jueves, 6 de diciembre de 2018

Manifiesto cívico (VII)

Paraguas con los colores de la bandera española.

Conviene tener muy claro qué es la Constitución. Y también qué no es.

Su raíz, principio y origen es la soberanía del pueblo español, del que emanan, como señala el artículo segundo, los poderes del Estado.

Es decir, muchos millones de conciencias, voluntades, formas de pensar y sentir, que compartimos nuestras vidas en sociedad.

La Constitución es un acuerdo. Obliga a renuncias particulares para obtener a cambio un bien común que no aparte a nadie.

Ni siquiera a quienes quisieran apartarse por sí mismos, por no aceptar otra cosa que su propia e «iluminada» visión del mundo. Incluso a ellos la Constitución los protege.

Por otro lado, la Constitución no es una panacea. La desigualdad, la injusticia, la violencia —la lista sería larguísima—, no se resuelven solo con un libro en la mano. Hay que remangarse con pico y pala.

¿Nos hace entonces la Constitución más fuertes? ¿Seguiremos celebrándola? ¿Defenderemos con fe sus valores? ¿Merecen de verdad la pena sus objetivos?

Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.

Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.

Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.

Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.

Establecer una sociedad democrática avanzada, y

Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.

Sí, definitivamente la merecen.

¡Viva la Constitución Española!

martes, 13 de noviembre de 2018

Pregunta sin respuesta

Silla desvencijada junto al lago.

Cuando no sabes qué decir. Ni siquiera qué decirte a ti mismo.

Cuando todo parece un círculo, sin un lejos, sin un cerca, sin un quizá liberador jamás.

Cuando no puedes distinguir, un día y otro día, cuál es la pregunta y cuál es la respuesta.

Aún te queda el silencio. Calla. Escucha. Solo escucha…

martes, 6 de noviembre de 2018

El rincón de los niños

Carro de helados.

Niños los hay de muchas edades.

Sobre todo, al pasar junto al carrito de los helados.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Concierto para grupo y orquesta

Concierto para grupo y orquesta, del compositor y teclista de Deep Purple Jon Lord.

Si no lo conocéis, una revelación.


lunes, 29 de octubre de 2018

Tierra de campos

Clave de lectura: Memoria de una época en Madrid.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: La chica de ayer, de Nacha Pop ♪♪♪
Portada del libro Tierra de campos, de David Trueba.

Fluidez: es la palabra que andaba buscando para empezar el comentario sobre esta novela de David Trueba.

Fluidez narrativa. Naturalidad. Cada escena relatada en sus páginas tiene su porqué en el transcurrir de Tierra de campos.

Una historia que son los recuerdos de Dani, el protagonista, alternados con el viaje que hace en el presente al pueblo de su padre para enterrarlo.

Una retrospectiva, ya bien pasados los cuarenta, hacia el viejo barrio madrileño de Estrecho, el colegio, los amigos, los inicios en el mundo de la música, el amor...

Hacia el rebelde y provocador Gus. Hacia el padre, la madre, Animal, Oliva, Keiko, todos quienes, a lo largo de su vida, han jugado algún papel para convertirlo en la persona que es.

Así, Kei se empeñó en venir a despedirme al aeropuerto pese a que yo le pedí que no lo hiciera, que se ahorrara ese entrenamiento de un músculo que no se entrena. Pero vino. Y yo quise mostrarme tranquilo, convencido de que tan sólo me marchaba por un mes, para organizar a los míos. Pero ella sospechaba que no sería tan simple. No volverás, me había asegurado tres tardes antes.

Fama. Caída. Resiliencia.

Y cuyo resultado supone también la memoria de una época.


martes, 23 de octubre de 2018

Samarcanda

Atardecer en Samarcanda.

Naranja, dorado, turquesa, azur…

Atardecer en Samarcanda.

lunes, 8 de octubre de 2018

Paso tras paso

Hombre caminando en Jianshui.

Paso tras paso.
Cada paso sigue
a los otros.
No hay nada más.

martes, 25 de septiembre de 2018

Por poco

Beso en una calle de Dali.

A punto estuve de no levantar la cámara cuando pasé cerca de ellos. Por poco. Ya podéis ver la razón.

¿Cómo que no la veis? Pero si está claro.

¿Camisa con cuello de botones con un traje? ¿Y además desabrochados? No, hombre, no, a quién se le ocurre ir así vestido para besar…

jueves, 20 de septiembre de 2018

Tan cerca del aire

Clave de lectura: Magia y poesía.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: El lago de los cisnes, de P.I. Chaikovski ♪♪♪
Portada del libro Tan cerca del aire, de Gustavo Martín Garzo.

La belleza de esta obra de Gustavo Martín Garzo, que abraza intensamente los sentidos, merece que pasemos sus páginas con un estado de ánimo especial.

Como si aún no hubiéramos despertado, casi como en un sueño: Tan cerca del aire.

Jonás, un adolescente que ha heredado el puesto de cartero del pueblo, entrega la correspondencia a doña Julia y ella le relata quién fue su madre.

Esa misteriosa mujer a quien el padre encontró en el bosque, perseguida por los lobos. De quien se enamoró sin medida.

Y quizá su historia pueda explicar por qué las garzas, cuando vuelven cada año del frío norte, se acercan sin temor al muchacho mientras él las observa en la laguna.

Eran cerca de veinte, y sus plumas blancas destacaban sobre el verde luminoso del prado. Parecían flores de altísimos tallos que hubieran brotado de golpe ante sus ojos asombrados, y pasó tan cerca de ellas que habría podido tocarlas con la mano.

Un poema que es una novela. Una novela que es un poema.


viernes, 14 de septiembre de 2018

Día 12

Reflejo de luz.

Día doce,
distancia,
espejo callado
del recuerdo.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Día 11

Sillas vacías.

Brindemos todavía,
una vez más,
el tiempo de alas negras se aproxima
con la palabra adiós.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Día 10

Luz inundando los acantilados.

Aunque fueras solo un sueño,
por soñarte cruzaría
el velo de los abismos,
inundándolos de luz.

martes, 11 de septiembre de 2018

Día 9

Gotas de lluvia sobre la hierba.

Llueve.
Recorren gotas de lluvia,
caricias,
el contorno de tu rostro.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Día 8

Cisne nadando en el estanque.

Manantial
del sonido más hermoso
cuando te oigo
reír.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Día 7

Palabras meciéndose en la brisa.

Palabras llenas
de silencio.
Silencios llenos
de palabras.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Día 6

Reflejo sobre un estanque de lluvia.

Leyenda
latiendo,
reflejada en tu mirada
de luna y ámbar.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Día 5

Flores gemelas.

Raíz, tallo, flor,
roce
levísimo
de tu piel.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Día 4

Campanillas

Una canción
jamás escrita
rodea siempre
tu cintura.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Día 3

Hoguera.

En la plaza, de noche,
canto para ti Pagliacci.
La voz se me rompe.
Premonición.

martes, 4 de septiembre de 2018

Día 2

Amanecer.

Alba, atardecer, crepúsculo,
estrella, espacio,
hierba, vereda, bosque,
azar, tú.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Día 1

Llama de una lámpara.

Al sur del cielo
dices mi nombre,
encuentro tus ojos,
súbito resplandor.

domingo, 5 de agosto de 2018

El bueno, el feo y el malo (en concierto)

La Orquesta Sinfónica Nacional Danesa.

Un coro mixto, una soprano, una mezzo multitarea.

Un piano, una ocarina, guitarras eléctricas.

Un par de tablas de madera que no sé cómo se llaman.

¿De qué va la cosa?

Bueno, pues la directora empieza a agitar la batuta...

Suenan el tambor y una flauta dulce.

La mezzo ataca un ua ua uaaa que eriza la nuca.

Y ya, cuando se pone a silbar...

¡Yo, yo, yo, eco!

El gran Ennio Morricone de nuevo.



lunes, 30 de julio de 2018

Pimiango (XII)

Playa de La Franca.

En Pimiango hay playa. Playas, más bien.

El Regolguero, La Franca, Bendía1, La Robla, Las Cuevas Coloradas...

Lo más fácil es ir a La Franca. Cuarenta minutillos de paseo por el monte, respirando oxígeno para todo el año, y allá que apareces. O cinco en coche, cuando tienes prisa por el chapuzón.

Aunque si te entran ganas de olvidarte del mundo, llegando hasta el fondo del acantilado, y siempre con bajamar, cuando asoma la arena, puedes acercarte a alguna de las otras. Quizá tus compañeros de baño sean solo llámparas y oricios.

Y un último consejo: recuerda que esto es el Cantábrico, ¿eh? No una piscina caldosa. Comprueba tus registros vocales antes de meterte en el agua, porque a la primera ola, si eres barítono te vas a convertir en contratenooooooooor.


1. Los mapas pueden decir lo que quieran. Es Bendía y no Mendía, voto a...


lunes, 23 de julio de 2018

Pimiango (XI)

Paisaje desde el Pico del Cañón en Pimiango.

¿El Pico del Cañón?

Sí, claro. Tira hacia la Garita, tuerce a la derecha y luego a la izquierda. A lo mejor encuentras moras por el camino.

¿Por qué lo del cañón?

Pues resulta que ahí colocaron un bicho de los de avancarga y botafuego. Para batir la ría, el Curtido, las Bajuras...

A ver si paraban al corso, que venía todo chulo con sus dragones, sus granaderos y sus voltigeurs.

Y es que al Bonaparte ese no se le ocurrió otra cosa que mandar a los suyos a tocarles la boina a los de Pimiango. Oh là là.

martes, 17 de julio de 2018

Colores

Colores de una puesta de sol.

No pasa un día sin que intente juntar todos los colores del mundo en una sola palabra.

Y susurrarla.

Pero no la encuentro.

Me siento por ello tan inútil…

martes, 10 de julio de 2018

Pimiango (X)

Buey de competición en Pimiango.

Las instalaciones olímpicas de Pimiango son:

El prau. Deportes de balón y triple salto de gamusinos.

El Patatal Stadium. O bolera.

La cuesta arriba desde el Regolguero. Pruebas de ironman.

La plaza. Ciclismo y carreras de sacos por San Roque.

Una canasta de baloncesto. Solo para turistas.

Y el camino al Pico del Cañón. Por ahí vi alguna vez a los bueyes entrenando.

¿Cómo? ¿Que el arrastre de piedra por buey todavía no es olímpico?

Vaya, pues entonces hay una menos.

sábado, 7 de julio de 2018

Aaron y Anna

Candado de Aaron y Anna en un puente de Colonia.

Hay miles de ellos, el enrejado está cubierto.

¿Quiénes eran?

¿Quiénes son?

¿Qué historia querían contar?

Los trenes hacen retemblar el puente.

Aaron y Anna también estuvieron aquí.

lunes, 2 de julio de 2018

Love is in the air...

El amor está en el aire... Y en Madrid.

... everywhere I look around...

En todas partes, sí.

martes, 19 de junio de 2018

¡Viva Tabarnia!

Clave de lectura: Testimonio en primera línea de lo absurdo del secesionismo.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Vídeo: Discurso de investidura del Presidente de Tabarnia ♪♪♪
Portada del libro ¡Viva Tabarnia!, de Albert Boadella.

En mi imaginario, yo tenía a Albert Boadella como un irreverente. Un autor que se vale de la sátira en sus obras para desnudar miserias.

Pero aún me faltaba por agradecerle su nivel de compromiso con la verdad.

Porque Boadella cuenta verdades. De esas bien gordas, de las que exclamas: ¡pero si la Tierra es redonda! Y, sin embargo, hay quienes se inventan un mundo teocrático paralelo.

Una de las virtudes de ¡Viva Tabarnia! consiste en tratarse de un testimonio de primera línea. El de alguien que ha tenido que «exiliarse» como adversario de los delirios supremacistas de una parte de la sociedad catalana, que han desembocado en el intento de asalto a la soberanía democrática.

Otra, igual de importante, es su sello, el sentido del humor. La constatación de que podemos reírnos de todo ese absurdo sin dejar de combatirlo.

Y el tercer elogio es su convencimiento de que no es demasiado tarde, de que, aunque muchos habían permanecido en silencio por miedo a significarse contra la degradación, eso se ha acabado.

¿Hay otra Cataluña? Sí, claro que sí. Hay otra Cataluña a la que pertenecemos los «otros». En este libro hablamos de Tabarnia, porque ser parte de esa otra Cataluña es un honor, hay que sentirse orgulloso de ese odio que se proyecta sobre nosotros.

Está claro lo que nos jugamos: su analogía con la toma del poder por los totalitarismos en la Europa del pasado siglo no puede ser más acertada.

En suma, un ensayo impecable, cuyo contenido llama a la puerta de la conciencia ética.


domingo, 10 de junio de 2018

Éfeso

Gato durmiendo al sol sobre un muro.

¿Qué puedo decir sobre esta foto?

Está tirada en Éfeso, frente a la portada de la Biblioteca de Celso, con una cámara analógica, por la mañana…

Aunque también podría describirla con un simple ronroneo: «Qué buena es la vida bajo el sol de primavera».

martes, 5 de junio de 2018

La fábrica de las fronteras: guerras de secesión yugoslavas

Clave de lectura: Qué ocurrió en Yugoslavia para que se desencadenara una guerra civil.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: To Entertain You, de Boris Kovac ♪♪♪
Portada del libro La fábrica de las fronteras, de Francisco Veiga.

Rememoro las terribles violaciones de los derechos humanos durante aquel conflicto, las fosas comunes, las imágenes televisivas de bombardeos y francotiradores.

Motivos que parecían bastante convincentes para una intervención internacional que parase los pies a los serbios.

Años después, leo La fábrica de las fronteras: guerras de secesión yugoslavas, del profesor Francisco Veiga.

Y me quedo pensativo: la historia que se abrió camino aquel entonces resulta de una simplicidad mayúscula al contrastarla con los complejos hechos.

Tampoco nos equivoquemos: los crímenes están ahí. El dolor es dolor, no entiende de complejidades. Los inocentes de Srebenica ya no van a resucitar.

Pero las causas por las que todo se desencadenó, por las que los amables vecinos de ayer se convirtieron en verdugos, qué manos manejaron los hilos y muchos otros detalles que desmontarían ciertos tópicos que nacionalistas de ambos bandos intentaron aprovechar en su beneficio, eso es lo que nos enseña esta obra.

Por lo tanto, los hechos apuntan a que la población de Srebrenica fue víctima de la brutalidad de las tropas serbias y sus mandos, pero también de las maquinaciones políticas de su propio gobierno y de la inconsciencia criminal de Naser Orić, que con su estrategia de incursiones de castigo sobre las poblaciones serbias del entorno de Srebrenica, de muy escaso interés militar, atrajo de forma innecesaria la respuesta de Mladić, sabiendo que la defensa del enclave era, en último término, imposible.

Muy bien escrita y alejada de maniqueísmos, gracias a la labor de investigación que la sustenta, no puedo dejar de recomendarla.


viernes, 1 de junio de 2018

Die Soldaten

Salgo de la ópera con cada músculo agarrotado.

Lo que acabo de ver y escuchar me causa una tensión literalmente física.

Die Soldaten nos sumerge en la degradación de Marie, que inicia el oficial Desportes y llega a sus últimas consecuencias tras ser violada por su montero, a quien «se la cede» tras aburrirse de ella. Los soldados del título responden a un instinto «de manada».

Con masas orquestales inmensas y superposición de elementos —varias escenas tienen lugar simultáneamente— la música de Bernd Alois Zimmermann guía nuestras emociones de forma inexorable. Angustia, horror, desesperación…

Acerca del trabajo de los artistas, me parece increíble. Debe de ser algo dificilísimo de interpretar. Y aunque hay alguna deserción de público durante el descanso —no es necesario ponerse dogmático, si a alguien no le gusta es así y ya está—, los aplausos de quienes nos quedamos compensan con creces los de las butacas vacías.

En fin, no sé si esta obra será clave para la evolución del género, tal como la califican los expertos, pero hay que conocerla.


jueves, 17 de mayo de 2018

Historia del corazón

Clave de lectura: La intensidad de Vicente Aleixandre, a flor de piel.
Valoración: Un favorito personal ✮✮✮✮✮
Música: Corazón, de Ara Malikian y José Luis Montón ♪♪♪
Portada del libro Historia del corazón, de Vicente Aleixandre.

¿Un poemario que al terminar de leerlo por primera vez me dejara enfebrecido?

¿Que siempre que vuelvo a abrirlo, ya casi desencuadernado, sienta una corriente que me recorre la médula de arriba abajo?

¿En el que cada verso alcanza un significado sin fronteras, aunque los ojos recorran su fuego, su aire, su carne, en un brevísimo lapso de tiempo?

¿Dónde entender que una sola palabra, un solo nombre pronunciado por nuestra boca, puede dar sustancia a esa fugacidad?

¿Y que una parte de nosotros va a vivir siempre entre sus páginas, en el mismo universo donde habita libre el vilano?

Ah, bien, es una pregunta fácil.

Y el amante la mira
infinitamente pesaroso —glorioso y cargado—.
Mientras ella ligera se exime,
adorada y dorada,
y leve discurre.
Y pasa, y se queda. Y se alza, y vuelve.
Siempre leve, siempre aquí, siempre allí; siempre.
Como el vilano.

Vicente Aleixandre y su Historia del corazón.


jueves, 3 de mayo de 2018

Manifiesto cívico (VI)

Gaviota en vuelo.

Que salgan ahora unos etarras diciendo que no van a asesinar, secuestrar, torturar ni extorsionar más, porque «ha pasado la época», es como si aparece en 1945 un grupo de sicarios de la Gestapo con esa misma historia.

Que, «debido a las circunstancias», declaran su disolución.

Ni mucho menos. Ambas heces de la humanidad fueron combatidas y derrotadas.

No existen más versiones, así hemos de contarlo.

Porque el sufrimiento que causaron no ha de pasar al olvido. Y el orgullo de que la justicia, como brazo de un cuerpo que es la ciudadanía, haya acabado con su crueldad, tampoco.

Recordemos. Con lágrimas, pero recordemos. Por tantos como cayeron, por tantas vidas segadas.

Por nuestra libertad.

martes, 1 de mayo de 2018

Pasión

Cantante sobre el escenario.

Talento. Esfuerzo. Pasión.

¿Qué metas no se alcanzarán en la vida con todo eso?

viernes, 27 de abril de 2018

Andantino doucement expressif

Solo existe un Cuarteto de Claude Debussy.

Soo existe un Andantino doucement expressif.


lunes, 23 de abril de 2018

Contra el separatismo

Clave de lectura: Reflexiones éticas sobre la esencia del separatismo.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Baixa dansa Barcelona (Anónimo) ♪♪♪
Portada del libro Contra el separatismo, de Fernando Savater.

Este libro es uno de los más interesantes que he tenido la fortuna de leer últimamente, no me cabe duda.

Uno cuya razón para haber sido escrito no es otra que desmontar el edificio de la sinrazón.

El filósofo Fernando Savater reúne una serie de artículos periodísticos y les pone un intencionado nombre conjunto: Contra el separatismo. Y, tras el nombre, pone los puntos sobre las íes.

El resultado es un «panfleto», como él mismo lo define con exceso de humildad, que no contiene palabras amables, ni siquiera tibias, sino todo lo contrario.

Combativo en defensa de la libertad. Que mueve al compromiso. Sin miedo, como debería ser en toda sociedad democrática que se respete a sí misma.

No es un delirio más o menos grave, sino un ataque en toda regla al núcleo más importante de nuestra garantía de ciudadanía, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay más arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propósitos.

Y cuyas reflexiones éticas hago mías desde la primera hasta la última letra.


jueves, 19 de abril de 2018

La hembra de nuestra especie

Clave de lectura: Mujeres con sus iras, miedos y deseos.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✩
Música: El cabo del miedo, de Bernard Herrmann ♪♪♪
Portada del libro La hembra de nuestra especie, de Joyce Carol Oates.

Cada uno entenderá lo de «bueno» a su manera, por supuesto, pero me atrevería a resumir que en un buen libro se aúnan el qué y el cómo.

Primero la inspiración, convengamos, ese misterio que hace surgir una historia de la nada.

Segundo, la forma de «juntar las palabras» para insuflarle vida.

Y ya que La hembra de nuestra especie nos ofrece un qué subyugante y un cómo extraordinario, justifica el puesto de Joyce Carol Oates en lo alto de un podio.

Calidad presente en cada relato de los nueve que componen un volumen dominado por personajes femeninos. Con sus iras, sus miedos y sus deseos, luces y tinieblas del alma humana.

Con tensiones no resueltas para mantener nuestra lectura en vilo y una prosa de acero envuelto en seda, precisa y rica al mismo tiempo.

Caí al callejón desde el porche trasero de su casa, gimiendo como un perro herido, y salió inmediatamente al exterior, gritando: «¡Dios mío, Dios mío! ¡Lo siento, de verdad!»; me agarré a la barandilla para ponerme en pie, sin dejar de mirar la sangre oscura que me corría por los pantalones de trabajo; la bala me había hecho un rasguño en la pantorrilla de la pierna derecha, me había desgarrado la carne.

Lo que yo llamo un buen libro.


lunes, 16 de abril de 2018

Ciudad dormida

Calle de Madrid de noche.

Me gusta caminar de madrugada. Cruzar la ciudad dormida. Adivinar que tiene un corazón y que, por una vez, palpita sosegado.

lunes, 9 de abril de 2018

Nuestro mundo (XI)

Prüfung, memorial en la Iglesia de San Nicolás en Hamburgo.

Tiempos curiosos, estos.

Tiempos en que los nazionalistas, para insultar a quienes defendemos la Constitución y el Estado de Derecho, nos llaman «fascistas».

Qué poso de negrura en su corazón.

domingo, 1 de abril de 2018

Quién fuera

Nadie se movía al final del concierto. Todos queríamos que cantara otra.

Por fin, una voz pidió: «¡Quién fuera!».

Y la respuesta de Silvio fue: «Quién se acordara...».


miércoles, 28 de marzo de 2018

Espartaco

La dupla perfecta: película favorita, banda sonora favorita. Del gran Alex North, concretamente.

Espartaco.


sábado, 24 de marzo de 2018

Romeo and Juliet

Una canción de Dire Straits para mejorar el día: Romeo and Juliet.


lunes, 19 de marzo de 2018

Alabama Song

Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny, ópera de Kurt Weill con libreto nada menos que de Bertolt Brecht.

Estrenada en 1930 y prohibida al poco en Alemania ya os imagináis por quién.

Así suena Alabama Song.


lunes, 12 de marzo de 2018

Nuestro mundo (X)

Tela de araña.

Este es hoy nuestro mundo.
Había un niño
y una tela de araña
que esperaba oculta.
Aguijón, veneno.
Antes podíamos gritar,
ahora ya no.
Este es hoy nuestro mundo.

jueves, 8 de marzo de 2018

Nuestro mundo (IX)

Mujer anciana.

¿Cómo no sentir ahogo cada vez que se anuncia un nuevo caso de abuso, de violencia o de asesinato machista?

Pocos criminales tan cobardes como aquellos que se creen dueños de otra persona, arrancando todo el significado de la palabra «amor».

Y nos fijamos solo cuando es tarde, pasando a menudo por alto lo que está ahí, ahí mismo, no tan larvado.

No hace falta esperar a un día de marzo para ponerse en pie.

Porque en cualquier momento, en cualquier lugar del mundo, la vida de cualquier mujer no disfruta del mismo valor que la de cualquier hombre.

Como si la humanidad tuviera que pagar un tributo doliente a nuestra propia idiotez.

lunes, 5 de marzo de 2018

Pimiango (IX)

Fiesta de san Emeterio en Pimiango, «Santu Medé».

¡Que le corten la cabeza!

¡Chas! Y dejaron sin ideas a san Emeterio.

¡Chas! ¡Chas! Y lo mismo a san Celedonio, que pasaba por allí. Tenían un sentido del humor estos romanos...

Pero había en esas cabezas un no sé qué, caramba. Cuando llegaron los agarenos, siglos más tarde, alguien pensó que debían salvarlas.

¿Qué mejor opción que meter las reliquias en una barca... de piedra y empujarla hacia la corriente? Hala, a navegar, a navegar.

Noto a un par de visitantes del blog escépticos. ¿Por qué se iba a hundir una barca de piedra y no un acorazado de chorromil toneladas? Dichoso Arquímedes…

El caso es que llegó sin motor a la costa de Pimiango. Ahí vararon sus sólidos fondos.

Et voilà. Día de fiesta grande. Ermita, ramo, pericote, san Emeterio gloriooooosooo.

De acuerdo, parece que luego se llevaron a los dos a Santander, que es puerto principal, Portus Sanctorum Emeterii et Celedonii.

Pero adonde quisieron venir primero fue a Pimiango. Y punto.

jueves, 1 de marzo de 2018

Batalla imperial

Otra recomendación de parte de las corcheas del blog: Batalla imperial, de Joan Cabanilles.


lunes, 26 de febrero de 2018

La voz dormida

Clave de lectura: La posguerra de un grupo de mujeres encarceladas.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Ainadamar («Desde mi ventana»), de Osvaldo Golijov ♪♪♪
Portada del libro La voz dormida, de Dulce Chacón.

Algunas veces, tampoco demasiadas, justo después de terminar una novela te preguntas a ti mismo: ¿qué acabo de leer?

Y te quedas pensativo, absorto, muy «dentro» aún de esas páginas.

Es el caso de La voz dormida, de Dulce Chacón. Una historia tan vívida, tan cercana, tan surcada de claroscuros…

La historia de unas mujeres en la posguerra española, supervivientes, encerradas en prisiones de rejas, aquellas que se aferran con las manos y otras del espíritu.

Imposible respirar tras ninguna de ellas.

Mujeres osadas y sometidas al mismo tiempo al temor.

Insisto: contada con esa desbordante riqueza de expresión y de registros…

El hacinamiento en la enfermería de la prisión provincial de Ventas produjo en el doctor Ortega un extraño sentimiento de horror, mezcla de impotencia, repugnancia y lástima. Todas las camas se encontraban ocupadas por dos presas. Las enfermas compartían los lechos de sábanas escasas en limpieza y faltas de mantas.

Algunas veces, tampoco demasiadas, te sientes afortunado por haber abierto un libro como este.


jueves, 15 de febrero de 2018

Dead Man Walking

Dicen los gurús que Dead Man Walking es una ópera que quedará en el repertorio. No van a pasar doscientos años hasta que alguien vuelva a acordarse de ella.

Me parece que llevan razón, la verdad es que lo tiene todo. Una historia con fuerza dramática, una música que entra enseguida...

Y si además, en la representación que yo he visto, le sumamos unos artistas con nivelazo, apaga y vámonos.

En cuanto al libreto, trata del castigo capital que le espera a un asesino. Está planteado para que el espectador reflexione.

Terrence McNally adapta un texto de Helen Prejean basado en hechos reales y no cuenta algo que empiece y termine en el escenario. Quiere que interiorices el punto de vista de cada personaje y llegues (si puedes) a tus propias conclusiones.

Contemplamos así el abolicionismo de la hermana Helen, la protagonista femenina, que lucha por evitar la ejecución desde la raíz de sus convicciones religiosas.

La ira de Joseph de Rocher tras los barrotes, para quien la justicia no es equitativa al condenarlo a él y no a su hermano, cuando el crimen lo cometieron ambos.

La ciega ingenuidad de la madre de Joseph, que culpa a su difícil infancia, que cree hasta el final en su inocencia.

La actitud acomodaticia del padre Grenville, el capellán de la prisión. La pena de muerte no es que sea lo mejor, pero como el preso tampoco quiere arrepentirse...

El orgullo del alcaide Benton, que considera la sentencia perfectamente proporcional al delito.

Y el corazón en la boca de los padres de la joven pareja asesinada. ¿Quién podrá consolarlos a ellos? —se quejan a la hermana Helen—. ¿Merece ese monstruo acaso más compasión que sus hijos?

La música, por su parte, suena muy «norteamericana». No como tópico, sino... es que es así. El compositor Jake Heggie consigue una gran fluidez al tiempo que refleja la gama de emociones puestas sobre las tablas, tanto íntimas como violentas. Como decía al principio, entra enseguida.

Los intérpretes, ¡uf! DiDonato, Mayes, Zifchak, Brueggergosman, Castillo... Me da pena no mencionarlos a todos, porque ya no es que cantaran bien, sino que, desde el primero hasta el último, ¡qué manera de meterse en sus papeles! ¡Qué intensidad!

Orquesta, coro, director, actores, producción…

Resumiendo: que yo no sé hacer crónicas al uso, pero desde luego salí del Real encantado.

Encantado.


lunes, 12 de febrero de 2018

Un breve instante

Globos de luz nocturnos.

Tengo frío. Me tiemblan las manos.

Mientras tanto, otras manos sostienen un anhelo de papel.

Breve llama.

El anhelo prende el aire.

miércoles, 7 de febrero de 2018

El tiempo de los emperadores extraños

Clave de lectura: El crimen nunca descansa, en cualquier tiempo y escenario.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Vídeo: Trailer de «Silencio en la nieve» ♪♪♪
Portada del libro El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle.

El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle, es una novela de detectives y suspense en un entorno del todo inusual.

Es enero de 1943 en el frente de Leningrado y un oficial español aparece sin vida bajo circunstancias que apuntan a un asesinato.

Así que se encarga a un soldado, Arturo Andrade, asistido por el sargento Espinosa, que busque al culpable.

Su mérito: haber solucionado tiempo atrás como inspector de policía la desaparición de un cuadro del Prado.

Pero todo ha cambiado desde entonces. Tras la condena por un crimen que él mismo cometió, a cambio de la amnistía ha sido obligado a servir en la División Española de Voluntarios.

Y, según van aumentando las víctimas, empieza a darse cuenta de que el enemigo puede surgir de la nada, en cualquier momento. No está claro con qué uniforme.

Arturo sonrió y devolvió el saludo; cogió las hojas, las plegó limpiamente introduciéndolas en la cartera y se puso en pie. Acto seguido, se colocó la gorra y se cuadró con un firme chasquido de tacones.

El autor consigue trasladarnos muy bien el sufrimiento de la guerra, tanto físico como psíquico, agudizado por el espantoso frío bajo el que han de sobrevivir los personajes. El final resulta inesperado y el conjunto más que convincente.


lunes, 5 de febrero de 2018

La señorita Smila y su especial percepción de la nieve

Clave de lectura: Misterio fuera y dentro de la historia vital de Smila.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: La señorita Smila, de Harry Gregson-Williams y Hans Zimmer ♪♪♪
Portada del libro La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, de Peter Høeg.

Se comete un crimen que parece un accidente y la protagonista insiste en investigar más a fondo que la policía.

Sus sospechas nacen del particular conocimiento que tiene sobre la superficie donde la víctima había dejado sus huellas.

Un conocimiento milenario, adquirido por una herencia cultural que las autoridades danesas siempre se han esforzado en borrar.

Así comienza la trama de La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, escrita por Peter Høeg.

Esta obsesión por descubrir la verdad la llevará desde Copenhague hasta su lugar de nacimiento, Groenlandia, donde alguien no quiere que el resultado de unas presuntas expediciones geológicas salga a la luz.

¿Quién será el asesino que ahora también la acecha? ¿Podrá ella librarse durante la búsqueda de los propios fantasmas que la atenazan desde su niñez?

Cada vez hace más frío y yo me alegro, porque sé que ahora la helada ha llegado al punto idóneo en que el hielo permanecerá. A estas alturas, los cristales han formado puentes y han encerrado el agua salada en bolsas de una estructura parecida a las vetas de los árboles, por las que el líquido se filtra lentamente; un hecho que muchos de los que miran hacia Holmen ignoran, pero que no deja de ser un argumento para pensar que el hielo y la vida guardan, de maneras diversas, una estrecha relación entre sí.

Tensiones dosificadas, personajes creíbles y buena ambientación. Puede que el final mereciera estar un poco más logrado, pero vaya...


miércoles, 31 de enero de 2018

Pimiango (VIII)

Casa en ruinas en Pimiango

Una casa en ruinas, para la memoria fotográfica de Pimiango.

domingo, 28 de enero de 2018

Auschwitz (II)

Entrada ferroviaria a Auschwitz-Birkenau.

Cruzo el portón.

Camino junto a las vías.

Me doy la vuelta.

Y algo que no sé nombrar, que ni siquiera creo que tenga una palabra en ninguna lengua de la humanidad...

Algo condensado en una sola imagen frente a mis ojos...

Me rasga por dentro.

miércoles, 24 de enero de 2018

El elefante desaparece

Clave de lectura: El universo de Murakami condensado en relatos cortos.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: To the Edge of Dream, de Toru Takemitsu ♪♪♪
Portada del libro El elefante desaparece, de Haruki Murakami.

Dicen que los habitantes del mundo nos dividimos en dos: murakamistas y no murakamistas.

Y yo intento mantener un delicado equilibrio zen, pero...

Soy murakamista. A mucha honra.

Por eso se me iluminan los ojos cuando empiezo a distinguir los contornos de estos relatos, las raíces que entrelazan sus cimientos, los hilos que sostienen sus paredes.

Esas atmósferas que casi puedo tocar. Que rozan la piel mientras leo.

Aunque, para ser sincero, no siempre tenga del todo clara cuál es la historia que me están contando.

¿Qué importa? Acepto sus misterios. Las recorro con el sincero fervor del creyente.

«Señora, señora. Escúcheme. He venido a pedir mano. ¿Lo entiende? Me arrastro hasta aquí desde muy muy profundo. Mucho esfuerzo. He escarbado tierra y mis uñas rotas. Si tuviera mala intención, mala intención, no tomar molestia. He venido porque la quiero mucho. La quería desde lugar profundo. No podía soportar y me arrastré hasta aquí arriba. Todos me querían detener, pero no podían. Me hacía falta coraje. Pensará que soy descarado por pedir mano y ser monstruo».

Y al final... El elefante desaparece.

El de Haruki Murakami, por supuesto.


viernes, 19 de enero de 2018

Gilead

Clave de lectura: Vida cotidiana y esperanzas en un pueblo del medio oeste.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Gwenlaise, de Scott Cossu & Eugene Friesen ♪♪♪
Portada del libro Gilead, de Marilynne Robinson.

Quieres escribir un libro. Muy bien, ¿por dónde empiezas?

Tantos hombres y mujeres se habrán hecho esa misma pregunta ante una hoja de papel en blanco…

De entrada, qué curioso, escoges un argumento que no parece dar para mucho.

Un predicador siente que el final se acerca y escribe a su hijo cartas sobre su vida, sus pensamientos, sus inquietudes, la relación con su propio padre, con su abuelo, su mujer, su mejor amigo...

Pones a los personajes en un pueblucho de Iowa. Lo más lejos que llegan a viajar es a otro pueblucho de Kansas.

Tienes que rellenar la historia con recuerdos desde los tiempos de la Guerra Civil hasta los de Eisenhower.

Y con esos mimbres supuestamente tan finos, tu imaginación se pone a trabajar.

Vinimos a esta casa cuando yo era todavía un niño. Durante muchos años no tuvimos electricidad, solo lámparas de queroseno. Ni radio. He estado recordando cuánto le gustaba a mi madre su cocina. Entonces era muy diferente, desde luego, con una nevera y un fregadero de bomba manual y una fresquera y una cocina de leña.

Te llamas Marilynne Robinson, se me olvidaba mencionarlo, y te sale una novela preciosa: Gilead.

¿Cómo lo has hecho?


lunes, 15 de enero de 2018

Pimiango (VII)

Paisaje de Pimiango al atardecer.

El sol comienza su despedida desde el camino al Picu.

jueves, 11 de enero de 2018

A modo de diario (IX)

Reflejos de árboles al amanecer sobre un estanque en invierno.

El guardia de seguridad aparece corriendo a mi espalda. Quiere saber por qué he hecho esta foto.

Yo, confundido, le hablo del estanque, los árboles, los reflejos al amanecer...

Él me habla de alertas, de infraestructuras, de los peligros del mundo...

Hacer fotos resulta sospechoso.