lunes, 28 de julio de 2025

De reyes, reinas y otros héroes (II)

Monte Nemrut

El rey quiere ser adorado.

Un rey es más que un hombre, piensa. Y un dios es más que un rey.

Cuando su cuerpo diga basta, su espíritu será preservado para la eternidad. En lo más alto, cerca de aquellos a quienes pertenece su linaje.

Junto a águilas y leones, donde todos puedan verlo y postrarse: la cima del monte Nemrut.

Sobre la tumba del rey, dioses mutilados, estatuas caídas, el sol se pone.


viernes, 25 de julio de 2025

De reyes, reinas y otros héroes

Barco vikingo

Etelredo II el Indeciso, hijo de Edgar el Pacífico (el que había raptado y violado a santa Wulfrida), hermano de Eduardo el Mártir, etcétera, accedió en 991 a que un montón de plata cambiara de manos, creyendo que compraba para siempre la paz.

Se llama danegeld al dinerillo que los reyes ánglicos pagaban a los vikingos para que no se molestasen en desenfundar el hacha y les dejaran con sus indecisiones, sus pacíficos raptos y violaciones y sus martirologios.

Los hombres del norte entendieron otra cosa: solo con dejarse ver a medio golpe de remo, la rentabilidad de las expediciones quedaba asegurada. 994, 1002, 1004… ¡Plata al saco!

Sven y Canuto se aburrían ya cuando terminaron de llenar las arcas. A partir de entonces… Bye bye, Etelredo.


lunes, 21 de julio de 2025

La tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina

Portada del libro La tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina, de Steven Pinker

Título y autor/a:La tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina, de Steven Pinker.
Clave de lectura:La complejidad de las decisiones humanas, bajo el microscopio.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Interesante lectura de la que aguardo mayor demostración.
Música:El zar Saltán (Vuelo del moscardón), de N. Rimski-Korsakov ♪♪♪

La tabla rasa, el buen salvaje y el fantasma en la máquina: bajo un título tan pintoresco, Steven Pinker, catedrático de Harvard, discute varias líneas clásicas de reflexión acerca de la naturaleza humana.

La primera, que venimos al mundo como páginas en blanco, «tablas rasas», y son parámetros culturales sobreescritos los que encapsulan nuestra manera de pensar adulta.

La segunda, el mito del «buen salvaje»: en ausencia de factores contaminantes seríamos buenos y pacíficos, pero la sociedad nos impele, con sus laberínticas complejidades, a abandonar ese estado edénico del carácter.

Por fin, el «fantasma en la máquina», metáfora acerca de la disociación entre cuerpo y mente. Cuando el yo interior se impone al instinto conduce a la toma de decisiones equivocadas.

El autor se basa en los avances de la neurociencia para defender algo alternativo: cualquier cosa que hagamos deriva de una selección natural que premia o penaliza de forma darwinista, como le ocurre al resto de especies.

Así, en lo relativo a la tabla rasa, en lugar de disfrutar de libre albedrío (ni su contrario, ser del todo susceptibles a la programación exterior), tendríamos ciertas «tendencias» grabadas a fuego en los genes.

Por otro lado, en cualquier comunidad, incluso las más avenidas, existen pálpitos de violencia aguardando su momento. Echarle la culpa a una supuesta contaminación social y no a nosotros mismos sería mirar en el pozo equivocado.

En cuanto al fantasma, el cerebro carece de vida propia, independiente y enemiga del cuerpo. La complejidad con que se crea y actúa el pensamiento va mucho más allá de ese supuesto papel de Pepito Grillo.

¿Y cómo veo yo todo esto? Ejem, ejem.

Me parece que la brevedad del libro le impide acumular evidencias en número abrumador, bien sea en un sentido o en el otro (hay voces con solera como Rousseau o Descartes vs. la de Pinker). El enfoque científico moderno «suena convincente» frente al modelo filosófico especulativo, pero...

Ese «pero» queda revoloteando por ahí.

Redacto las conclusiones: tesis que merece lectura atenta, con argumentos atractivos, muy interesante... Y de la que aguardo mayor demostración.


Gracias a la ciencia cognitiva, la neurociencia, la genética del comportamiento y la psicología evolutiva, comenzamos a alcanzar una comprensión de la naturaleza humana capaz de cerrar las últimas fracturas en el conocimiento: las divisiones entre la materia y la mente y entre la biología y la cultura.

viernes, 18 de julio de 2025

Unchain My Heart

Con la de años que llevo enlazando buena música y todavía no había corcheado a Hugh Laurie...

Pues nada, una entrada sencilla para remediarlo. El famoso actor desata el corazón (y los dedos, y la garganta) y nos enseña qué otras cosas le gusta hacer en la vida.

Unchain My Heart, allá vamos.


lunes, 14 de julio de 2025

Celes

Celestino Sánchez

¿Por qué me entristece la noticia? ¿Por qué me apena tanto el fallecimiento de alguien a quien solo pude conocer durante dos semanas?

Coincidí con Celestino Sánchez, Celes, en el verano de 2018. Charlamos sobre cosas de la vida, sobre historia, sobre política…

El obituario de los medios abunda en la significación que tuvo en este campo: sujeto a una paliza por manifestarse un 1º de mayo, preso en las cárceles de la dictadura, dirigente del PSUC y del PCC, diputado autonómico, concejal, coordinador del movimiento 15M, portavoz de los «yayoflautas»…

También dice que se opuso al resultado de la Transición, uno de los puntos en los que recuerdo no coincidíamos (aquella curiosa pregunta: «¿Qué entiendes por democracia?»).

Realmente coincidíamos en pocas cosas. A pesar de ello me sorprendió su carisma, su convicción sincera, repito, tan alejada de la mía, y que hablara sin pontificar, sin intentar imponerme sus puntos de vista ni rechazar los míos como los de un «enemigo». Un hombre afable.

Por eso quiero rendirle un sencillo homenaje desde la memoria: solo fueron dos semanas, pero… Personas que dialoguen así, qué necesarias son. Y qué pocas quedan.


viernes, 11 de julio de 2025

Manifiesto cívico (XIV)

Vagón de deportaciones

Ocho millones.
¿Qué?
Ocho millones, dicen, han de desaparecer para que exista la felicidad.
¿Ocho?
Ocho. El infinito puesto en pie.
¿Personas?
Bueno, personas, personas…
¿Quiénes lo dicen?
Los infelices.
¿No encuentran qué comer? ¿Duermen encogidos sobre la tierra?
Usos y costumbres. No quieren desaparecer como pueblo.
¿España?
España.
¿Mi España, nuestra España?
España.
¿Personas?
Pon atención: usos y costumbres. Pueblo. Repite. Repítelo ocho millones de veces.
Redadas al amanecer. Horror y sombras. Luego vinieron por mí…
Mira que eres exagerado.

lunes, 7 de julio de 2025

Galápagos

Portada del libro Galápagos, de Kurt Vonnegut

Título y autor/a:Galápagos, de Kurt Vonnegut.
Clave de lectura:¿Cuál es el origen de la humanidad?
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Vonnegut no deja de asombrarme.
Música:Galápagos, de Never Been There ♪♪♪

Con Matadero cinco quedé fascinado por la capacidad inventiva de Kurt Vonnegut. Y, no menos importante, por su manera de plasmar en palabras esa tormenta de ideas.

Porque a veces el tema surge en la cabeza del escritor, pero es de naturaleza tan libérrima, caprichosa incluso, que encerrar sus vaivenes en la isla de un libro requiere dotes de primera línea.

Una sensación muy similar me queda con este título: Galápagos.

¿Qué ocurrió hace un millón de años para que la humanidad evolucionara de la manera en que lo ha hecho? ¿Qué errores y qué aciertos de aquellos antepasados —o qué confluencia de casualidades— han movido los engranajes de la adaptación al medio?

La especie era muy diferente entonces. Como muestra, el tamaño de sus cerebros, tan grande como inútil. Un lastre. Además de su morfología, con esas extremidades inadecuadas, sus raras enfermedades genéticas, la manera de relacionarse tan poco natural…

Debo aclarar que «hace un millón de años», desde la perspectiva de la historia, es hoy. Y las vicisitudes para que hayamos sobrevivido en un peñón del Océano Pacífico, Santa Rosalía, con cuerpos perfectos para dedicarnos a la pesca submarina y la boca como única herramienta, se iniciaron con el anuncio de un «Crucero del siglo para el Conocimiento de la Naturaleza».

El Bahía de Darwin, lo último en buques de gran lujo, debía zarpar desde Guayaquil llevando a bordo a los pasajeros más famosos, para mostrarles las maravillas del archipiélago que revolucionó la ciencia tras la visita, otro siglo atrás, del naturalista que le daba nombre. Solo que nada se desarrolló tal como estaba previsto.

Y la confluencia de casualidades a que hacía mención supuso que exista un nuevo padre adánico, el incompetente capitán Adolf von Kleist, y varias madres: Hisako, Akiko, Selena, las últimas cinco hembras de la tribu de los kanka-bonos… Gracias a los desvelos inseminatorios de la señora Mary Hepburn.

Estos personajes y varios otros que nos abandonan antes que ellos (James, Zenji, Andrew, Siegfried…) no dejan indiferente al lector con más exigencias del mundo. ¡Ni Mandarax, el prototipo de cerebro electrónico portátil inventado por Zenji, que puede traducir entre cualquier idioma al instante (aunque no al kanka-bono) y que conoce citas sin fin para colorear cada situación!

Ni el narrador, por supuesto, no olvidemos al narrador: el espíritu de un obrero fallecido mientras construía el Bahía de Darwin en los astilleros de Malmö, tras escapar de la guerra de Vietnam. Su padre era escritor de ciencia ficción y trató de convencerlo para cruzar el túnel azul, pero prefirió quedarse para hacer de testigo.

¿Qué más puedo decir? Vonnegut no deja de asombrarme.


Para hacer justicia a la humanidad tal como era: cada vez más gente decía entonces que sus cerebros eran irresponsables, nada fidedignos, espantosamente peligrosos, por entero carentes de realismo; en suma, no servían para nada.

viernes, 4 de julio de 2025

Viento

Cometa al viento

No sabe de sentimientos, no entiende de miradas,
—¡cómo desprecia el viento todo eso!—,
ignora las razones del hambre y de la sed.

Solo ofrece el viento la caricia de un amo,
áspera para abrir cicatrices sobre el rostro,
hábil para ocultar heridas bajo la piel.