miércoles, 29 de mayo de 2019

Gente de la calle de los sueños

Clave de lectura: Vida de los habitantes de un barrio de Osaka.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Cuentos de Terramar, de Tamiya Terashima y Carlos Núñez ♪♪♪
Portada del libro Gente de la Calle de los sueños, de Teru Miyamoto.

Gente de la calle de los sueños se podría describir como novela costumbrista. Más o menos.

Las costumbres que narra Teru Miyamoto se ambientan en Osaka. Incluso, según una nota del traductor, escribe en un dialecto de la zona.

¿Qué ocurre por aquellos pagos? ¿Quiénes se relacionan día a día en el barrio? ¿Cuáles son sus preocupaciones?

Tenemos a Haruta, poeta no publicado, hilo conductor del relato. Ama en silencio a la estudiante de peluquería Mitsuko.

Mitsuko anda muy preocupada por el joyero que encontró en la calle y no ha entregado a la policía. Piensa que Ryuichi podría ayudarla.

Ryuichi intenta ocultar los tatuajes que delatan su pasado. Junto a su hermano Ryuji, antiguos miembros de la yakuza, han vuelto para ayudar en la carnicería del padre.

Hay quien sospecha de ellos porque dos motoristas han destrozado el minúsculo local de la viuda Tomi.

Aunque las malas lenguas tampoco dejan de señalar a Gonyi, presidente de la asociación de comerciantes. Si consiguiera desahuciar a la anciana inquilina, ¿no obtendría los votos que controla el casero Furukawa en las elecciones a la asamblea de distrito?

Tetsutaro, el adolescente que roba en la relojería familiar, quizá haya dejado embarazada a su novia Rie, hija del dueño del pachinko.

Y muchos otros personajes pueblan estas páginas, un microcosmos donde todos los vecinos tejen sus vidas.

Un buen ejemplo de que, si existe un rasgo que defina a las personas de cualquier lugar, no importa lo remoto que se dibuje en el mapa, es la universalidad de los sentimientos.


jueves, 23 de mayo de 2019

Para combatir esta era

Clave de lectura: Reflexión sobre lo que significan el fascismo, la democracia, la libertad…
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: Obertura «Coriolano», de L. van Beethoven ♪♪♪
Portada del libro Para combatir esta era, de Rob Riemen.

Hoy hablaremos de un texto que nos ayuda a ser más conscientes de dónde pisamos: Para combatir esta era. Consideraciones urgentes sobre fascismo y humanismo.

Ese es su título completo. Y Rob Riemen el nombre de su autor.

Consta de dos ensayos con fuertes vínculos de fondo: El eterno retorno del fascismo y El regreso de Europa. Sus lágrimas, sueños y hazañas.

En el primero de ellos encontramos una combativa reflexión sobre lo que es el fascismo. Atención al matiz: lo que es por naturaleza, aparte de sus mutables caretas.

Un término tan degradado, que todos negarán formar parte de él. Populismo, nacionalismo, cualquier expresión suavizada despierta menos rechazo.

«¡No somos fascistas, somos un partido a favor de la libertad! ¡Somos defensores de valores humanistas y judeocristianos! ¡Muchos intelectuales nos apoyan! ¡Más y más jóvenes están votando por nosotros! ¡No somos violentos! ¡Somos antifascistas!». Así sonarían sus gritos de desvinculación.

¿Podemos entonces festejar su desaparición de nuestras sociedades? ¿No vemos evidencias de lo contrario?

En cuanto a la segunda parte, Riemen quiere recordarnos el significado de ciertos conceptos que parece estuvieran ahí de decorado: democracia, libertad y civilización.

Lo hace de forma biográfica, narrando un viaje a paisajes alpinos como huésped de hoteles donde alguna vez se alojaron Mann, Hesse, Rilke, Einstein, Chagall, Klemperer, Menuhin…

Invitado a seminarios de reflexión sobre la idea de Europa, conoce a interlocutores que le dan motivos para irritarse y a otros cuya humilde profundidad le maravilla.

Y comparte lo que escucha con nosotros.

Más luz para una era de inesperadas penumbras.


miércoles, 15 de mayo de 2019

El error

Clave de lectura: Un autor consagrado nos cuenta sus historias.
Valoración: Pues vale... ✮✮✩✩✩
Música: Three Inventions, de George Benjamin ♪♪♪
Portada del libro El error, de César Aira.

Tengo un problema.

O a lo mejor lo tiene el resto del mundo, quién sabe. ¿Por qué a la gente le gusta tanto César Aira y a mí no consigue convencerme?

El error, según mis cuentas, es su cuarto libro que leo, y lo que resulta evidente es que escribe bien. Es decir, su uso del lenguaje y de los recursos estilísticos es irreprochable.

Pero si desciendo a lo básico, al corazón de lo que significa imaginar y contar historias... Las suyas no me interesan, así de triste.

En el título que nos ocupa esto supone un verdadero fastidio, ya que siento que me he quedado más cerca que con los anteriores. Gracias sobre todo al comienzo.

Tenemos a dos parejas en un jardín salvadoreño donde se exhibe la obra de un famoso escultor: ¿quiénes son? ¿Por qué están en ese lugar? ¿Tienen algo que ver con la guerra civil que asola el país?

¿Y el escultor? ¿Cómo ha logrado su renombre?

De repente el hilo se cierra y surge otro paralelo, donde la protagonista es una mujer presa que se relaciona por carta con el mismo artista. Había matado a su marido con una roca de oro, después de lo cual huyó a la selva y encontró refugio en la hacienda de un solitario científico.

Me resigno a abandonar la primera trama sin respuestas e introducirme con la mejor voluntad en la segunda, hasta que… ¡Otra vez! Nuevo golpe de efecto avant-garde y a mitad de camino se vuelve a interrumpir la narración.

Ahora da paso a un famoso bandolero cuyas aventuras inspiran los folletines que se leen en la cárcel. Por complacer a su esposa, planea sustraer y retocar el busto del padre que, en opinión de ella, no representa sus facciones cabalmente y que se encuentra en un impenetrable Palacio de las Ciencias.

Todo relacionado de alguna manera, puede ser, pero todo desgraciadamente inconcluso. Como si el autor siempre dijera a la mitad: «Ya no sigo, ahí os quedáis».

Pues vaya gracia.


miércoles, 8 de mayo de 2019

La historia del heavy metal

Clave de lectura: El heavy no es tan heavy (a veces sí).
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Enter Sandman, de Metallica ♪♪♪
Portada del libro La historia del heavy metal, de Andrew O'Neill.

Protoheavy, black metal, thrash metal, death metal, brutal death metal, death metal técnico, death metal melódico, death metal sueco, blackened death metal, dead-thrash, doom, crossover, power metal, grindcore

Un momento, que me acuerde: ¿el grindcore era…? ¿Qué era?

Este libro sirve para aclararlo: La historia del heavy metal, de Andrew O’Neill.

Diría que sobre todo se dirige a «paracaidistas» como yo, con ideas algo generales sobre el género, basadas en unos cuantos grupos famosos, pero que deseamos ampliar nuestra cultura mientras practicamos el headbanging.

Quizá presente una salvedad: la traducción más adecuada sería «una historia», y no «la historia». O'Neill se guía por gustos personales y su olimpo —o su hades tenebroso, según se mire— lo ocupan ciertas formaciones mientras pone a otras a caer de un burro.

Metallica son los amos. Y Sepultura. Y Pantera. Y Black Sabbath, Judas Priest o Motörhead. Pero cualquier cosa que huela a, pues… Mötley Crue o Guns N’Roses, por ejemplo, no son dignos de arrastrarse por este mundo.

Y a Dream Theater se lo toma por el pito del sereno. La discusión está servida.

P. D.: Pues no, no consigo que a mí me guste Sepultura.

P. D.: En la página 25 se promete que aficionarse al heavy te hace más sexi. Ya os contaré...


lunes, 29 de abril de 2019

El poder de los sin poder

Clave de lectura: Responsabilidad frente a ideología. Verdad frente a mentira.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: Sinfonietta (5º movimiento), de Leos Janácek ♪♪♪
Portada del libro El poder de los sin poder, de Václav Havel.

En El poder de los sin poder, Václav Havel explica las razones para luchar por que todos los ciudadanos, no solo algunos beneficiados, tengan la primera y la última palabra en política.

Se trata de un libro de cierta complejidad, vaya por anticipado. Hay que leerlo con atención para apreciar la riqueza de su pensamiento.

Por supuesto, el autor habría pasado por el mundo de forma más tranquila si, en lugar de encarnar a la disidencia checoslovaca a través de la Carta 77 y el Foro Cívico, hubiera mirado al suelo, resignado a la suerte de su país.

Sin embargo, eligió defender la democracia «al estilo occidental», en un momento en que, de hacer caso a la propaganda, el paraíso de la igualdad lo representaban las «repúblicas populares».

(Hay quienes aún lo creen, por cierto. No se les caen las anteojeras).

Prefirió el pluralismo y la variedad de coloridos al camino monolítico, la uniformidad y la disciplina.

En su obra contrapone conceptos como responsabilidad individual al sistema postotalitario y a la ideología, esa coartada que tanto se usa para no discrepar.

Y acaba desembocando en la gran decisión, la definitiva que hemos de tomar: vivir en la verdad o vivir en la mentira.

Voces tan comprometidas como la de Havel, cuánto las necesitamos…


miércoles, 24 de abril de 2019

Sobre la tiranía

Clave de lectura: Lecciones que aprender del siglo XX.
Valoración: La más alta posible ✮✮✮✮✮
Música: Concierto de Varsovia, de Richard Addinsell ♪♪♪
Portada del libro Sobre la tiranía, de Timothy Snyder.

Mientras lo voy leyendo, entiendo que este libro y yo estamos hechos el uno para el otro. Y cuando lo he terminado, me resisto a devolverlo a su estante.

Sus veinte lecciones que aprender del siglo XX se transforman en aspiraciones personales, como reflejadas sobre un espejo de papel.

No obedezcas por anticipado. Defiende las instituciones. Cuidado con el Estado de partido único. Recuerda la ética profesional...

Cree en la verdad. Investiga. Contribuye a las buenas causas. Aprende de tus conocidos de otros países...

Cada lección, engañosamente sencilla por su brevedad, se explica mediante ejemplos históricos, aunque no muy lejanos en el tiempo.

Y además cita como referencias unos cuantos libros más sobre los que ya estoy deseando poner los ojos.

Sobre la tiranía, de Timothy Snyder. Un flechazo


lunes, 22 de abril de 2019

Lamentaciones

Noche de domingo en casa. Cielo nublado. Té caliente.

Suenan las Lamentaciones de Jean Gilles por los altavoces...


domingo, 14 de abril de 2019

Ética para máquinas

Clave de lectura: Ética humana para entes no humanos.
Valoración: Imprescindible ✮✮✮✮✮
Música: Inteligencia artificial, de John Williams ♪♪♪
Portada del libro Ética para máquinas, de José Ignacio Latorre.

Quizá imprescindible podría parecer exagerado, de acuerdo.

Pero de interesantísimo no bajo. Es mi última palabra para resumir lo que opino de este libro.

Ética para máquinas, del profesor José Ignacio Latorre, insta a abrir los ojos. Porque plantea temas que definen nuestro modo de vida a todos los niveles, desde los pequeños detalles cotidianos hasta las decisiones de mayor calado.

Cuando se haga patente que las inteligencias artificiales, las IA, son capaces de evolucionar por sí mismas, de pensar en algún sentido quizá más allá de la lógica humana, ¿a qué conclusión llegarán sobre sus creadores?

¿Cómo coexistiremos con «entes» de capacidad individual mucho más rápida y amplia que la nuestra?

Y no se trata de una novela o una película de ciencia ficción, sino de realidades que son ya tangibles. El primer paso está dado en forma de algoritmos que, en múltiples ámbitos, toman decisiones automáticas en nuestro lugar.

Entonces, ¿cómo enseñar parámetros de actuación a estas IA? ¿Cómo programar ética en sus niveles más profundos? ¿Y exactamente qué ética? ¿La que las personas muchas veces incumplimos?

¿Dije interesantísimo? No, qué va. Vuelvo a imprescindible.


martes, 9 de abril de 2019

Operaciones especiales en la Edad de la Caballería

Clave de lectura: «Misiones imposibles» para caballeros medievales y renacentistas.
Valoración: Razonablemente bueno ✮✮✮✩✩
Música: La Rotta (Anónimo) ♪♪♪
Portada del libro Operaciones especiales en la Edad de la Caballería, de Yuval Noah Harari.

Virtudes que acompañan a Operaciones especiales en la Edad de la Caballería: es en general ameno, demuestra esfuerzo de investigación y no deja de tener originalidad temática, lejos de las trilladas «grandes batallas que cambiaron el mundo».

Por ejemplo, antes de asediar Jerusalén, Antioquía se alzaba en el camino de los cruzados. Parecía una ciudad inexpugnable y ellos tropas agotadas. ¿Cómo lograron tomarla?

Le sigue el rescate del rey Balduino, prisionero en la no menos poderosa fortaleza de Khartpert.

También el magnicidio de Conrado de Montferrat bajo los puñales de los hashshasin y el fracaso francés frente a Calais, que creían al alcance de la mano.

Y más: las conjuras borgoñonas que dominaron la política dinástica europea en el siglo XV, el papel del molino de Auriol en la fallida campaña del emperador Carlos a través de Provenza…

Elogio sin tirar muchos cohetes para Yuval Noah Harari, pero elogio al fin y al cabo.


martes, 2 de abril de 2019

El sueco

Clave de lectura: ¿Cuáles son las raíces del niño que ha crecido en otro país?
Valoración: Soporífero ✮✮✩✩✩
Música: Lontano, de György Ligeti ♪♪♪
Portada del libro El sueco, de Gábor Schein.

Si Gábor Schein quisiera escribir que hay un gato encima de una mesa, apuesto a que explicaría las razas felinas, lo bien que se encontraba el árbol antes de convertirse en tablones barnizados, y la filología comparada de la palabra «encima».

¿Qué aportan la mitad de las páginas de El sueco al desarrollo de la novela? ¡Nada! ¡Son un lastre!

Y eso que la trama en sí misma tiene potencial: un anciano diplomático del país nórdico, presintiendo la muerte, desea legar a su hijo adoptivo la verdad sobre sus orígenes. Para ello se pone en contacto con una psiquiatra de Budapest que puede desenterrar archivos sobre la madre biológica.

¿Qué ocurrió hace tantos años para que el niño acabase viviendo al otro extremo del continente?

Tampoco es que la caracterización de los personajes vaya mal encaminada: la excentricidad del enfermo, la separación que afronta el hijo, la falta de horizontes personales de la doctora...

Crisis de valores existenciales a priori sugerentes (como lo son las fotografías intercaladas en el texto, por cierto, que firma Petra Szős).

Pero no, a pesar del encofrado llega un momento en que la historia se desmorona, debido al estilo tan premioso del autor, y acaba sumergida en un monótono pozo sin fondo. Lástima.