Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: La mujer de la arena, de Toru Takemitsu ♪♪♪
El argumento de esta novela del japonés Kôbô Abe es originalísimo.
Un profesor de escuela, aficionado a la entomología, va en busca de nuevos insectos. Al llegar a un pueblo de pescadores, estos le convencen para pernoctar en casa de una joven viuda, situada en una depresión del terreno entre las dunas.
Al amanecer, cuando desea marcharse, ve con sorpresa que la única manera de hacerlo es con escalas de cuerda lanzadas desde el exterior, pero ni los vecinos ni la anfitriona están dispuestos a ayudarle.
Es necesario que alguien trabaje junto a ella para mantener a raya a la arena, cavando sin descanso, jornada tras jornada, si quieren que el pueblo no desaparezca tragado por su avance.
Es necesario que haya un hombre para La mujer de la arena.
El profesor no encuentra sentido a lo que le ocurre. Él no desea quedarse ahí prisionero, tiene su vida en la ciudad, su trabajo, su familia…
Por otro lado, no puede evitar la progresiva atracción por su nueva compañera, y el calor que señorea el lugar, así como el fino polvillo que se pega continuamente a sus cuerpos, contribuyen a perturbar cada vez más sus sentidos.
¿Se rebelará? ¿Intentará escapar como sea? ¿Sucumbirá a la situación?
Gran obra, sin duda, de las que se recuerdan, de las que gusta regalar, con una poderosa carga simbólica a la vez que un hermoso y sensual lenguaje.