Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Tahiti Trot, de Dimitri Shostakovich ♪♪♪
Mijaíl Zóschenko fue acusado de antipatriota y expulsado de la Unión de escritores en la Rusia stalinista. Un veto con consecuencias muy peligrosas.
Sin embargo, no por ello dejó de describir el mundo que le rodeaba con espíritu jocoso. Podemos disfrutar de ese sentido del humor en Matrimonio por interés y otros relatos (1923-1955).
Se trata de una colección de situaciones esperpénticas que, según los testimonios, estaban pensadas para compartir leídas en voz alta: la lotería, las visitas al dentista del seguro, el alquiler del piso, el funcionamiento de los baños públicos, las diferencias entre los cigarrillos rusos y los extranjeros…
Por ejemplo, en temas amorosos conviene establecer unas condiciones previas para que no te toquen en suerte vagos y pretendientes de medio pelo. Hacer ciertas preguntillas:
Sólo una cosa tengo clara y son las novias que sirven al Estado. Allí no hay engaño: sueldo, clase, categoría... Pero también con ellas te puedes equivocar. Por ejemplo, a mí me gustó una. Nos echamos el ojo. Nos conocimos. Que si esto que si lo otro, ¿dónde está empleada?, le pregunto, ¿cuánto cobra? ¿Qué nivel es el suyo, qué sueldo?
—Estoy empleada en un almacén —me contesta—. Y mi nivel es tal y cual.
—Vaya —le digo—. Merci y perfecto. Usted —le digo— me gusta. Y su nivel me resulta simpático, tampoco el sueldo está mal. Presentémonos.
Todos estos y unos cuantos palos más son tocados por nuestro autor. ¿El resultado?
La recomendación de la semana.