viernes, 31 de enero de 2025

Carlos Núñez

Carlos Núñez en concierto.

Vosotros mismos os lo habéis buscado, al adorar al becerro.

Porque mancilláis Bernabéus, Metropolitanos y Arenas varias, desgarrando los oídos con músicas blasfemas.

¿Músicas he dicho? ¿Músicas? ¡Qué más quisierais!

Cuando se rompa el séptimo sello y vuestro falso reguetón se confunda con los ayes y el rechinar de dientes, quienes el otro día nos congregamos en el templo de Carlos Núñez seremos arrebatados a lo alto.

Los elegidos.

No hay consenso teológico entre el ovni y el carro de fuego, qué más da. La cuestión es que nos abrazarán eternamente voces, flautas, guitarras, violines, trikitixas, tambores y…

Y un ejército angelical de gaitas. Gallega, asturiana, irlandesa, bretona, escocesa… ¡Gloria!

Más os vale pasaros a la religión verdadera mientras estáis a tiempo: de haber faltado a este, pillad entradas para algún otro concierto. ¡Ya! En cualquiera puede llegar el arrebato.

Advertidos os dejo.

P. D.: Y de paso, haced muchas queimadas de expiación. Pero muchas, muchas. ¡Pecadores!

1 comentario:

Fackel dijo...

Me gusta el tono de humor y de talante.

Por cierto, ¿sabes cómo definía Ambrose Bierce la religión?

"Religión. Hija de la Esperanza y el Miedo que le explica a la Ignorancia la naturaleza de los Incognoscible"

Y daba una segunda acepción: "Religión. Acogedor árbol en el que han anidado todos los pájaros confusos".

Imagino que conoces "El diccionario del diablo", de Bierce. En él viene. Salud.