miércoles, 31 de agosto de 2016

Alatriste

Me atrevo a calificar de memorable la banda sonora que Roque Baños compuso para la bastante menos merecedora de recuerdo película Alatriste.

Una suite de concierto para demostrarlo:


miércoles, 20 de julio de 2016

Buenos días, pereza

Clave de lectura: Tiene buen marketing.
Valoración: No vale un pimiento ✮✩✩✩✩
Música: The Typewriter, de Leroy Anderson ♪♪♪
Portada del libro Buenos días, pereza, de Corinne Maier.

Comienzo del reclamo en la contraportada: «El libro que está cambiando el mundo».

Ah, pues lo leo.

Continuación del reclamo en la contraportada: «Buenos días, pereza pretende decir por fin la verdad, toda la verdad, no la que algunos quieren hacernos creer».

Sí, sí, ya lo creo que lo leo.

Resumen del contenido: hay que rascarse en el trabajo lo que cada uno tenga pero cobrar religiosamente a fin de mes, con ánimo de que todo el tinglado se hunda.

Ya... Me está bien empleado por mirar las contraportadas como un primo.

Menuda soberana memez de Corinne Maier.


lunes, 4 de julio de 2016

El arte de amar

Clave de lectura: Es famoso, tiene prestigio y habla sobre temas interesantes.
Valoración: Es aburrido, me duerme y los temas interesantes… ahí se quedan ✮✮✩✩✩
Música: Romeo & Juliet (A Thousand Times Good Night), de Abel Korzeniowski ♪♪♪
Portada del libro El arte de amar, de Erich Fromm.

Es tan famoso y está tan valorado...

Nada, nada, no hay que esperar ni un segundo más. Vamos a leer El arte de amar, de Erich Fromm.

Por supuesto, la premisa de que no debemos dedicar nuestra energía vital a lograr el éxito y el dinero, el prestigio y el poder, sino a cultivar el arte de amar, me atrae como una piedra imán.

Pero cuando por fin llego a la última página, ¡por fin!…

Ya era hora...

Me parece que me quedo sin nada: ni éxito, ni pasta, ni prestigio ni expansión emocional ni gaitas. Voy a contracorriente de la opinión general.

¡Cómo me he aburrido!

P.D.: Como expiación por una crítica tan destructiva, pongo una música maravillosa de Abel Korzeniowski.


jueves, 23 de junio de 2016

Cantos del Tucumán

Yo nací en el valle, agua y arena.
Yo nací en el valle, lo dejé por ella…

Alberto Ginastera: Cantos del Tucumán.


lunes, 30 de mayo de 2016

Moisés y Aarón

La música de Schönberg, estupenda.

Los cantantes, muy bien.

El coro, muy bien.

La orquesta, muy bien.

El director, los bailarines, los submarinistas... Exacto, muy bien.

Sí, sí, había submarinistas. Y un toro. Y una damisela con atuendo (o no atuendo) de los de pasar frío. Escándalo, escándalo, escándalo...

El toraco lo dejó todo perdido, pero como luego echaban litros y litros de tinta sobre el escenario, unas manchas más…, pse.

El caso es que el público aplaudió con ganas. Bueno, quizá se manifestó cierta división de opiniones cuando iba a empezar el segundo acto.

Una radio desde la última fila rompió el silencio para informarnos de que el Atleti hacía progresar el balón por la banda derecha.

Hubo quien abogó por unas cuantas antorchas para localizar al amante de las emociones deportivas y echarlo a la pileta.

Por lo demás, éxito total de Moisés y Aarón.


miércoles, 11 de mayo de 2016

Shakespeare in love

Shakespeare in love es sin duda la banda sonora más reconocible (ganadora de un Oscar) salida de la imaginación de Stephen Warbeck.

Escuchemos...


lunes, 2 de mayo de 2016

Antinoo

Busto de Antinoo.

De repente, mientras remontaban el Nilo, escuchar su nombre en boca de todos se le volvió insoportablemente hueco.

miércoles, 27 de abril de 2016

Schubertiada IV

Teclado de piano.

Wer reitet so spät durch Nacht und Wind?

¿Quién cabalga tan tarde a través de la noche y el viento?

miércoles, 30 de marzo de 2016

Concierto en Munich

¡Ha venido el cartero!

¡Con el CD que había pedido!

¡El de Ennio Morricone!

¡El del concierto en Munich!

¡Yupi!



lunes, 7 de marzo de 2016

La prohibición de amar

Primera vez en la vida que veo y escucho La prohibición de amar. A ver si me he enterado bien…

Estamos en Palermo: neones a tutiplén, night clubs, casinos... A Claudio le gusta la juerga. Friedrich opina lo contrario, que más cilicio y menos ayuntamiento. Isabella es una monja. Luzio piensa que ¡madre mía, qué bueno está el clero! Dorella anda detrás de Luzio. Los demás quieren apuntarse al carnaval. No, Brighella el guardia no, espera.

El rey se ha ido de viaje, así que Friedrich se queda de gobernador y de juez. Y decreta que el alcohol y los cariñitos se han acabado en la ciudad. Principalmente los cariñitos. Sopas de ajo, rigor y abstinencia para todo el mundo.

El guardia se lleva a toda la panda de pervertidos al trullo. Friedrich les quiere meter un puro, pero el amigo Luzio va corriendo al convento a buscar a Isabella, que es hermana de Claudio, por si ella puede convencer al gobernador de que eso del amor, tomándolo en sentido abstracto, no está tan mal.

Y en el convento vive también Mariana, la mujer de Friedrich, desde que él la abandonó para dedicarse a la política.

Al gobernador lo del sentido abstracto no le pasa por la cabeza cuando ve a la monja, más bien se pone como un mandril. Manda sus propias leyes a freír espárragos y le dice que si wanga wanga, libera al hermano. Pero no te fíes, nooooo.

Isabella le explica el trato a Claudio. El tenor, que esa es su cuerda, le contesta que ya está tardando (y eso que no sabe, como el público, que el gobernador es muy cuco y se lo piensa cepillar de todas maneras, después del otro cepillado). Isabella se mosquea y le quiere hacer sufrir un poquito, que no adivine lo que va a pasar. Se le está ocurriendo un plan...

Sale el coro, otra vez con lo del carnaval. Hay disfraces. La mujer del juez se da el cambiazo con la monja. Mientras tanto, a Brighella lo que lo que le mola es travestirse con pelucón rubio y que Dorella le dé azotillos. Nada, algunos enredos muy resumidos.

Al final tenemos a Claudio en la calle, Isabella se enrolla con Luzio (y parecía tonto), Dorella se olvida de él y se va con el guardia, a Friedrich le echan del gobierno por acostarse con su mujer...

Y regresa el rey de Sicilia en un avión de la Bundesrepublik y resulta que es la Merkel, con unos cuantos maletines repartiendo euros como caramelos, para que la gente se lo pase bien.

Mmmmm, estos directores de escena…

¿Y la música? Ah, ligera y chispeante. Con panderetas y todo en la obertura. Suena a Donizetti.

Vamos, que si no me dicen antes que esta es la primera ópera de Wagner, no me lo creo. Por ser tú, Richard, por ser tú...