Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: La Batalla de Inglaterra (Ace High March), de Ron Goodwin ♪♪♪
Cuando se sobrevuela Londres, se gana una perspectiva que corrobora con creces la obtenida al caminar por sus calles y avenidas: es una ciudad grandísima, inmensa. Se extiende hasta donde la vista alcanza.
Más o menos, esa debía de ser la misma impresión que se llevara un piloto alemán hace unos setenta años. Y no precisamente de Lufthansa.
Aviadores, de Ian Kershaw, relata la odisea de un puñado de norteamericanos que, contraviniendo las leyes de su país, se alistaron en la RAF en 1940. Caballeros del aire, como indica el subtítulo.
Cada uno tenía un pasado diferente, pero algo fundamental en común: la intuición de lo mucho que se jugaba el mundo.
Por eso consiguieron alcanzar Canadá y de ahí dieron el salto al Viejo Continente, donde se les asignó a una escuadrilla de los míticos Spitfires.
La obra, con muy buen pulso narrativo, utiliza fuentes originales como los recuerdos y testimonios de quienes los conocieron, pues de todos ellos apenas uno alcanzó indemne el final de la guerra.
En tono de admiración, sin por ello perder el rigor histórico, quedan recogidas las biografías de cada piloto y las acciones en las que se vieron envueltos, trazando en conjunto un vívido fresco de ese momento en el que, con las famosas palabras de Churchill, «nunca en la historia de los conflictos humanos, tantos debieron tanto a tan pocos».