martes, 2 de abril de 2019

El sueco

Clave de lectura: ¿Cuáles son las raíces del niño que ha crecido en otro país?
Valoración: Soporífero ✮✮✩✩✩
Música: Lontano, de György Ligeti ♪♪♪
Portada del libro El sueco, de Gábor Schein.

Si Gábor Schein quisiera escribir que hay un gato encima de una mesa, apuesto a que explicaría las razas felinas, lo bien que se encontraba el árbol antes de convertirse en tablones barnizados, y la filología comparada de la palabra «encima».

¿Qué aportan la mitad de las páginas de El sueco al desarrollo de la novela? ¡Nada! ¡Son un lastre!

Y eso que la trama en sí misma tiene potencial: un anciano diplomático del país nórdico, presintiendo la muerte, desea legar a su hijo adoptivo la verdad sobre sus orígenes. Para ello se pone en contacto con una psiquiatra de Budapest que puede desenterrar archivos sobre la madre biológica.

¿Qué ocurrió hace tantos años para que el niño acabase viviendo al otro extremo del continente?

Tampoco es que la caracterización de los personajes vaya mal encaminada: la excentricidad del enfermo, la separación que afronta el hijo, la falta de horizontes personales de la doctora...

Crisis de valores existenciales a priori sugerentes (como lo son las fotografías intercaladas en el texto, por cierto, que firma Petra Szős).

Pero no, a pesar del encofrado llega un momento en que la historia se desmorona, debido al estilo tan premioso del autor, y acaba sumergida en un monótono pozo sin fondo. Lástima.


miércoles, 27 de marzo de 2019

La melancolía de las obras tardías

Clave de lectura: Pensamientos sobre el ser humano.
Valoración: Genial ✮✮✮✮✮
Música: Sonata nº 21 «Waldstein», de L. van Beethoven ♪♪♪
Portada del libro La melancolía de las obras tardías, de Béla Hamvas.

Empiezo a leer La melancolía de las obras tardías y, al cabo de un rato, casi tengo que detenerme.

La creatividad que muestra Béla Hamvas es… No sé cómo definirla mejor: desbordante.

El autor sufrió las dos guerras mundiales y a su fin fue represaliado por el nuevo gobierno dictatorial húngaro. Se le prohibió escribir e incluso lo expulsaron de su trabajo como bibliotecario.

Pero no se rindió. Aunque tuviera que ser de forma anónima, su ingenio consiguió sobrevivir al ahogo «político».

Gracias a ello disfrutamos hoy de este libro, que contiene una selección de sus pensamientos. Y, como decía hace un momento, brillan tanto que desbordan.

Secuencias que parece van a seguir la temática de cada título —El canto de los pájaros, La sonata Waldstein, La Séptima sinfonía y la metafísica de la música, La formación de los Estados, etc.— y, de repente, abren sus ramas a formas multidimensionales.

Una gigantesca comedia del ser humano.

Un texto genial.


lunes, 25 de marzo de 2019

La calisto

Una ópera que no conocía: La Calisto, de Francesco Cavalli.

Como le sucede a otras barrocas, creo que es más adecuada para el directo. Si solo prestásemos oído a sus bellezas a través de un altavoz, quizá al cabo de un par de horas acabaría resultando árida.

Pero cuando estamos en en el Teatro Real y tenemos delante a músicos, a actores, a artistas en una palabra, y todo transcurre de forma tan imaginativa en escena, se comprende mejor que hace siglos se les ocurriera inventar este género.

Júpiter, empeñado en seducir a una ninfa. Diana y Endimión, que me gustas mucho pero es que soy una diosa casta. Calisto, que descubre los placeres de complacer a Diana (que no es ella, ¿eh?, que es Júpiter disfrazado)…

Juno cabreada. Mercurio de aquí para allá. Pan celoso. Linfea, a quien no le importaría un affaire en su tiempo libre. Un sátiro y otras fantásticas criaturas del bosque…

Hay que pasárselo bien.


miércoles, 20 de marzo de 2019

La muerte de la verdad

Clave de lectura: Posverdad. Fake News. Propaganda. Troles.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Democracy, de Leonard Cohen ♪♪♪
Portada del libro La muerte de la verdad, de Michiko Kakutani.

Cuando llegue a fin de año, si es que llego, y haga balance de mi fortuna lectora en estos meses, La muerte de la verdad será uno de los títulos que eleven el saldo hacia horizontes positivos.

Tampoco es que Michiko Kakutani exponga en él tesis inéditas. A poco que nos interese comprender la sociedad en que vivimos, cualquiera habrá prestado atención a tantos fenómenos extraños que la han ido modelando.

Pero otra cosa es saber explicarlos. Ahí es donde ayuda el libro: percepciones que quizá ya nos rondaban la cabeza sin aterrizar de forma sistemática, se convierten en ideas ordenadas. Proporciona argumentos críticos.

Decadencia y caída de la razón, la desaparición de la realidad, propaganda y noticias falsas, el regodeo de los troles en las redes sociales…

Y si bien hace más hincapié en ejemplos ilustrativos estadounidenses —Notas sobre la falsedad en la era Trump—, no tendremos ninguna dificultad en ampliar sus conclusiones dentro de un debate global.

Así que esto es lo que nos toca. Bienvenidos a nuestro tiempo.


domingo, 17 de marzo de 2019

La Cibeles

La Cibeles en Madrid.

La Torre Eiffel, el Big Ben, la Sagrada Familia, la Estatua de la Libertad, la Puerta de Brandemburgo, el Coliseo...

La Giralda, la Ciudad Prohibida, el Atomium, el Obelisco, la Acrópolis, las Pirámides...

¿Y en Madrid? Bueno, caramba, seamos humildes.

La Cibeles.

lunes, 11 de marzo de 2019

La verdadera vida

Clave de lectura: Un mensaje filosófico a la juventud.
Valoración: Debe de estar encriptado. O yo ando ya viejuno… ✮✮✩✩✩
Música: I Want It All, de Queen ♪♪♪
Portada del libro La verdadera vida, de Alain Badiou.

La verdadera vida entra sin previo aviso en mi existencia. Aunque me temo que luego se vuelve a ir sin más.

Quizá haya que tomarse de forma literal el subtítulo: Un mensaje a los jóvenes. ¿Jóvenes hasta cuándo? ¿Se me estará pasando la edad?

Alain Badiou comienza este ensayo con una exposición sugerente, recordándonos la visión de Sócrates sobre la filosofía, sus implicaciones sobre la vida personal y ciudadana. De hecho, escribe con el objetivo de «corromper» a la juventud, la misma acusación por la que se condenó al maestro.

El poder, el dinero, el ansia por el último modelo de smartphone, por el placer del instante… Son los valores por los que hoy nos regimos.

Corromper a la juventud significaría, por el contrario:
Tratar de hacer que no entre en los caminos trillados, que no sea simplemente consagrada a una obediencia a las costumbres de la ciudad, que pueda inventar algo, proponer otra orientación por lo que respecta a la verdadera vida.
Ah, pero el problema con el que me topo surge tras estas primeras páginas, después de ponerme los dientes largos. El discurso de Badiou se convierte en algo tan laberíntico, que no consigo desenmarañarlo.

Ni siquiera le veo la lógica a la separación de capítulos, uno dedicado al «devenir contemporáneo de los varones» y otro al «devenir contemporáneo de las muchachas». Vuelvo atrás, recomienzo en los puntos donde me he sentido perdido y nada, no tengo éxito.

Lo termino de leer en automático. Si alguien con más luces consigue llegar al fondo, enhorabuena. Ya me contará.


martes, 5 de marzo de 2019

Piel de letra

Clave de lectura: Opera prima poética de su autora.
Valoración: No dice nada ✮✩✩✩✩
Música: Bagatela «Para Elisa», de L. van Beethoven ♪♪♪
Portada del libro Piel de letra, de Laura Escanes.

Qué más quisiera yo que Piel de letra me hubiera entusiasmado.

O gustado bastante.

O que me hubiese despertado un mínimo, pequeño, asomo de interés, ya puestos a conformarme.

Al fin y al cabo, resulta la primera obra publicada de su autora, Laura Escanes, y eso puede mover a simpatía.

Además, no es que carezca del todo de virtudes: tiene... eh... tiene...

Lo que no tiene es pathos. Misterio, emociones poéticas, un mundo algo más allá del «lenguaje bonito».

La sensación que da, por el contrario, es de superficialidad, maquillaje de palabras con escaso contenido.

Un conjunto de frases versificadas de autoayuda.

Muy flojito, siento ser tan severo.


miércoles, 27 de febrero de 2019

El olor humano

Clave de lectura: Hungría 1944: un nuevo paso hacia la locura.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Cuarteto nº 5 (II.Adagio molto), de Béla Bartók ♪♪♪

Imaginémonos en su lugar.

Llevamos una vida más o menos acomodada, con relaciones sociales y prestigio profesional. Hay quienes enseguida reconocen nuestro nombre.

A pesar de ciertas leyes discriminantes, como las relativas a los transportes públicos, la enseñanza superior o la compra de alimentos, no se puede decir que suframos de persecución.

No de forma absoluta. Aún no.

Somos europeos. Somos húngaros. Somos judíos.

Pero es octubre de 1944 y los fascistas toman definitivamente el poder.

En El olor humano, Ernő Szép rememora las semanas transcurridas desde que le ordenaron dejar su residencia en Budapest, en un hotel de la isla Margarita, para alojar a las tropas de ocupación.

Primero un edificio con estrella amarilla en la puerta. Después la deportación a pie hacia un campo de trabajo.

Los más débiles no sobreviven. Incluso tener una «apariencia distinguida» es motivo para los golpes de odio de los vigilantes.

Quizá los salvoconductos emitidos por Suecia, Suiza o Portugal sean la última esperanza. Pero, ¿los respetarán los cruces flechadas?

Un gran escritor y un gran testimonio.


lunes, 25 de febrero de 2019

Sherpa y su banda

Sherpa y su banda en concierto.

Escuchar a pocos metros a la mitad de Barón Rojo en directo, voz, bajo y batería, junto con otros dos artistazos a las guitarras, es lo que yo llamo un buen fin de semana.

Sherpa y su banda.

jueves, 21 de febrero de 2019

Lo que el dinero no puede comprar

Clave de lectura: Los límites morales del mercado y la medida de todo en términos de rentabilidad.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Money for Nothing, de Dire Straits ♪♪♪
Portada del libro Lo que el dinero no puede comprar, de Michael J. Sandel.

Un libro que me ha gustado mucho, desde el título hasta el punto final. Michael J. Sandel, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, hace en él honor a su prestigio.

Lo que el dinero no puede comprar estimula el pensamiento crítico acerca de los límites morales del mercado. ¿Acaso cometemos un error cuando medimos numerosos aspectos de nuestra vida en términos de rentabilidad?

Para conseguirlo, una de sus virtudes consiste en transformar la especulación intelectual, las «meras intuiciones», si se quiere, en ejemplos concretos de análisis.

Incentivar a los niños por sus buenas notas. Ofrecer la ciudadanía a inversores extranjeros que creen puestos de trabajo. Patrocinar espacios públicos por empresas privadas. Comprar cuotas de contaminación...

Cada escenario se estudia con mirada observadora, planteando pros y contras, evitando los juicios preconcebidos. ¿Quién se imaginaría que la gente prefiere pagar una multa en la guardería por hacer esperar a los cuidadores, en vez de recoger a sus hijos a tiempo?

Porque solo con información contrastada podremos alcanzar conclusiones más allá de eslóganes ideológicos y, lo más importante, hacer algo al respecto.

Ya digo, estupendo libro.