jueves, 28 de noviembre de 2024

Theodora

Theodora no es una ópera, sino un oratorio dramático, dice el programa de mano del Teatro Real.

El mismo programa advierte de que «esta producción muestra escenas violentas y contiene temas de terrorismo, acoso y explotación sexual».

En una época donde también se advierte de que Bogart y Bacall fuman, Lo que el viento se llevó es racista y prefiero no pensar en los avisos previos para Blancanieves y los siete enanitos, pues sí, los contiene. Supongo.

Cuando escucho cantar As with rosy steps the morn, me olvido de todo.

Cuando se pronuncian las palabras To thee, thou glorious son of worth, más que un dúo, lo que mis oídos sienten es… es…

En una época y un mundo donde casi todo resulta absurdo, casi invivible, Haendel da fuerzas para continuar.


domingo, 24 de noviembre de 2024

Para amantes y ladrones

Portada del libro Para amantes y ladrones, de Pedro Zarraluki

Título y autor/a:Para amantes y ladrones, de Pedro Zarraluki.
Clave de lectura:La escritura como cristal, transparente y oscuro, de la vida.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Es una novela que atrae.
Música:La Creación (Von deiner Güt'), de Joseph Haydn ♪♪♪

Pedro Zarraluki acaricia el lenguaje, le da fuerza, hace que significante y significado se eleven gozosamente a los ojos. En cuatro palabras: escribe que da gusto.

El protagonista homónimo de su novela Para amantes y ladrones, Pedro, está inmerso en la mayor confusión que se puede tener a los diecisiete años: las chicas. Ojalá, al igual que han conseguido otros del pueblo, se echara novia.

Paco, editor envejecido y epicúreo, propietario de una masía, le contrata para preparar comida, cena y desayuno. Van a acudir invitados a pasar el fin de semana y la señora que le lleva la casa ha sufrido un accidente.

Además, podrá codearse con personas de cuya creatividad puede esperar grandes descubrimientos: los invitados son escritores.

Antón Arriaga se especializa en relatos policiacos; las andanzas del detective Palomares venden mucho y bien. Su mujer, Dolores Malnom, acaba de ganar un importante premio con una obra «nihilista y bella».

Humberto Ardenio Rosales, el más antiguo de los representados por Paco, se hace acompañar de la joven secretaria Polín.

Isabel Togores y Fabio Comalada aparecen discutiendo sobre la inmerecida fama de Nabokov, capaz de aburrir describiendo el revoloteo de una mosca. ¡Ah, pero Balzac es diferente!

Paco les propone que cada uno imagine una historia y él imprimirá el conjunto como regalo a sus amistades. El tema será «el malentendido».

Se desata una tempestad. El supuesto poder de la creación y ellos quedan entrelazados, enfrentados, abrazados por cielos e infiernos que aúllan tanto por dentro como por fuera.

Y Pedro, relator y participante al tiempo, testigo y cómplice, aprende que la vida no es sino una página en blanco. Donde escribimos, bien para nosotros mismos, bien para satisfacer lo que esperan de nosotros los demás.

O apenas aventuramos esbozos. O permanecemos sentados ante ella sin ser capaces de hacerlo.

Aparte de la arquitectura formal que alababa al principio, el estilo tan fluido de Zarraluki, ¿en qué me baso para recomendar estas páginas con cierto fervor?

La construcción —«o deconstrucción»— del entorno, las circunstancias y las figuras reunidas para celebrar el misterio del cordón umbilical entre los autores y sus obras no deja indiferente. Sus conclusiones, totalmente integradas en la trama, ahondan en la complejidad de personas, actos y pensamientos.

De verdad, es una novela que atrae.


Polín se sentó a la mesa y y bostezó ostentosamente. Obnubilado, pensando sólo en servirla, en que me viera, en verla más de cerca, me apresuré a llevarle una taza. Cuando la puse frente a ella descubrí que llevaba en la otra mano un langostino. Solté un hipido de horror, como si lo que estuviera mostrando fuera en realidad una carta de amor a la secretaria.

viernes, 15 de noviembre de 2024

El camino

Perro sobre la carretera al atardecer.

Los días se hacen cada vez más cortos.

Los caminos son cada vez más largos.

Caminos veteados de penumbras.

Y de cansancio.


lunes, 11 de noviembre de 2024

La última batalla de Fernando de Abertura

Portada del libro La última batalla de Fernando de Abertura, de Emilio Durán

Título y autor/a:La última batalla de Fernando de Abertura, de Emilio Durán.
Clave de lectura:Personas ajenas a su propia voluntad, entre 1931 y 1939.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:El fondo bien, la forma menos.
Música:Por quién doblan las campanas, de Victor Young ♪♪♪

¿Es La última batalla de Fernando de Abertura una obra destacable? Premio Provincia de Guadalajara «Camilo José Cela», ostenta bajo el título.

Emilio Durán sabe escribir, si por tal arte entendemos colocar cada palabra en su sitio y dar al conjunto un sentido orgánico. Hasta ahí, de acuerdo. ¡Pero su expresión llega a resultar tan barroca!

Adjetivos sin medida, ornamentaciones gongorinas, manierismos tan recargados como una columna de Churriguera…

Quien se aventure entre sus páginas debe convencerse de que, a despecho de la falta de naturalidad (para mi gusto), el argumento presenta interés.

El día en que se proclama la República, el capitán Mario de Abertura, veterano de la guerra de Marruecos, cumple servicio de guardia. Una multitud se aproxima al cuartel en demanda de armas para hacer la revolución y él, en cumplimiento del deber y a riesgo de linchamiento cuando traspasa el portón para hablarles, se las niega.

El deber: valor inculcado por su padre, don Fernando, que ha alcanzado las estrellas de coronel a pesar del origen humilde. Un militar ha de apartarse de patrioterías y actuar con patriotismo, sirviendo al orden civil y legal.

Al frente de los ansiosos por que el nuevo sistema no tenga rasgos burgueses se encuentra Benito, mozo de hotel y líder de una célula comunista, con quien Fernando suele conversar. Las profundas diferencias que los separan no impiden el respeto e incluso el mutuo aprecio.

Regla, la esposa del militar, abomina de que los vean juntos. Podrían creer que está de acuerdo con sus ideas. Los demás oficiales, apartados de la carrera si no prometen fidelidad, tampoco saben a qué carta quedarse con él. ¿Se uniría o no a una rebelión?

Desde el momento en que se cruzan, Soledad podría convertirse en su amante. Soledad, la compañera de Benito.

En un diario escrito por don Fernando se describe el pasado y el presente del mundo en que se mueve la familia.

Otra crónica escrita por alguien del pueblo, temerosamente escondida durante años, rellena huecos: Los noventa días. La guerra civil en las Navas de Ebora. Todos se encuentran allí aquel julio de 1936.

Porque la República está herida de muerte y todos han de participar en la fiesta del horror. El bando… El bando no necesariamente se elige. ¿Amor? ¿Amistad? Odios acechantes, pelotones de fusilamiento al amanecer, toman por sí mismos la decisión.

No, el interés no es algo de que carezca esta novela. Existe detrás una historia. Ay, si a Durán le hubieran gustado más las líneas rectas que las curvas al componerla…


Fue de allí de donde salió el acre olor, la negra humareda que, prolongando sus ramificaciones por encaladas pilastras, anchísimas escaleras, altas ventanas, se escapó en aquella distante y fría noche de noviembre del 49 por los cristales rotos del balcón de la Plana Mayor hasta cruzar la calle solitaria, apenas iluminada por el farol agonizante de la esquina, fanal de popa del navío náufrago de la tienda de ultramarinos de Benigno Liébana.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Nuestro mundo (XX)

Casa inundada

Morder, sajar, blasfemar contra la naturaleza...

Gaia, de vez en cuando, se encarga de devolvernos las mismas pesadillas que arrojamos sobre nuestro mundo. Cicatriz por cicatriz.

Terremotos, volcanes, inundaciones, miasmas…

Las voces se alzan y se hunden. Todo inútil.


martes, 5 de noviembre de 2024

El amor en Suecia (II)

Portada del libro El amor en Suecia, de Sandro Sciara

Título y autor/a:El amor en Suecia, de Sandro Sciara.
Clave de lectura:Todo lo que usted siempre quiso saber sobre los de allá arriba.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Me ha entretenido un montón.
Música:Kom till mig kvinna, de Rolf Wikström ♪♪♪

Tras aguantar con estoicismo la entrada del otro día (daneses, noruegos, lapones…), espero que no abandonéis el empeño sin conocer antes a los suecos, según la mirada de Sandro Sciara.

Había dicho que el autor reserva el meollo de su obra El amor en Suecia a estos muchachos y muchachas de apabullante fulgor. Están más buenos que el arenque en salsa de mostaza.

Bromas aparte, el humor espontáneo no es algo que los distinga. Y la mayoría luce pelo castaño o negro en vez de rubio.

Como resultado de la Unión de Kalmar en 1397, el territorio se hizo uno y trino con el de los vecinos, aunque la torpeza de sucesivos monarcas (Erico el Pomeranio y Cristóbal el Bárbaro) lo echó a perder. Gustavo Vasa lideró una victoriosa rebelión contra Cristian II de Dinamarca, el Nerón del Norte de acuerdo con la propaganda.

Su nieto Gustavo Adolfo fue el terror de los ejércitos católicos en la Guerra de los Treinta Años, llegando a ocupar Munich o Praga, donde rapiñó unos cuadros de Adán y Eva pintados por Durero. Su bisnieta, la famosa reina Cristina, se los regaló de vuelta a Felipe IV de España, y así los apreciamos hoy en el Museo del Prado.

Fair-play en el deporte, honradez, civismo, funcionariado eficiente, mujeres iguales a los hombres en derechos y actividades, nadie cruza las calzadas de Estocolmo con el semáforo en rojo...

Sin embargo, el paraiso proyecta sombras.

Suicidios, embriaguez, gamberrismo generacional (bandas de raggare a quienes los sensibles policías no saben cómo frenar), drogas psicodélicas, pornografía, estadísticas de robos y hurtos en crecimiento…

¿Es el Estado excesivamente paternalista un adocenador de mentes, que no aprenden a enfrentar las dificultades de la vida cuando estas surgen sin remedio y encuentran la espita de desahogo en la violencia contestataria?

¿Se adivinan la introversión, la frialdad, la flema de este pueblo, inquietantes preludios a la neurosis depresiva? ¿A la extrema soledad?

En cuanto al tema amoroso, que se recorre en cada una de sus vertientes sentimentales y físicas, la libertad que les da fama ha de relativizarse: según una encuesta, el 87% de los hombres y el 91% de las mujeres responden que ser fieles dentro del matrimonio resulta indispensable.

En realidad, la decisión de contraerlo no difiere de un cálculo utilitarista. ¿Me convienes? ¿Te convengo? ¿Juntos ganamos tanto? ¿Te gustan también las albóndigas de Ikea? No le demos más vueltas: firmamos. Al menos, hasta que la tinta se seque.

Porque los divorcios son tan rápidos y omnipresentes como los emparejamientos.

Sciara plantea dudas acerca de la excesiva «feminización» del elemento masculino. ¿Cuál será el resultado en nuestra época?

Dejo por comentar otros capítulos de interés (las carreras sobre esquíes, los trenes, las orquídeas, la azarosa biografía de Nobel, ¡el problema de la vivienda!...). En todo caso, como colofón, si el desfase de quinquenios desde que fue editado impide experimentar el mismo choque cultural que un lector ibérico de entonces, no por ello declaro impresiones menos positivas.

Como guía anecdótica, El amor en Suecia me ha entretenido un montón.


La vida es fácil, libre de zozobras, porque su gobierno ha estructurado un Estado magnífico, amorosamente planeado y perfectamente previsor».