Física y berenjenas es un libro que nadie va a arrepentirse de leer, ni mucho menos.
En sus páginas, Andrés Gomberoff nos ofrece conocimiento. El espíritu de descubrir, de entender, de dar un paso más hacia el origen de tantas cosas...
Al tiempo que busca la amenidad en el acercamiento científico, para que los amateurs podamos seguirlo.
Sin embargo, todo lo bueno que pueda decir sobre él no me quita la sensación de que «le falta algo».
Y es que ese acercamiento resulta en exceso superficial. Una miríada de fenómenos del universo se mencionan casi de refilón, poniéndonos la copa al borde de los labios pero sin llegar a mojarlos.
Quizá el origen de los textos, pensados para su publicación en revistas, tenga que ver con el problema. Dada la brevedad de cada uno, como conjunto orgánico me temo que no terminan de funcionar.
En fin, no dejemos de agradecer el intento.