Está cincelado: al principio fue Kinich Yax Kuk Moo. Gran Sol Primer Quetzal Guacamayo.
Tampoco al principio del principio, sino cuando en Copán se pusieron a cincelar. Parece que Guacamayo llegó desde Tikal, vio y venció, y el que vence cincela: soy un tío grande. Soy el sol.
La cosa fue bien durante un par de siglos. Sus descendientes (Nenúfar Jaguar, Luna Jaguar, Humo Jaguar…) continuaron señoreando y el lugar se llenó de edificios, altares y estelas.
Ayyyyy, pero algo se torció con Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil, el rey 18 Conejo. Hablamos del periodo Clásico Tardío (por aquí no habíamos llegado al Ramirense).
Estaba en plena expansión de estelas, esta me la pones aquí, esta otra allá, esta es un poco pequeña para mis méritos, cuando los guerreros de Quiriguá, una ciudad vasalla, le rebanaron lo que crece por encima de los hombros.
Humo Mono, Humo Ardilla… Todavía aguantaron cuatro gobernantes levantando piedras, pero el colapso maya ya se venteaba.
Hasta que los recursos naturales no dieron para más y se posesionaron del lugar el inmenso verde, los grandiosos troncos y las feraces lianas.
Sic transit gloria mundi, amigo 18 Conejo. Así es la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario