jueves, 15 de febrero de 2018

Dead Man Walking

Dicen los gurús que Dead Man Walking es una ópera que quedará en el repertorio. No van a pasar doscientos años hasta que alguien vuelva a acordarse de ella.

Me parece que llevan razón, la verdad es que lo tiene todo. Una historia con fuerza dramática, una música que entra enseguida...

Y si además, en la representación que yo he visto, le sumamos unos artistas con nivelazo, apaga y vámonos.

En cuanto al libreto, trata del castigo capital que le espera a un asesino. Está planteado para que el espectador reflexione.

Terrence McNally adapta un texto de Helen Prejean basado en hechos reales y no cuenta algo que empiece y termine en el escenario. Quiere que interiorices el punto de vista de cada personaje y llegues (si puedes) a tus propias conclusiones.

Contemplamos así el abolicionismo de la hermana Helen, la protagonista femenina, que lucha por evitar la ejecución desde la raíz de sus convicciones religiosas.

La ira de Joseph de Rocher tras los barrotes, para quien la justicia no es equitativa al condenarlo a él y no a su hermano, cuando el crimen lo cometieron ambos.

La ciega ingenuidad de la madre de Joseph, que culpa a su difícil infancia, que cree hasta el final en su inocencia.

La actitud acomodaticia del padre Grenville, el capellán de la prisión. La pena de muerte no es que sea lo mejor, pero como el preso tampoco quiere arrepentirse...

El orgullo del alcaide Benton, que considera la sentencia perfectamente proporcional al delito.

Y el corazón en la boca de los padres de la joven pareja asesinada. ¿Quién podrá consolarlos a ellos? —se quejan a la hermana Helen—. ¿Merece ese monstruo acaso más compasión que sus hijos?

La música, por su parte, suena muy «norteamericana». No como tópico, sino... es que es así. El compositor Jake Heggie consigue una gran fluidez al tiempo que refleja la gama de emociones puestas sobre las tablas, tanto íntimas como violentas. Como decía al principio, entra enseguida.

Los intérpretes, ¡uf! DiDonato, Mayes, Zifchak, Brueggergosman, Castillo... Me da pena no mencionarlos a todos, porque ya no es que cantaran bien, sino que, desde el primero hasta el último, ¡qué manera de meterse en sus papeles! ¡Qué intensidad!

Orquesta, coro, director, actores, producción…

Resumiendo: que yo no sé hacer crónicas al uso, pero desde luego salí del Real encantado.

Encantado.


lunes, 12 de febrero de 2018

Un breve instante

Globos de luz nocturnos.

Tengo frío. Me tiemblan las manos.

Mientras tanto, otras manos sostienen un anhelo de papel.

Breve llama.

El anhelo prende el aire.

miércoles, 7 de febrero de 2018

El tiempo de los emperadores extraños

Clave de lectura: El crimen nunca descansa, en cualquier tiempo y escenario.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Vídeo: Trailer de «Silencio en la nieve» ♪♪♪
Portada del libro El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle.

Es enero de 1943 en el frente de Leningrado y un oficial español aparece sin vida bajo circunstancias que apuntan a un asesinato. Así que se encarga a un soldado, Arturo Andrade, asistido por el sargento Espinosa, que busque al culpable.

Su mérito: haber solucionado tiempo atrás como inspector de policía la desaparición de un cuadro del Prado.

Pero todo ha cambiado desde entonces. Tras la condena por un crimen que él mismo cometió, a cambio de la amnistía ha sido obligado a servir en la División Española de Voluntarios.

Y según van aumentando las víctimas, empieza a darse cuenta de que el enemigo puede surgir de la nada, en cualquier momento..., y no está claro con qué uniforme.

El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle: obra de detectives y suspense en un entorno inusual.

El autor consigue trasladarnos muy bien el sufrimiento de la guerra, tanto físico como psíquico, agudizado por el espantoso frío bajo el que han de sobrevivir los personajes. El final resulta inesperado y el conjunto más que convincente.


lunes, 5 de febrero de 2018

La señorita Smila y su especial percepción de la nieve

Clave de lectura: Misterio fuera y dentro de la historia vital de Smila.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: La señorita Smila, de Harry Gregson-Williams y Hans Zimmer ♪♪♪
Portada del libro La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, de Peter Høeg.

Se comete un crimen que parece un accidente y la protagonista insiste en investigar más a fondo que la policía. Sus sospechas nacen del particular conocimiento que tiene sobre la superficie por donde había caminado la víctima: la nieve.

Un conocimiento milenario, adquirido por una herencia cultural que las autoridades danesas siempre se han esforzado en borrar.

Esta obsesión por descubrir la verdad la llevará desde Copenhague hasta su lugar de nacimiento, Groenlandia, donde alguien no quiere que el resultado de unas presuntas expediciones geológicas salga a la luz.

¿Quién será el asesino que ahora también la acecha? ¿Podrá ella librarse durante la búsqueda de los propios fantasmas que la atenazan desde su niñez?

Tensiones dosificadas, personajes creíbles y buena ambientación. Puede que el final mereciera estar un poco más logrado, pero vaya...

La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, de Peter Høeg.


miércoles, 31 de enero de 2018

Pimiango (VIII)

Casa en ruinas en Pimiango

Una casa en ruinas, para la memoria fotográfica de Pimiango.

domingo, 28 de enero de 2018

Auschwitz (II)

Entrada ferroviaria a Auschwitz-Birkenau.

Cruzo el portón.

Camino junto a las vías.

Me doy la vuelta.

Y algo que no sé nombrar, que ni siquiera creo que tenga una palabra en ninguna lengua de la humanidad...

Algo condensado en una sola imagen frente a mis ojos...

Me rasga por dentro.

miércoles, 24 de enero de 2018

El elefante desaparece

Clave de lectura: El universo de Murakami condensado en relatos cortos.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: To the Edge of Dream, de Toru Takemitsu ♪♪♪
Portada del libro El elefante desaparece, de Haruki Murakami.

Dicen que el mundo se divide en dos: murakamistas y no murakamistas.

Y yo intento mantener un equilibrio zen, pero...

Soy murakamista. A mucha honra.

Por eso se me iluminan los ojos cuando empiezo a distinguir los contornos de estos relatos, las raíces que entrelazan sus cimientos, los hilos que sostienen sus paredes.

Esas atmósferas que casi puedes tocar. Que rozan tu piel mientras lees.

Aunque, para ser sinceros, no siempre tengas del todo clara cuál es la historia que te están contando. ¿Qué importa?

Porque al final... El elefante desaparece.

El de Haruki Murakami, por supuesto.


viernes, 19 de enero de 2018

Gilead

Clave de lectura: Vida cotidiana y esperanzas en un pueblo del medio oeste.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Gwenlaise, de Scott Cossu & Eugene Friesen ♪♪♪
Portada del libro Gilead, de Marilynne Robinson.

Quieres escribir un libro. Muy bien, ¿por dónde empiezas?

De entrada, qué curioso, escoges un argumento que no parece dar para mucho.

Un predicador siente que el final se acerca y escribe a su hijo cartas sobre su vida, sus pensamientos, sus inquietudes, la relación con su propio padre, con su abuelo, su mujer, su mejor amigo...

Pones a los personajes en un pueblucho de Iowa. Lo más lejos que llegan a viajar es a otro pueblucho de Kansas.

Tienes que rellenar la historia con recuerdos desde los tiempos de la Guerra Civil hasta los de Eisenhower.

Y con esos mimbres supuestamente tan finos, tu imaginación se pone a trabajar.

Te llamas Marilynne Robinson, se me olvidaba mencionarlo, y te sale una novela preciosa: Gilead.

¿Cómo lo has hecho?


lunes, 15 de enero de 2018

Pimiango (VII)

Paisaje de Pimiango al atardecer.

El sol comienza su despedida desde el camino al Picu.

jueves, 11 de enero de 2018

A modo de diario (IX)

Reflejos de árboles al amanecer sobre un estanque en invierno.

El guardia de seguridad aparece corriendo a mi espalda. Quiere saber por qué he hecho esta foto.

Yo, confundido, le hablo del estanque, los árboles, los reflejos al amanecer...

Él me habla de alertas, de infraestructuras, de los peligros del mundo...

Hacer fotos resulta sospechoso.