Valoración: Primerizo y prometedor ✮✮✮✩✩
Música: Wozzeck (Interludio), de Alban Berg ♪♪♪
De acuerdo, puede que no sea el Sándor Márai que conocemos. El admirado.
De hecho, el estilo no se asemeja aquí al de sus obras de mayor madurez. Es más... directo. Busca un impacto de violencia primigenia en el ojo lector.
¿Y no es ello necesario para conducirnos al intramundo de Otto Schwarz, el protagonista, El matarife, basado en el triunfo antagónico de la muerte?
Otto nace cuando sus padres ya no lo esperan. Es concebido tras la impresión de una tragedia en un espectáculo con fieras. Y la madre fallece en el parto, marcándole un camino al que, de alguna manera, parece predestinado.
El orden reina en Alemania. Todo tiene un propósito bajo la penetrante mirada del káiser, omnipresente en los retratos a lo largo y ancho del imperio.
Y cuando, a los nueve o diez años, el niño contempla accidentalmente el sacrificio de un buey, el filo del hacha cayendo sobre su cuello, las sierras y cuchillos que terminan el trabajo, la sangre que brota en chorros, los estertores que cesan...
Sabe a qué quiere dedicarse en lo sucesivo. No tiene dudas sobre el tipo de sensaciones que quiere volver a experimentar. En los mataderos que abastecen de carne a Berlín llevará a cabo sus sueños.
Como un ciudadano modelo, honrado, paciente, del que nadie presenta queja.
Hasta que llega la movilización. El avance hacia Serbia. El ataque a las trincheras enemigas. Una bayoneta en sus manos, también con un propósito...
Luego el Marne. La misma bayoneta y la fama por su «tratamiento radical» de las aldeas condenadas.
Los ojos que antes le contemplaban desde un retrato se encuentran con él frente a frente. La Cruz de Hierro cuelga en su solapa y una voz aflautada le asegura que ha cumplido con su deber.
Retorna al antiguo piso, tras varios años de ausencia. Una sociedad sin reglas, donde una joven precisa de un protector contra abusos y ataques, a quien recompensar con amor y dinero en efectivo.
Una mujer a quien describir con todo detalle cómo son las cosas en el frente...
Título temprano que muestra ya a las claras el talento literario de su autor, El matarife se añade de pleno derecho, pese a su brevedad, a las novelas contemporáneas que nos describen la inimaginable miseria desatada por la Primera Guerra Mundial.
Sándor Márai. Poco puedo añadir.
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