Título y autor/a: | El olor humano, de Ernő Szép. |
Clave de lectura: | Hungría, 1944: un nuevo paso hacia la locura. |
Valoración: | ✮✮✮✮✩ |
Comentario personal: | Un gran escritor y un gran testimonio. |
Música: | Cuarteto nº 5 (II.Adagio molto), de Béla Bartók ♪♪♪ |
Imaginémonos en su lugar.
Llevamos una vida más o menos acomodada, con relaciones sociales y prestigio profesional. Hay quienes enseguida reconocen nuestro nombre.
A pesar de ciertas leyes discriminantes, como las relativas a los transportes públicos, la enseñanza superior o la compra de alimentos, no se puede decir que suframos de persecución.
No de forma absoluta, aún no. Somos europeos. Somos húngaros. Somos judíos.
Pero llega octubre de 1944 y los fascistas toman definitivamente el poder.
En El olor humano, Ernő Szép rememora las semanas transcurridas desde que le ordenan dejar su residencia en Budapest. Primero un edificio con estrella amarilla en la puerta. Más tarde, la deportación a pie hacia un campo de trabajo.
Los más débiles no sobreviven. Incluso tener una «apariencia distinguida» es motivo para los golpes de odio de los guardianes.
Quizá los salvoconductos emitidos por Suecia, Suiza o Portugal supongan la última esperanza. Pero, ¿los respetarán los cruces flechadas?
Un gran escritor y un gran testimonio.
Y entonces el comandante retrocedió un paso y le arreó una patada en el estómago al Dr. L., que se tambaleó, pero sin embargo no llegó a caer. Fue un milagro, teniendo en cuenta la brutal patada. El comandante volvió a avanzar hacia él y le golpeó la cara. Y otra vez, hasta seis o siete veces.
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