jueves, 17 de septiembre de 2009

¡Piratas!

Barco pirata preparándose para el abordaje.

Al amparo de la sorpresa, el Zephyr se aproximó por la popa del buque anclado. Ni un centinela sobre las vergas, qué imprudentes. Quizá dormitaran en el sollado, reponiéndose de la mar gruesa sufrida la noche anterior.

Nosotros, sin embargo, teníamos los ojos bien abiertos ante el apetitoso botín. Agarrados a las jarcias, nos girábamos de hito en hito hacia el capitán, que manejaba con pericia el timón.

Me adelanté hasta el bauprés, donde la bandera del cráneo y las tibias mostraba claramente nuestras intenciones. Me humedecí los labios. Sabían a salitre y ansiedad.

El viento nos impulsaba con fuerza, tanto que, a una orden del segundo, media docena de brazos se dispusieron a recoger trapo. No deseábamos encallar en algún bajío o arriesgarnos a colisionar contra el casco cada vez más cercano.

Un navío francés: los colores de Saint-Malo ondeaban en lo alto de su mástil. Hasta el graznar de las gaviotas se asemejaba ya al tintineante sonido de sus luises de oro. Faltaban solo unos segundos para poder disparar, solo unos segundos... Ahora, ahora, ¡AHORA!

El cabeceo del bergantín hacía difícil encuadrar con pulso firme, pero confié en mi buena estrella cuando apreté el botón. El obturador de la cámara se abrió y cerró con un chasquido.

Esa noche me acosté en la estrecha litera, abrí el ojo de buey y dejé que la voz de la brisa me cantara. Debía estar descansado para nuevas correrías.

6 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Que gozada sería recorrer el mundo en un bergantin de esos. Aunque usted lo suple perfectamente con la imaginacion, desde luego.
Las peliculas de piratas hacian mis delicias durante la infancia (bueno, bueno, sí, y ahora, jiji), aunque ya sabe usted que siempre he preferido ser mosquetera.

Buenas noches, monsieur

Bisous

Mai Puvin dijo...

La magia de soñar... lo contaste maravillosamente, un placer!... Quiero más...

Un abrazo.

TitoCarlos dijo...

Magnífico. Eso son viajes y no lo que hacemos los comunes mortales.
Contar así unas vacaciones da para un buen libro; anímate.

Un abrazote...

Anónimo dijo...

Mannelig, !!que dominio del arte de la marinería, que vocabulario¡¡
Magnifico relato de aventuras y piratería.
Ya nos contaras que tal el desembarco y las visitas a las tabernas y...
Un abrazo.

Lola Mariné dijo...

Me ha encantado el relato.
Digo lo mismo que TitoCarlos: ¿para cuando una novela tuya? escribes genial.

Jopo dijo...

si, pareces todo un señor marinero.


¿corre salitre por tus venas?