Vosotros mismos os lo habéis buscado, al adorar al becerro.
Porque mancilláis Bernabéus, Metropolitanos y Arenas varias, desgarrando los oídos con músicas blasfemas.
¿Músicas he dicho? ¿Músicas? ¡Qué más quisierais!
Cuando se rompa el séptimo sello y vuestro falso reguetón se confunda con los ayes y el rechinar de dientes, quienes el otro día nos congregamos en el templo de Carlos Núñez seremos arrebatados a lo alto.
Los elegidos.
No hay consenso teológico entre el ovni y el carro de fuego, qué más da. La cuestión es que nos abrazarán eternamente voces, flautas, guitarras, violines, trikitixas, tambores y…
Y un ejército angelical de gaitas. Gallega, asturiana, irlandesa, bretona, escocesa… ¡Gloria!
Más os vale pasaros a la religión verdadera mientras estáis a tiempo: de haber faltado a este, pillad entradas para algún otro concierto. ¡Ya! En cualquiera puede llegar el arrebato.
Advertidos os dejo.
P. D.: Y de paso, haced muchas queimadas de expiación. Pero muchas, muchas. ¡Pecadores!
1 comentario:
Me gusta el tono de humor y de talante.
Por cierto, ¿sabes cómo definía Ambrose Bierce la religión?
"Religión. Hija de la Esperanza y el Miedo que le explica a la Ignorancia la naturaleza de los Incognoscible"
Y daba una segunda acepción: "Religión. Acogedor árbol en el que han anidado todos los pájaros confusos".
Imagino que conoces "El diccionario del diablo", de Bierce. En él viene. Salud.
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