se zampa el doctor Zoidberg. ¿Tiene derecho la comunidad a sentirse atacada? ¿Y a oponerse? ¿Pueden entrar libertad y democracia en conflicto? ¿Por qué se distingue entre libertad positiva y negativa?

También sobre eficiencia económica y medioambiental, simbolizadas en la gran bola de basura que, lanzada al espacio centurias antes para quitarse de encima los residuos originados por el hiperconsumo, amenaza con retornar. ¿Son la cadena de reciclaje y las tecnologías «verdes» una respuesta al problema de fondo?

La guerra, sus «causas justas» y los «medios legítimos» para ganarla. Ética y moral. Amor y sexo. La identidad, ligada o no al cuerpo físico de objetos y personas. La muerte (¿existe algún «sentido de la vida»?). Dios…

De qué manera interpretamos la realidad, incluso negando lo evidente, para que encaje en nuestras creencias preconcebidas («¡Prefiero creer lo que fui programado para creer!»)…

Aristóteles, Hume, Locke, Rousseau, Kant, Hegel, Mill, Bentham, Kierkegaard, Freud, Russell, Berlin, son unos cuantos nombres que se dejan caer en el texto.

Un enfoque didáctico y original.


Si quiero creer que soy un robot, parece que nada me convencerá de lo contrario. Por tanto, la aproximación subjetiva también parece problemática, pues si creo completamente en algo de tal manera que toda mi existencia cambia, para demostrar mi aproximación subjetiva, parece que puedo creer cualquier cosa que desee creer. Así, ¿cómo reconciliar ambas aproximaciones a la verdad? ¿Qué creencias es racional o sano poseer?

domingo, 5 de noviembre de 2023

Los números no mienten

Portada del libro Los números no mienten, de Vaclav Smil

Título y autor/a:Los números no mienten, de Vaclav Smil.
Clave de lectura:El mundo se explica con números.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Demasiados temas, demasiado breves.
Música:Canon para dos violines «Der Spiegel», de W.A. Mozart ♪♪♪

Los números no mienten. Punto.

La premisa de Vaclav Smil con este título es que los números aportan fotografías fieles de la realidad. Se trata de un lenguaje que «hablan» todos los fenómenos del universo.

El problema recae en cómo traducirlo a la capacidad comprensiva humana.

También ha de tenerse en cuenta el origen de las cifras, ya que la fiabilidad de muchas, repetidas popularmente sin contrastar, merece cuarentena.

Pero, con las salvedades y precisiones que se quieran, el fondo continúa siendo el mismo: es necesario que aprendamos a guiarnos a través de un océano de datos.

En siete capítulos y setenta y un heterogéneos puntos de estudio, nuestro científico presenta demasiados, a mi parecer. La brevedad de tratamiento individual supone un escollo a la hora de reflexionar acerca del conjunto.

Nos habla sobre personas: natalidad, esperanza y calidad de vida, estatura, pandemias y vacunación, cuántas se necesitaron para construir las pirámides, por qué sudar mejoró la capacidad de la especie para la caza…

Sobre países: aspectos de los Estados Unidos y Europa a los que no se les da la importancia que merecen, el futuro de Japón, las incógnitas de China, India, Rusia, Gran Bretaña…

Sobre máquinas e inventos que cambiaron el mundo: motores eléctricos, diésel, transformadores, circuitos integrados, el fonógrafo, el streaming, la «maldición de Moore»…

Sobre combustibles. Sobre transporte. Alimentos. Medioambiente.

Cada epígrafe con su respectiva cuerda de apéndices, una retahíla de medidas, cálculos y representaciones gráficas que, por interesante que pueda ser el tema, a la postre penaliza la retención lectora.

Así que, puestos los valores numéricos y literarios en los platillos de la balanza, da una media aritmética tibia. No es el mejor libro que uno se pueda meter al cuerpo.


Un cuadrúpedo solo puede inhalar una vez por cada ciclo locomotor, porque su pecho debe absorber el impacto de las extremidades delanteras. Nosotros, sin embargo, podemos elegir otros ritmos, lo cual nos permite un uso más eficiente de la energía. La segunda (y más importante) ventaja es nuestra extraordinaria capacidad para regular nuestra temperatura corporal, que nos permite hacer algo que los leones no pueden hacer: correr durante mucho tiempo y a pleno esfuerzo bajo el sol de mediodía.

miércoles, 25 de octubre de 2023

La balada del café triste

Portada del libro La balada del café triste, de Carson McCullers

Título y autor/a:La balada del café triste, de Carson McCullers.
Clave de lectura:Vida y tragedia en el viejo sur.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Menos es más. Y mejor.
Música:La balada del café triste, de Richard Robbins ♪♪♪

Menos es más. Y mejor.

Siempre he tenido prevención hacia los escritores que, para decirte que sale el sol por la mañana, emplean media docena de páginas, cuarenta oraciones subordinadas y una cantidad de adjetivos de exorbitante generosidad.

De acuerdo, dominas el diccionario y quieres demostrárselo al mundo, pero… ¿sabes contar una historia?

Carson McCullers sí sabe. Ya lo creo que sabe. Y con una economía material que, lejos de convertirse en aridez, aporta una riqueza de contenido admirable.

La balada del café triste nos transporta a un villorrio del viejo sur estadounidense cuyos habitantes ven pasar la existencia a base de whisky casero.

Un lugar donde, en las horas de calor más sofocante, asoma un rostro tras la ventana de un edificio tapiado: Miss Amelia.

Edificio que alguna vez fue un local en el que los lugareños se reunían los sábados por la noche con manteles y servilletas de papel, y el «primo Lymon» los animaba con su locuacidad.

Todo parecía ir sobre ruedas de carreta hasta que alguien llegó a desencadenar los acontecimientos que terminaron en su ruina. Marvin Macy, recién salido del penal. El ex marido de Miss Amelia.

La autora nos pone en el umbral de dónde, quién y qué. Y enseguida consigue atraparnos con garra en el porqué. En la espiral de rencores, ansias y decadencia que arrastra a los personajes hasta su propia inmolación.

¡Qué pequeña gran novela!


Después de llover, el barro de la calle formaba duros surcos helados; se veía el débil resplandor de las lámparas de las casas y los melocotoneros estaban deshojados. En aquellas noches de invierno, oscuras y silenciosas, el café era el punto central y cálido del pueblo, y sus luces brillaban tanto que se veían desde un cuarto de milla.

viernes, 20 de octubre de 2023

Deslices y Polvo de estrellas

Portada del libro Deslices, de Gema Bravo

Título y autor/a:Deslices y Polvo de estrellas, de Gema Bravo.
Clave de lectura:Poesía de la vida, lazos irrompibles tras la muerte.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:«Por los rincones donde encontrarnos entre utopías y razones».
Música:Usa mis llaves, de Jorge Colsa y Gema Bravo ♪♪♪

Termina el concierto de Jorge Colsa y Gema Bravo y me aproximo al escenario para que ella me dedique su libro. En realidad, sus libros. Porque, al igual que un dúo musical, son dos las propuestas que caben en este volumen: Deslices y Polvo de Estrellas.

Deslices es un caleidoscopio de versos que describe el mundo de Gema «sin etiquetas», como titula uno de los poemas. En busca de todo lo que cada día nos trae y nos retira.

A veces son cosas grandes, otras diminutas. A veces las respuestas a las incógnitas parecen estar claras, pero solo es eso, apariencia, y hay que continuar un poco más allá. La búsqueda no debe abandonarse mientras quede un latido.

Recuerdos de viajes, de las personas con quienes se ha encontrado, del compañero con quien crea canciones, sueños o amaneceres, el tiempo, el deseo, el optimismo, las lágrimas, el significado de ser mujer…

A continuación —o antes, en el orden de lectura que se prefiera—, en Polvo de estrellas nos comparte un mensaje muy personal a alguien que ya no camina con pasos audibles, cogiéndola de la mano, pero que en modo alguno se encuentra lejos.

La muerte de una madre es un tabú, no estamos —¿no queremos estar?— preparados para ello.

Los sentimientos que experimenta la autora antes, durante y tras la partida de Güelita emocionan porque quizá nos gustaría expresarlos a nosotros mismos cuando aún estamos a tiempo, y no llegamos a hacerlo.

Mada, esa madre, la dio a luz y le dio luz. Al final, la enfermedad debilitó su cuerpo, pero no su sentido de cómo vivir. Y Gema, al igual que hace con sus propios hijos, nos cuenta aquí esa historia. Lo que pensaba, lo que decía, lo que creía… Lo que significaba.

Leo la dedicatoria: «Por los rincones donde encontrarnos entre utopías y razones».


Es curioso que sintiéndome desnuda de fe, la perdí en el camino, te siento conmigo más fuerte que el viento. Leo ese anuario con tus pies de notas y siento tu voz. Palabras de ánimo que aparecen prediciendo tu consuelo sobre el día que ha pasado. No, no estoy loca. Sorprendida quizá por algún consejo tuyo anotado a los pies. Me embarga tu presencia. Creo en tu energía, tu valor.

martes, 10 de octubre de 2023

Ser estoico no basta

Portada del libro Ser estoico no basta, de Charles Senard

Título y autor/a:Ser estoico no basta, de Charles Senard.
Clave de lectura:Epicuro reivindicado.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Demasiado latín.
Música:Espartaco (Variación de Aegina y Bacanal), de Aram Khatchaturian ♪♪♪

El estoicismo ha vuelto a salir a la palestra. Se escuchan recomendaciones aquí y allá en la línea de Epicteto o Marco Aurelio: cultivemos la serenidad, la calma interior, tomémonos las cosas «con filosofía» para que los reveses cotidianos no puedan con nuestro ánimo.

No debemos hundirnos cuando vienen mal dadas, aunque tampoco manifestarnos exultantes en los momentos de triunfo. Todo lo que nos ocurre tiene que ser así, dada la insignificancia del individuo en el gran plan del universo. Tranquilidad. Desapego. Respira…

Charles Senard quiere matizar este renacimiento del mundo antiguo. Según su tesis, Ser estoico no basta.

A cambio de los nudos del estoicismo puro y duro, él aboga por otra rama del tronco, a menudo incomprendida. Lo que nos recomienda es la sabiduría epicúrea para vivir el presente.

Adjetivo que nos hace imaginar, en términos socioculturales, un trasunto del bon vivant: ostras, champán, fiestas, entretenimiento sin fronteras. Alguien que busca los placeres de la vida, como reza el diccionario.

El autor argumenta que epicureísmo no significa hedonismo. Ni se trata de arrastrarse pasivo como un asceta ni de vivir deprisa y dejar un bonito cadáver.

De acuerdo, busquemos la felicidad en lo que haya a nuestro alcance, pero no nos metamos en bacanales, parece decir. Nada de dar rienda suelta a los instintos. Apetito sin excesos. Equilibrio.

La deriva entre el ponderado mensaje original y lo que hoy entendemos sería consecuencia de una campaña de descrédito emprendida por los padres del cristianismo —ahí anda san Agustín malmetiendo—, toda vez que, para ganar el favor del otro mundo, hay que purgarse primero en este.

Epicuro se habría convertido así en «persona non grata» de cara a la salvación. Incluso Dante lo ubica con sus seguidores en el sexto círculo del infierno, «más rojos que en la más candente forja».

Junto a los fragmentos conservados del fundador de esta escuela de pensamiento, Senard se apoya extensamente en Lucrecio, Filodemo, Virgilio u Horacio —acuñador del carpe diem— para convencernos de lo contrario. Pero ¡ay!, es en tal estrategia de comunicación donde reside mi problema de conciencia al calificar la lectura.

Es que su forma, por más que aprecie el fondo, se me hace pesada. Al tercer o cuarto poema en latín que ocupa toda la página, empiezo a aburrirme. El entusiasmo por Horacio y compañía, aun respetable, no se me pega. Quizá sea un poco estoico.

Y resulta que no son tres o cuatro esos poemas de muestra, sino una legión. Como mínimo, la mitad del contenido impreso consiste en odas, geórgicas y epístolas. Las opiniones de Senard se transforman en meros comentarios de texto.

En suma, lo de Epicuro suena estupendo. Muy interesante, de verdad. Pero intenta desarrollar la idea un poco mejor con tus palabras, sin hacernos una edición bajo cubierta de los clásicos grecolatinos, Charles. Eso ya es otro libro.


El ideal epicúreo consistente en vivir con sencillez (uiuere paruo, nos dice Horacio) en la «feliz sobriedad» tan cara al difunto Pierre Rabhi, resuena con las aspiraciones de nuestra sociedad, si bien lo hace mucho menos con sus prácticas. Nada más opuesto a este ideal que el anhelo de riquezas, gloria y poder, el principal de los deseos ni naturales ni necesarios que Epicuro condenaba.

miércoles, 4 de octubre de 2023

La mujer rota

Portada del libro La mujer rota, de Simone de Beauvoir

Título y autor/a:La mujer rota, de Simone de Beauvoir.
Clave de lectura:Egoísmo, soledad, fracaso vital.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Una intensa y emocionante obra.
Música:La vie en rose, de Edith Piaf ♪♪♪

En los relatos de La mujer rota, Simone de Beauvoir cede la palabra a espíritus quebrados tras darse cuenta de que aquello en lo que más creían, lo que consideraban un pilar sobre el que sostenerse para siempre, de repente ya no está ahí.

Quien nos habla desde La edad de la discreción lo ha dado todo por su militancia política y su obra literaria. Su pareja comparte sus ideas, es el compañero perfecto. Pero el hijo quiere ser un burgués, un traidor, disfrutar de un puesto en un ministerio y un matrimonio con una chica de «buena familia».

Intenta intimidarlo, chantajearlo emocionalmente, que vuelva al ambiente donde creció. Sin éxito. Surge entonces la angustia por envejecer. La decepción por los deseos incumplidos de existir a través de él.

Monólogo presenta a una mujer «limpia, pura, intransigente», que odia el mundo. Porque el mundo la odia. Porque ella lo odia. Porque… A sus ojos, el objetivo de sus vecinos, sus conocidos, de quienes caminan por la calle, es amargarla. El círculo de desprecio no tiene fin.

Se ha separado del marido a cambio de la pensión y el apartamento, aunque haya tenido que ceder la custodia del niño. ¡Ah, seguro que lo educan en contra de ella! ¡Si viviera su otra hija, esa ingrata que tampoco se dejaba manejar a pesar de que todo lo hacía por su bien! ¡Qué malvados al dejarla sola! Sola. Sola…

La mujer rota, tercera y más extensa historia que da nombre al conjunto, son las páginas de un diario. La voz interior que lo redacta hace planes una vez que las niñas se han independizado. Los proyectos que nunca pudo realizar por compromisos hacia los demás se abren luminosos en el futuro.

Aunque esa adolescente rebelde que le pide un cigarrillo, ansiosa de escapar de una institución pública de acogida, podría trastocarlos.

Y, sobre todo, la respuesta que obtiene de su marido a una sencilla pregunta: «Sí, Monique, hay una mujer en mi vida».

Otra mujer. A quien ella conoce: bonita, brillante, seductora. Con quien ha de compartirlo. ¿Por qué? ¿Cuándo aparecieron las grietas en la relación que no distinguió a tiempo? ¿Ha sido suya la culpa? Y ahora, ¿qué va a hacer?

Una intensa y emocionante obra para enseñarnos que hay quienes construyen de nuevo sobre las cenizas, obteniendo de ellas un mortero aún más fuerte. Pero también personas que «fracasan» y, ante la falta de certezas que las golpea, quedan inermes, perdidas en su propio yo.

Rotas.


El silencio de la cámara mortuoria y sus miradas sobre mí que me condenaban sin haberme escuchado y sin apelación. ¡Ah! Se pasan de la raya. Todos sus remordimientos los encajaron sobre mi espalda el chivo emisario ideal y por fin podían inventar un pretexto para su odio. Mi desgracia no los ha ablandado.

lunes, 25 de septiembre de 2023

Los negocios del señor Julio César

Portada del libro Los negocios del señor Julio César, de Bertolt Brecht

Título y autor/a:Los negocios del señor Julio César, de Bertolt Brecht.
Clave de lectura:Julio César antes de ser ¡Julio César!
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Hay rostros esculpidos en mármol y otros en barro.
Música:Giulio Cesare (Se in fiorito ameno prato), de G.F. Haendel ♪♪♪

Los atractivos que rodean a Los negocios del señor Julio César son varios. Aunque me gustaría destacar uno en especial: su actualidad.

Bertolt Brecht recrea las andanzas del personaje antes de que su nombre pasara a la historia. Cuando apenas era un vividor y político del montón, entrampado, sujeto a los tejemanejes cotidianos de la República más que urdidor de sus hilos.

Y lo hace con un estilo que lo sitúa en nuestros propios tiempos, entre los ecos de sociedad, las noticias y los índices bursátiles de la city.

Con escándalos, especulaciones, compromisos clientelares y extravagancias para privilegiar su cursus honorum a costa de otros ilustres candidatos a dirigir el destino de Roma: Pompeyo, Catón, Craso, Cicerón, Catilina…

Dos décadas después de los idus de marzo, un escritor deseoso de redactar la biografía del estadista visita al antiguo alguacil ejecutor de deudas y ahora banquero Mummio Spicer. Solicita consultar el diario de Rarus, secretario personal de César, que obra en su poder.

Y será en esas páginas, no destinadas al conocimiento público, donde mejor se imbuya de su personalidad real, así como de la cloaca en que poderosos y esclavos, senadores y libertos, patricios y plebeyos nadan con un único interés: medrar para mantener la cabeza a flote, evitando que las aguas los arrastren al Tártaro.

No, Cayo Julio no es héroe ni villano, sino un oportunista cuya apuesta consigue quedar la más alta.

Porque los héroes no existen, solo hombres y mujeres de rostro esculpido en mármol o hace mucho olvidados, pero todos inmersos en un vulgar mundo de miserias.


Es evidente que vamos rumbo a una catástrofe. No bien dejan de entrar las grandes sumas destinadas a fines políticos de cualquier especie —como ha sucedido ahora—, en la casa no hay un centavo. Todo está edificado sobre arena. Los 20.000 sestercios de anteayer ya han desaparecido.

jueves, 14 de septiembre de 2023

En busca del unicornio

Portada del libro En busca del unicornio, de Juan Eslava Galán

Título y autor/a:En busca del unicornio, de Juan Eslava Galán.
Clave de lectura:Expedición a través de África en busca de lo inencontrable.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:No me vienen más que elogios para calificar esta novela.
Música:Tres morillas (Romance anónimo) ♪♪♪

No me vienen más que elogios para calificar esta novela: el planteamiento, la plausibilidad histórica, los personajes, el ritmo, el uso del lenguaje… ¡Muy bien por parte de Juan Eslava Galán!

A mediados del siglo XV, reinando en Castilla Enrique IV, a quien las malas lenguas apodan «el Impotente», se encarga al joven Juan de Olid capitanear una expedición para hallar la cura al mal que dicen aflige al monarca. Tan mítica como infalible.

Ha de partir En busca del unicornio.

Todo un reto para el jovencísimo paladín que, al mando de cuarenta ballesteros, secretario, traductor, tres criadas y el sabio fray Jordi de Monserrate, cruza el mar hacia los dominios del sultán de Marruecos.

Ah, también le acompaña una figura fundamental para la felicidad de la empresa: doña Josefina. Doncella certificada.

Porque, como es sabido, solo una virgen puede acercarse a tan esquivo animal y, amansándolo, conseguir la captura de su cuerno. Aunque entre la dama y el caballero parece que se iluminan los ojos. Escapa algún suspiro de sus apretados labios.

Y también está Inesilla, al servicio de doña Josefina, a quien, en lugar de los suspiros y la languidez del amour courtois medieval, le bulle la sangre en sus encuentros con el protagonista.

Dejando atrás Marraquech, la comitiva se dirige a la inmensidad de las arenas, en compañía de caravanas que conocen sus senderos. Y más allá de Tombuctú…

Junglas, ríos, cataratas, montañas, sabanas, tribus pacíficas o belicosas. Lo inexplorado.

Ya no sirven mapas, apenas las noticias de una poderosa bestia al sur que podría ser la que persiguen.

¿Volverá alguno de ellos a pisar la corte de su señor, con o sin el ansiado trofeo en sus manos?

El desenlace, después de unas páginas llenas de peripecias y excelente factura. A disfrutar.


Y con esto pasamos adelante viendo muchas maravillas en serpientes y raras yerbas y flores grandes más que pecho de hombre y otras rarezas que nos ponían esperanza de que muy pronto habríamos de dar con unicornios.

domingo, 3 de septiembre de 2023

Los corredores del tiempo

Portada del libro Los corredores del tiempo, de Poul Anderson

Título y autor/a:Los corredores del tiempo, de Poul Anderson.
Clave de lectura:Viaje por el tiempo hasta el misterioso Neolítico.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:¡Aventuras, aventuras! ¡Más!
Música:Interstellar, de Hans Zimmer ♪♪♪

El protagonista de Los corredores del tiempo se introduce en un antiguo túmulo a mediados del siglo XX y vuelve a salir en el mismo lugar pero a la altura del Neolítico. Tomará parte en el conflicto más prolongado de la historia.

Poul Anderson inicia su novela con Malcolm Lockridge, veterano de los marines, recorriendo una carretera danesa en compañía de la «hermosa y enigmática» Storm Darroway. Le ha contratado para recuperar un tesoro o algo parecido.

A la vista de los dólmenes que motean el paisaje, ella le explica que en la Edad de Piedra se adoraba allí a una diosa.

Justo la denominación que Malcolm le daría a su jefa, fascinado por su melena negra, «cejas arqueadas sobre largos y oblicuos ojos verdes, marcados pómulos, nariz recta, con las ventanas ligeramente acampanadas, boca y mentón imperiosos, piel morena…».

Y más fascinado se queda cuando abre una puerta oculta al pie de uno de los dólmenes mediante un tubo de energía.

A partir de ahí, se verá inmerso en las luchas entre los Guardianes y los Batidores, dos bandos con filosofías opuestas de cómo conviene evolucionar a las sociedades humanas.

Storm lidera uno, basado en una especie de misticismo, y un tal Brann el otro, que representa la estricta racionalidad científica.

Reconozco que, en la tradición de los viajes temporales, los corredores a los que hace mención el título, túneles que permiten desplazarse entre siglos a bordo de vehículos antigravitatorios, no están demasiado explicados por el autor.

Conviene también hacer la vista gorda, o los oídos en este caso, a las «diaglosas», unos aparatos que sirven para hablar las lenguas de los grupos que se van encontrando por el camino: jutlandeses como la simpática y fiel Auri, invasores indoeuropeos con carros de guerra, marinos iberos que dirigen sus galeras a las tierras del norte…

Y no es menos cierto que hay ciertas paradojas en la acción que…

Hala, ya está, dudas fuera. ¡Aventuras, aventuras! ¡Más!


Abruptamente se elevó un montículo de tierra. Se elevó... directamente hacia arriba. Una compuerta de un diámetro de tres metros y un espesor de seis. Un tapón de césped y tierra que colgaba, sin ningún soporte, ante los ojos de Lockridge, que saltó con un grito.

jueves, 24 de agosto de 2023

Pimiango (XXI)

La Librería de Pimiango.

Acércate un momento a La Librería de Pimiango, ¿qué podría suceder?

¿Que cruces a través de un espejo? ¿Que te lleve el rocío flotando a la luna?

Quizá alguien afine una guitarra y se ponga a tocar, y otra persona con hermosa voz le acompañe, y acaso a una armónica le dé por unirse.

A lo mejor ha salido el nuevo número de Chicoria, el periódico del lugar, y te demoras otro rato con sus historias y versos.

Bajo el dintel de la puerta distingues al rey, la princesa y un bombero que entran. Vienen ensayando una obra que...

Sí, claro que son marionetas. Igual que todo el mundo. La bailarina creo que llega más tarde.

Suavemente oscilan los cuadros de la nueva exposición. Aquí, allá, aquí, allá, aquí…

Ah, que ahora hablan de cine. De acuerdo, cinco minutos más. Diez máximo.

Y decídete si quieres subir rapidito a la primera planta, vete a saber lo que te encuentras.

Vale, vale, no me mires así. No piensas largarte hasta que cierren, ¿verdad? O hasta que te echen.

Era de esperar. Ay…


martes, 11 de julio de 2023

Crónicas marcianas

Portada del libro Crónicas marcianas, de Ray Bradbury

Título y autor/a:Crónicas marcianas, de Ray Bradbury.
Clave de lectura:Llegada y asentamiento humano en el planeta rojo.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Reflexivo. Lúcido. Elegíaco. Imprescindible.
Música:Crónicas marcianas, de Stanley Myers ♪♪♪

Ciencia ficción, ciencia ficción…

En Crónicas marcianas, Ray Bradbury habla de cohetes, de exploraciones, de la inmensidad del espacio, de los valles, llanuras y montañas que recorren el deseado planeta rojo.

Civilizaciones milenarias, ciudades de piedra con torres de cristal, telepatía, barcos de las arenas…

El ser humano en búsqueda permanente de nuevos retos y fronteras. Marte, nuestro segundo paso hacia la inmortalidad.

Una épica que hace soñar hoy igual que en 1950, cuando se publicó por primera vez. Épica que, sin embargo, no es más que un recubrimiento metalizado bajo la luz de las estrellas.

Lo que de verdad hay debajo, lo que de verdad nos pone el autor frente a los ojos, son los fantasmas que nos han acompañado desde que aprendimos a usar el mismo fuego que impulsa esas naves colonizadoras: la soberbia, el egoísmo, la avaricia, la segregación, el desprecio a lo que es diferente y no comprendemos.

La creencia en nuestra superioridad innata, frente a la cual el universo debe doblegarse.

Deseamos que los habitantes originales de Tyrr, quienes moraban con sus pequeñas y grandes preocupaciones en su pequeño y gran mundo, hubieran prevalecido en lugar de hacerlo los recién llegados, con el gatillo fácil e iguales prejuicios que en la Tierra, donde la guerra nuclear y el exterminio penden de un cable cada vez más quebradizo.

Ciencia ficción… Sí, ciencia ficción reflexiva, lúcida, elegíaca.

Ciencia ficción imprescindible.


Los cohetes incendiaron las rocosas praderas, transformaron la piedra en lava, la pradera en carbón, el agua en vapor, la arena y la sílice en un vidrio verde que reflejaba y multiplicaba la invasión, como espejos hechos trizas. Los cohetes vinieron como langostas y se posaron como enjambres envueltos en rojizas flores de humo.

lunes, 19 de junio de 2023

La Italia del año mil

Portada del libro La Italia del año mil, de Indro Montanelli y Roberto Gervaso

Título y autor/a:La Italia del año mil, de Indro Montanelli y Roberto Gervaso.
Clave de lectura:Todo lo que siempre quisisteis saber sobre la Italia medieval.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Una crónica apasionante.
Música:La batalla de Legnano (Obertura), de Giuseppe Verdi ♪♪♪

Indro Montanelli tiene un don para exponer la historia de forma amenísima, sin sacrificar a cambio la verosimilitud. De nuevo lo demuestra mediante este título, en colaboración con Roberto Gervaso: La Italia del año mil.

Quizá las vicisitudes de la península transalpina entre la Alta y la Baja Edad Media no evoquen imágenes tan inmediatas como las de otros reinos europeos. Sin embargo, los terremotos de todo tipo sobre su suelo, políticos y religiosos, bélicos y culturales, no dejan un momento de respiro.

El Sacro Imperio Romano Germánico somete, si es necesario a golpe de cetro, el orbe conocido. Los partidarios de esta o aquella dinastía, güelfos y gibelinos, comienzan a organizarse con las tierras de la bota como premio mayor.

Las incipientes repúblicas comerciales, Florencia, Génova, Milán, Venecia, acumulan cartas para el gran juego.

Surgen figuras como Silvestre II, Urbano del mismo número, Inocencio III, cara a cara por el poder papal contra Federico Barbarroja, Enrique VI y su nieto, también Federico.

San Francisco de Asís, santo Domingo de Guzmán, la condesa Matilde de Canossa, cruzados, caballeros, trovadores, batallas dignas de una ópera como la de Legnano.

En lontananza los normandos, los magiares, bizantinos, sarracenos…

Apasionante. Si conseguís pillar un ejemplar acabaréis harto contentos.


La derrota de Legnano fue, en todo caso, un duro golpe para Federico. En veintitrés años, era aquella la primera vez que el Imperio quedaba vencido por los Municipios, y el emperador se veía obligado a buscar su propia salvación en la fuga. La vergüenza tenía que ser vengada.

miércoles, 3 de mayo de 2023

El matarife

Portada del libro El matarife, de Sándor Márai

Título y autor/a:El matarife, de Sándor Márai.
Clave de lectura:Para Otto Schwarz la sangre es la sangre, con guerra o sin ella.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Sándor Márai presenta las primeras muestras de su talento.
Música:Wozzeck (Interludio), de Alban Berg ♪♪♪

De acuerdo, puede que no sea el Sándor Márai que conocemos y admiramos.

Su estilo no se asemeja aquí al de obras de madurez. Es más... directo. Busca un impacto de violencia primigenia.

¿Y no es ello necesario para conducirnos al intramundo de Otto Schwarz, el protagonista, El matarife, basado en el triunfo antagónico de la muerte?

De niño, el orden reina en Alemania. Todo tiene un propósito bajo la penetrante mirada del káiser, omnipresente en retratos a lo largo y ancho del imperio.

Tras contemplar accidentalmente el sacrificio de un buey, el filo del hacha cayendo sobre su cuello, las sierras y cuchillos que terminan el trabajo, la sangre que brota en chorros, los estertores que cesan...

Otto sabe a qué quiere dedicarse en lo sucesivo. No tiene dudas sobre el tipo de sensaciones que quiere volver a experimentar. En los mataderos que abastecen de carne a Berlín llevará a cabo sus sueños.

Como un ciudadano modelo, honrado, paciente, del que nadie presenta queja.

Hasta que llega la movilización. El avance hacia Serbia. El ataque a las trincheras enemigas. Una bayoneta en sus manos, también con un propósito...

Luego el Marne y la fama por el «tratamiento radical» de las aldeas condenadas. La Cruz de Hierro cuelga en su solapa y una voz aflautada le asegura que ha cumplido con su deber.

Retorna al antiguo piso tras varios años de ausencia. A una sociedad sin reglas, donde una joven precisa de un protector contra abusos y ataques, a quien recompensar con amor y dinero.

Una mujer a quien describir con todo detalle cómo son las cosas en el frente...

Sándor Márai presenta las primeras muestras de su talento.


Había vuelto a sus manos la destreza con que mataba al animal; ya agarraba la bayoneta correctamente, listo para clavarla y hundirla con un ímpetu que le resultaba familiar. Y el ímpetu lo llevaba hacia delante. La bruma se condensó, tomó forma y él clavó la bayoneta en esa masa.

miércoles, 19 de abril de 2023

Ética y moral

Portada del libro Ética y moral, de Leonardo Boff

Título y autor/a:Ética y moral, de Leonardo Boff.
Clave de lectura:El idealismo es el motor de la vida.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Se le puede discutir, pero tiene carisma.
Música:Ave Verum Corpus, de W.A. Mozart ♪♪♪

Leonardo Boff es un autor singular al tiempo que polémico. Representante de la denominada «Teología de la liberación», expone varias de sus ideas bajo el título Ética y moral. La búsqueda de los fundamentos.

En el primer opúsculo, Ética: la enfermedad y sus remedios, se pregunta si las comodidades materiales que disfrutamos tras diversas revoluciones históricas (la agrícola, la industrial, la de la información) merecen de verdad la pena a cambio de devastar la naturaleza.

En Genealogías de la ética lamenta la confusión de valores del mundo contemporáneo, que no sabe discernir con claridad qué es correcto y qué no. El vertiginoso desarrollo técnico no se ha visto imitado por el desarrollo de la conciencia.

Virtudes cardinales de una ética planetaria asoma como el texto más políticamente comprometido. Si el mercado tiene que ganar, entonces la sociedad —en un sentido no antropocéntrico, la Tierra-Gaia, el conjunto de la vida en el planeta— tiene que perder.

Guerra y paz, a continuación, denuncia el imperialismo que ha sustituido apenas en las formas al ansia de conquista en que se complace occidente (encarnado en los Estados Unidos). Ya no se trata de ocupar físicamente el territorio, sino de mantener el mismo dominio de siempre por otros medios.

Concluye, a pesar de ello, que existe esperanza. La hermosa Carta de la Tierra corona la lectura.

Porque «en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común».

¿Idealista? Sin duda. ¿Carismático? También. ¿Discutible? Por supuesto.

En todo caso, alguien a quien escuchar con respeto.


Si la razón reprime la pasión, triunfan la rigidez, la tiranía del orden y la ética utilitaria. Si la pasión prescinde de la razón, dominan el delirio de las pulsiones y la ética hedonista, del puro disfrute de las cosas. Mas, si se impone la justa medida, y la pasión se sirve de la razón para su autodesarrollo ordenado, entonces emergen las dos fuerzas que sustentan una ética prometedora: la ternura y el vigor.

miércoles, 29 de marzo de 2023

Las edades brillantes

Portada del libro Las edades brillantes, de Matthew Gabriele y David M. Perry

Título y autor/a:Las edades brillantes, de Matthew Gabriele y David M. Perry.
Clave de lectura:Nueva luz para entender la Edad Media.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Yo la he disfrutado un montón.
Música:El león en invierno, de John Barry ♪♪♪

Matthew Gabriele y David M. Perry vienen a combatir la idea de que la Edad Media fuera un pozo de mil años sumergidos en guerras, superstición, peste y tinieblas.

Ya desde el título del libro lanzan su golpe de guantelete a las conciencias escolásticas: Las edades brillantes. Una nueva historia de la Europa medieval.

De acuerdo con esta tesis, hemos adoptado un relato simplista donde los siervos de la gleba malvivían bajo el látigo feudal, los frailes difundían con celo el fanatismo y la mejor suerte era no acabar en la picota.

Por el contrario, hacemos injusticia a la complejidad de gentes y civilizaciones que contribuyeron no poco a moldear las sociedades actuales.

Como primera etapa, nos dirigimos a Rávena. En concreto, a un mausoleo con bóveda tachonada de estrellas, bajo las cuales su impulsora, Gala Placidia, aferra las riendas del poder. Alarico ya se ha paseado a caballo por el Capitolio y Odoacro se encuentra cerca de terminar el trabajo.

En el siglo VI acompañamos a Justiniano y su general Belisario. Santa Sofía, el magnífico templo a orillas del Bósforo, se erige en faro de la nueva luz.

Unos años más tarde, en el 638, el califa Omar ibn al-Jattab acuerda con el patriarca Sofronio la entrada incruenta en Jerusalén.

Cuarta parada: los papas. ¿Por qué adquieren una representatividad divina en casi cualquier ámbito? Cismas, concilios y triunfo in extremis de doctrinas que podrían haber sido las perdedoras nos introducen en esta apasionante cuestión.

Visigodos en el solar hispano, francos al norte y lombardos en la bota itálica. Gregorio Magno (el del canto gregoriano) acompaña a figuras como las reinas Teodelinda o Radegunda. Bertha, casada con Aethelbert de Kent, introduce la semilla que allanará el mensaje de los misioneros en Britania.

Ciencia, arte, medicina y Aristóteles se rescatan en manuscritos arábigos y latinos. Agustín de Hipona, Maimónides, Bernardo de Claraval, Leonor de Aquitania, Hildegarda von Bingen, la escritora Marie de Francia, Dante… La lista de nombres ilustres no cesa en la desmentida oscuridad.

En fin, quizá el término «nueva historia» peque algo de suficiencia, pero yo la he disfrutado un montón.


En el transcurso de este tiempo dio pruebas de su capacidad para negociar la complicada política imperial, tanto en Oriente como en Occidente. Cayeron reyes, emperadores, generales, hermanos y primos y, sin embargo, Gala Placidia se mantuvo en pie para llegar a ver, al final, a su hijo convertido en el emperador Valentiniano III.

martes, 21 de marzo de 2023

Tristura

Portada del libro Tristura, de Elena Quiroga

Título y autor/a:Tristura, de Elena Quiroga.
Clave de lectura:Las cuerdas que atan nuestra vida se tejen desde niños.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Una de las mejores autoras del siglo XX.
Música:Cain as follas, de Emilio Cao ♪♪♪

No me vienen demasiadas novelas a la memoria, sin ponerla en jaque, que puedan presumir de la maestría de Elena Quiroga para recrear el universo emocional de seres de ficción con tanta intensidad.

La vida cotidiana de Tadea, una niña de nueve años huérfana de madre, acogida en el caserón familiar de sus tíos, en lo que llamaríamos «Galicia profunda», se desplaza poco a poco desde la ilusión infantil a las sensaciones existenciales condensadas en la palabra del título: Tristura.

Tristura que se introduce en cada poro y que no vuelve a salir en forma de lágrimas, sino de mirada apagada, de asumir con resignación que hay que comportarse como esperan unos adultos —no corras, no juegues, no hagas ruido, no cantes, no hagas muecas, no te cierres por dentro en el retrete, no, no, no…— enfermos crónicos del mismo mal.

Un entorno en el que cada aliado se convierte en delator para desviar el reproche. Donde las infracciones, los pecados, hasta los incomprensibles, hacen daño al corazón del mismo Dios —Tadea, no se pregunta. Las cosas de la religión no se preguntan—.

Dominado por la tía Concha, que siempre odió el matrimonio de su hermana muerta. Por la abuela, matriarca de las apariencias. Por el tío Andrés y el tío Juan. Por Julia, que trae queso con gusanos cuando viene de visita.

Por Suzanne, la joven institutriz francesa a quien chistan los hombres porque enseña las rodillas. A ratos una chispa de luz, aunque nunca cómplice. Nunca.

Por Clota, Ana y Odón, los primos y compañeros de experiencias, que le recuerdan que ella no tiene el mismo derecho natural a estar allí.

Por la servidumbre y la gente del pueblo, Pura, Venancio, Millán, Francisca, Mariano, Dora, Obdulia, Tomasa, Patrocinio, con sus pasiones a escondidas, su resignación, sus envidias, sus rencores…

Incluso por el lejano padre, que tiene cosas más importantes en que ocuparse que enviar el regalo de Reyes.

Y donde la sintaxis del relato, creación absolutamente personal de la autora, se adivina como un punto de fuga de las reglas marcadas, un subterfugio para protestar contra ese mundo desvaído y cercenante.

Asombra que Quiroga, con un enfoque tan rompedor en la literatura de posguerra —contemporánea de Carmen Laforet y Ana María Matute—, no haya tenido sin embargo un reconocimiento a la misma altura. A tenor de lo leído, sería pura justicia.


Cerré los ojos. Luz entrando por todas las rendijas de los ventanales —los gestos de Clota buscando a tientas sobre la mesa, como si no viese nada—, rayos como dedos atravesando el aire, polvillo de colores, bailarín. No paraba quieto. Había un rayo de aquellos delante de mi cama en dirección al espejo.