lunes, 9 de agosto de 2021

Veintidós derrotas navales de los británicos

Clave de lectura: Britannia rule the waves… pero no tanto.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: El Halcón del mar, de E.W. Korngold ♪♪♪
Portada del libro Veintidós derrotas navales de los británicos, de Víctor San Juan.

Veintidós derrotas navales de los británicos es un buen ejemplo de desmontaje de mitos, en este caso la invencibilidad de Albión en los siete mares. Víctor San Juan ofrece un contenido muy atractivo para los amantes de los barquitos.

La sucesión de reveses comienza durante la guerra de los Cien Años, cuando la flota castellana, aliada del reino galo, le da un repaso a la inglesa en La Rochelle. No mucho después, los bajeles de Sánchez de Tovar están remando Támesis arriba hasta Gravesend.

De ahí saltamos a 1568 en Veracruz. También aprendemos sobre la Contraarmada, las Azores, Atacames, Cádiz o Santo Domingo.

La rivalidad angloholandesa del siglo siguiente se plasma en varios estropicios causados a su graciosa majestad por Tromp y de Ruyter.

No podían faltar los fracasos frente a la flota de Indias o ante Blas de Lezo en la Cartagena americana. Ni la retirada de Nelson en Tenerife, con un brazo de menos.

Francia saborea la miel durante la Guerra de Independencia estadounidense, mientras teutones y japoneses echan su cuarto a espadas en los episodios finales.

Como decía, un libro ameno y desmitificador.


domingo, 25 de julio de 2021

La marcha Radetzky

Clave de lectura: El Imperio Austrohúngaro en pie pero carcomido.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre ♪♪♪
Portada del libro La marcha Radetzky, de Joseph Roth.

No es que las obras de Joseph Roth reflejen la vida en el Imperio Austrohúngaro. Es que son el Imperio Austrohúngaro. Contienen la metafísica de su existencia, la heterogeneidad absoluta de cada pedazo de tierra que lo conforma, su decadencia al mismo tiempo que su brillantez.

Las costuras descosidas de un mundo llevado a sus límites pero que se resiste a romperse.

En La marcha Radetzky, un joven teniente, descendiente de campesinos eslovenos, salva la vida del emperador durante la batalla de Solferino. El empujón y la bala que recibe en su lugar le valen el ascenso a capitán, la más alta condecoración y, sobre todo, el derecho a añadir un von a su apellido: Joseph Trotta von Sipolje.

Pero, por mucho que a partir de entonces se le abra cualquier puerta en las vastas posesiones de su majestad, siempre se sentirá ajeno a ellas. No entiende ni comparte la grandeza que le ha sido otorgada.

Su heredero Franz, por el contrario, sí es consciente de esa importancia. Ha nacido ya con ella. La benevolencia de palacio pronto le eleva a jefe de distrito en Moravia.

Los domingos, la banda militar le obsequia en la plaza, bajo su balcón. El papeleo oficial, los almuerzos, el casino… El orden social impera, a pesar de alguna huelga y algunos potenciales descontentos que quisieran estropearlo. Los gendarmes los pondrán en su sitio.

Aunque es el nieto del héroe, Carl Joseph, la figura central del relato. Lo son sus años en la academia de cadetes, los amores desgraciados, el juego, la bebida, las fiestas, los escándalos, las guarniciones de la frontera donde cada oficial es un inepto o un corrupto.

Y el emperador Francisco José, omnipresente, perenne desde su trono de Schönbrunn, continúa guiando a sus súbditos tras el emblema del águila bicéfala.

Un clásico de todos los tiempos.


miércoles, 14 de julio de 2021

La joven de la perla

Clave de lectura: El arte y la creación, y sus efectos sobre el espíritu humano.
Valoración: Muy bonito ✮✮✮✮✩
Música: La joven de la perla, de Alexandre Desplat ♪♪♪
Portada del libro La joven de la perla, de Tracy Chevalier.

Griet comienza a servir en casa de Vermeer. Lava, cose, friega, va al mercado…

Tanneke, Catharina, Maria Thins, Cornelia y su hermano y hermanas, Pieter, van Ruijven, van Leeuwenhoek, se mueven junto a ella.

La norma más importante de sus tareas es que no debe alterar el lugar exacto en que encuentra los objetos mientras limpia el estudio del señor. Un lugar casi prohibido para los demás miembros de la familia.

Pero sabe que todo ha de cambiar con el tiempo, igual que los rayos de luz capturados en una pintura. Por la mañana el mundo que reflejan es uno, y por la tarde…

Hay emociones ocultas que comienzan a cobrar sentido.

Por eso, según avanzamos en la lectura de La joven de la perla, el lienzo escrito por Tracy Chevalier se llena con más y más vida. Con vida y belleza.

Como la joya del retrato.


jueves, 10 de junio de 2021

El mundo que Jones creó

Clave de lectura: Philip K. Dick llega para no irse nunca más.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Ultimátum a la Tierra, de Bernard Herrmann ♪♪♪
Portada del libro El mundo que Jones creó, de Philip K. Dick.

El mundo que Jones creó es una novela primeriza de Philip K. Dick. Si la comparamos con títulos posteriores, se nota que las hechuras están aún algo verdes.

Pero tiene una imaginación tan desbordante...

En un planeta de posguerra, que gobierna el Fedgov sobre principios relativistas, un grupo de personas habita en un refugio construido especialmente para ellos: limo, géiseres, atmósfera saturada de amoníaco, temperatura ambiente entre 37 y 38 grados… Apenas sobrevivirían fuera de sus paredes, pese a que son «libres» de salir si así lo desean.

En el exterior han empezado a aterrizar unas criaturas con aspecto de ameba, los derivos. Dicen que son organismos alienígenas que vagan sin rumbo por el espacio. ¿Inofensivos?

Y, por supuesto, está Jones. Personaje salido literalmente de una feria, con la capacidad de conocer el futuro con un año de antelación. Que ha organizado su propia iglesia y cuyos adeptos se multiplican. Un dolor de muelas para las autoridades, encarnadas por el agente del servicio secreto Cussick.

Vehículos sin conductor. Videoteléfonos. Cantantes famosos ya fallecidos y sustituidos en los escenarios por réplicas robóticas exactas. Una novela escrita en… 1954.

Toda una promesa. Toda una realidad.


sábado, 5 de junio de 2021

Día Mundial del Medio Ambiente

¿Solo tenemos uno? ¿Un único Día Mundial del Medio Ambiente?

Pongámosle entonces música: la de George Fenton para esa maravilla filmada que se titula Planeta Azul.


martes, 18 de mayo de 2021

Buena economía para tiempos difíciles

Clave de lectura: Cómo despejar complejidades económicas con un enfoque científico.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: De ratones y hombres, de Mark Isham ♪♪♪
Portada del libro Buena economía para tiempos difíciles, de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo.

Hablemos de economía. Una «ciencia» que parece moverse siempre entre meandros especulativos.

Una selva umbría, pantanosa, donde la luz se queda en las copas más altas y los senderos seguros son difíciles de encontrar.

Según quien cuente la historia, la misma medida tendrá unos efectos o no. O estos serán positivos o negativos.

Si bajamos los impuestos ocurrirán tales cosas, si subimos el salario mínimo tales otras. Si quitamos aranceles… ¡Qué dices! ¡Es al revés!

Pues bien, aquí tenemos un libro moderno del ramo: Buena economía para tiempos difíciles, de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo. Pareja de Premios Nobel y Premio Princesa de Asturias para ella de propina.

En esta obra intentan explicar las diferencias entre el pensamiento polarizado, cerradamente ideológico, y el abierto a la experimentación.

Tampoco olvidan la autocrítica, la tendencia de los economistas mediáticos a la arrogancia, a hacer afirmaciones y —malas— predicciones con autoridad, entrando en el juego de los mensajes simplificados que quiere escuchar mucha gente.

Comienzan describiendo el mundo contemporáneo como un lugar en el que «el debate público entre la izquierda y la derecha se ha vuelto cada vez más un ruidoso intercambio de insultos».

Donde la labor de los científicos sociales consiste en «proporcionar hechos e interpretaciones de hechos con la esperanza de que puedan ayudar a mediar en esas divisiones, a que cada bando entienda lo que dice el otro, y de este modo llegar a un desacuerdo razonado, si no a un consenso».

Con tal objetivo, a lo largo de cada capítulo analizan temas del más alto interés: la inmigración, el comercio global, las creencias versus las preferencias, el significado del crecimiento, el cambio climático, el empleo en la edad de la tecnología, la distribución de la riqueza, el Gobierno, la renta básica universal…

Y lo hacen con imaginativos ejemplos que incentivan a dejar atrás prejuicios, a «resistir la seducción de lo obvio, ser escépticos con los milagros prometidos, cuestionar las evidencias, ser pacientes con la complejidad y honestos acerca de lo que sabemos y de lo que podemos saber».

Ojalá lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo.


lunes, 3 de mayo de 2021

Elecciones (II)

Músico en Trondheim.

Una calle del centro. Casetas con estandartes a ambos lados, una junto a otra.

Azul claro y azul oscuro. Rojo, amarillo y verde.

Estrellas, corazones, hojas, manzanas…

Hay gente que se para y comenta. No se oyen gritos.

Un momento, a lo mejor he hablado demasiado pronto. ¿Qué suena un poco más adelante? ¿Qué es, qué es? ¿Bronca?

Ah, no, son los trombones de una big band que ha empezado a tocar.

Pues parece agradable celebrar elecciones en Trondheim.

martes, 27 de abril de 2021

Elecciones

Cocodrilo.

La leoparda se agazapa en la oscuridad.

En los bancales del río reptan monstruos. Un solo descuido por su parte, un crujir aterrador de mandíbulas, y sería ella quien se convirtiera en cena.

Ah, gacelas entre el follaje.

Centímetro a centímetro, paciente, implacable. Cada vez más cerca…

En un momento, todo ha terminado. El olor a sangre se esparce por la sabana.

La hiena surge de repente, a la carrera, y es el doble de grande. El doble de fuerte. Reclama para sí el trofeo.

Un mundo de depredadores, de carroñeros, de víctimas…

Elecciones y política moderna.

martes, 20 de abril de 2021

El paciente inglés

Otra de mis bandas sonoras favoritas, que acompaña las imágenes de una gran película.

La compuesta por Gabriel Yared para El paciente inglés.


lunes, 12 de abril de 2021

Nuestro mundo (XV)

Niñas de Birmania (Myanmar) con mejillas decoradas.

Cuando leo las noticias sobre el golpe de Estado en Birmania, con cientos de vidas segadas por las balas, me pregunto si alguna de las víctimas estuvo a unos metros de mí, si me sonrió o me miró con los ojos llenos de asombro cuando alcé mi cámara.

Los porteadores en los muelles de Rangún, las vendedoras de los mercados a la ribera del lago Inle, los monjes mendicantes de Amarapura, las niñas de elaboradas tanakas en sus mejillas, junto al palacio de Mandalay…

Nuestro inmenso, nuestro maravilloso, nuestro desolador mundo.