Valoración: Bueno aunque un punto árido ✮✮✮✩✩
Música: Sinfonía nº 41 «Júpiter» (IV.Molto allegro), de W.A. Mozart ♪♪♪
Este libro tiene cosas buenas y otras… regulares.
En el lado positivo, la propia naturaleza del tema: averiguar cómo se generan las ideas en el cerebro humano. Entender, desde un punto de vista científico, el origen del concepto: Creatividad.
Elkhonon Goldberg, prestigioso neurólogo, se embarca en esta tarea incorporando las técnicas de escaneo más recientes al corpus investigador clásico. Prácticamente disecciona los procesos bajo la caja de hueso que llamamos cabeza.
Y plantea numerosos interrogantes:
¿En qué afectan las diferentes tradiciones culturales de las sociedades a la cognición? ¿La limitan o estimulan unas más que otras?
¿Se aprende a pensar practicando, y en qué dosis, o siempre habrá un 1% de rupturistas y un 99% entre torpes y normalitos?
¿Las ideas surgen de repente, ex nihilo, o el proverbial equilibrio inspiración-transpiración tiene algo que ver?
¿Por qué, cuando buscamos alguna respuesta con toda nuestra capacidad intelectiva, el resultado es a menudo infructuoso, mientras se nos ocurren soluciones a los problemas en los momentos más inesperados?
¿Hay diferentes creatividades? ¿Se pueden medir y comparar? ¿Es relevante que Mozart escribiera las tres últimas sinfonías en unas semanas y Beethoven tardara años con su Novena?
¿Significa creatividad lo mismo que inteligencia?
¿Qué aporta un cerebro conservador a la supervivencia de la especie, y qué uno innovador?
¿Resulta cierta la división hemisferio izquierdo lógico vs. derecho especulativo, o son sus fronteras menos estancas de lo que nos habían enseñado?
Etcétera.
Ahora mi reproche: la manera que tiene Goldberg de exponer resulta —paradójicamente— poco creativa. Al menos, tal como se esperaría en una obra de divulgación.
A menudo sus páginas me han recordado al tópico libro de texto: pesado en el sentido aburrido del término.
No obstante, concedo que quizá no haya muchas formas de explicar complejidades fisiológicas como las que tienen lugar entre la corteza prefrontal lateral y la ventromedial-orbitofrontal, así que, en un todo, le pongo buena nota.