Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Danse de l’âme, de Driss El Maloumi y Hesperion XXI ♪♪♪
Fiesta para una mujer sola, de Ángel Vázquez, es una novela que no puede pasarse por alto. ¿Razones?
Primero, por méritos puramente literarios. Por su hábil estructura, su riqueza expresiva, sus diálogos, su capacidad para conseguir que el lector se sienta inmerso en los ambientes y en los estados de ánimo de los personajes.
Segundo, porque fue mal vista por la censura cuando se publicó en 1964 y, si no prohibida, al menos obstaculizada en un intento por desterrarla al olvido. Había algunos a quienes su canto a la libertad resultaba incómodo.
Paula está casada con Derrik, un inglés acomodado, pero únicamente por conveniencia social. A los cincuenta años, la monotonía la rodea en su presente, su pasado y su futuro. Sólo sobrevive organizando fiestas para invitados tan contenidos como ella misma.
Damián desea ver mundo y acepta un traslado laboral desde Madrid, donde vive con sus dos tías solteras. Mucho más joven que Paula, él desea sin embargo la soledad, algo difícil de conseguir cuando se es un hombre atractivo, un polo que atrae con fuerza a los demás a su alrededor.
El encuentro de ambos tiene lugar en Tánger. Javier, quien ya de adolescente había presentido que no era como los demás. Julieta Grisson, risueña dama anacrónica. Santi, el diplomático. Nadia e Irene, las amigas de Paula... Todos acompañarán a los protagonistas en un juego marcado por fronteras que saben que no deberían cruzar.
Insisto, hay que hacerle justicia al autor y leer este libro es un buen comienzo.