jueves, 10 de junio de 2021

El mundo que Jones creó

Clave de lectura: Philip K. Dick llega para no irse nunca más.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Ultimátum a la Tierra, de Bernard Herrmann ♪♪♪
Portada del libro El mundo que Jones creó, de Philip K. Dick.

El mundo que Jones creó es una novela primeriza de Philip K. Dick. Si la comparamos con títulos posteriores, se nota que las hechuras están aún algo verdes.

Pero tiene una imaginación tan desbordante...

En un planeta de posguerra, que gobierna el Fedgov sobre principios relativistas, un grupo de personas habita en un refugio construido especialmente para ellos: limo, géiseres, atmósfera saturada de amoníaco, temperatura ambiente entre 37 y 38 grados… Apenas sobrevivirían fuera de sus paredes, pese a que son «libres» de salir si así lo desean.

En el exterior han empezado a aterrizar unas criaturas con aspecto de ameba, los derivos. Dicen que son organismos alienígenas que vagan sin rumbo por el espacio. ¿Inofensivos?

Y, por supuesto, está Jones. Personaje salido literalmente de una feria, con la capacidad de conocer el futuro con un año de antelación. Que ha organizado su propia iglesia y cuyos adeptos se multiplican. Un dolor de muelas para las autoridades, encarnadas por el agente del servicio secreto Cussick.

Vehículos sin conductor. Videoteléfonos. Cantantes famosos ya fallecidos y sustituidos en los escenarios por réplicas robóticas exactas. Una novela escrita en… 1954.

Toda una promesa. Toda una realidad.


sábado, 5 de junio de 2021

Día Mundial del Medio Ambiente

¿Solo tenemos uno? ¿Un único Día Mundial del Medio Ambiente?

Pongámosle entonces música: la de George Fenton para esa maravilla filmada que se titula Planeta Azul.


martes, 18 de mayo de 2021

Buena economía para tiempos difíciles

Clave de lectura: Cómo despejar complejidades económicas con un enfoque científico.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: De ratones y hombres, de Mark Isham ♪♪♪
Portada del libro Buena economía para tiempos difíciles, de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo.

Hablemos de economía. Una «ciencia» que parece moverse siempre entre meandros especulativos.

Una selva umbría, pantanosa, donde la luz se queda en las copas más altas y los senderos seguros son difíciles de encontrar.

Según quien cuente la historia, la misma medida tendrá unos efectos o no. O estos serán positivos o negativos.

Si bajamos los impuestos ocurrirán tales cosas, si subimos el salario mínimo tales otras. Si quitamos aranceles… ¡Qué dices! ¡Es al revés!

Pues bien, aquí tenemos un libro moderno del ramo: Buena economía para tiempos difíciles, de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo. Pareja de Premios Nobel y Premio Princesa de Asturias para ella de propina.

En esta obra intentan explicar las diferencias entre el pensamiento polarizado, cerradamente ideológico, y el abierto a la experimentación.

Tampoco olvidan la autocrítica, la tendencia de los economistas mediáticos a la arrogancia, a hacer afirmaciones y —malas— predicciones con autoridad, entrando en el juego de los mensajes simplificados que quiere escuchar mucha gente.

Comienzan describiendo el mundo contemporáneo como un lugar en el que «el debate público entre la izquierda y la derecha se ha vuelto cada vez más un ruidoso intercambio de insultos».

Donde la labor de los científicos sociales consiste en «proporcionar hechos e interpretaciones de hechos con la esperanza de que puedan ayudar a mediar en esas divisiones, a que cada bando entienda lo que dice el otro, y de este modo llegar a un desacuerdo razonado, si no a un consenso».

Con tal objetivo, a lo largo de cada capítulo analizan temas del más alto interés: la inmigración, el comercio global, las creencias versus las preferencias, el significado del crecimiento, el cambio climático, el empleo en la edad de la tecnología, la distribución de la riqueza, el Gobierno, la renta básica universal…

Y lo hacen con imaginativos ejemplos que incentivan a dejar atrás prejuicios, a «resistir la seducción de lo obvio, ser escépticos con los milagros prometidos, cuestionar las evidencias, ser pacientes con la complejidad y honestos acerca de lo que sabemos y de lo que podemos saber».

Ojalá lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo.


lunes, 3 de mayo de 2021

Elecciones (II)

Músico en Trondheim.

Una calle del centro. Casetas con estandartes a ambos lados, una junto a otra.

Azul claro y azul oscuro. Rojo, amarillo y verde.

Estrellas, corazones, hojas, manzanas…

Hay gente que se para y comenta. No se oyen gritos.

Un momento, a lo mejor he hablado demasiado pronto. ¿Qué suena un poco más adelante? ¿Qué es, qué es? ¿Bronca?

Ah, no, son los trombones de una big band que ha empezado a tocar.

Pues parece agradable celebrar elecciones en Trondheim.

martes, 27 de abril de 2021

Elecciones

Cocodrilo.

La leoparda se agazapa en la oscuridad.

En los bancales del río reptan monstruos. Un solo descuido por su parte, un crujir aterrador de mandíbulas, y sería ella quien se convirtiera en cena.

Ah, gacelas entre el follaje.

Centímetro a centímetro, paciente, implacable. Cada vez más cerca…

En un momento, todo ha terminado. El olor a sangre se esparce por la sabana.

La hiena surge de repente, a la carrera, y es el doble de grande. El doble de fuerte. Reclama para sí el trofeo.

Un mundo de depredadores, de carroñeros, de víctimas…

Elecciones y política moderna.

martes, 20 de abril de 2021

El paciente inglés

Otra de mis bandas sonoras favoritas, que acompaña las imágenes de una gran película.

La compuesta por Gabriel Yared para El paciente inglés.


lunes, 12 de abril de 2021

Nuestro mundo (XV)

Niñas de Birmania (Myanmar) con mejillas decoradas.

Cuando leo las noticias sobre el golpe de Estado en Birmania, con cientos de vidas segadas por las balas, me pregunto si alguna de las víctimas estuvo a unos metros de mí, si me sonrió o me miró con los ojos llenos de asombro cuando alcé mi cámara.

Los porteadores en los muelles de Rangún, las vendedoras de los mercados a la ribera del lago Inle, los monjes mendicantes de Amarapura, las niñas de elaboradas tanakas en sus mejillas, junto al palacio de Mandalay…

Nuestro inmenso, nuestro maravilloso, nuestro desolador mundo.

martes, 6 de abril de 2021

La Guerra Civil en el aire

Clave de lectura: Messerschmitt, Heinkel, Stukas… Su comienzo en los cielos de España.
Valoración: Bueno ✮✮✮✩✩
Música: Saludo a España (Marcha fúnebre), de Dimitri Shostakovich ♪♪♪
Portada del libro La Guerra Civil en el aire, de Michael Alpert.

Michael Alpert es el autor de La Guerra Civil Española en el mar, que hace años me gustó bastante. De manera que ahora me he acercado con optimismo a su último título: La Guerra Civil en el aire.

Mi impresión es otra vez positiva, en términos generales. Se trata de una monografía muy interesante sobre la actividad aérea durante la gran desgracia, con énfasis en la participación de alemanes, italianos y soviéticos.

Detalla por qué los aparatos y sus tripulaciones se erigieron a menudo en protagonistas, con influencia directa sobre el resultado del conflicto.

Los Junker permitieron el transporte de tropas para tomar Sevilla, los Chatos y Moscas aseguraron la defensa de Madrid, los Chirris dominaron los cielos de grandes batallas, los Messerschmitt, Heinkel o Stukas se midieron con los Katiuskas y Natachas

Desde los días iniciales de la rebelión, con modelos y tácticas heredados de la Primera Guerra Mundial, el uso de esta arma cambió a pasos gigantescos, anticipando lo que en breve se convertiría en la «guerra moderna». Cada bando sacó sus propias conclusiones al respecto.

Su debilidad, y por eso añado la coletilla «en términos generales», es que lo encuentro un poco por debajo de la obra dedicada al mar.

Menos detallado, con repeticiones, obviando ciertos hechos, dejando sin aclarar otros, con un tonillo condescendiente común en algunos hispanistas foráneos… Detalles así.


martes, 23 de marzo de 2021

Los insignes

Clave de lectura: Y los sueños, sueños son… amado líder.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: El club de los poetas muertos, de Maurice Jarre ♪♪♪
Portada del libro Los insignes, de David Pérez Vega.

Entre las virtudes que aprecio en la escritura de David Pérez Veganovela, poesía, cuentos, blog—, hay una que me resulta particularmente interesante.

Su carácter «inmersivo».

Consigue que el lector se introduzca en sus historias. Que comparta las vivencias de los personajes, sus diálogos, sus pensamientos, sus dudas, sus sueños no alcanzados…

Como si pudiéramos romper la cuarta pared del papel.

En este libro, al trasluz del tono irónico, hay mucho precisamente de sueños que quedan en el camino.

El protagonista, lo que quería en la vida era convertirse en poeta. Que el mundo conociera sus versos, surgidos desde el corazón de Móstoles.

Y acaba como inspector de Hacienda.

Con menos pelo del aconsejable, más dioptrías y escasa capacidad de atraer a las musas de carne y hueso que se van cruzando con él. Ni con metáforas ni con anáforas.

Así que no aguanta más. Necesita desahogarse, confiar a alguien los sinsabores que le han atormentado en el intento de publicar su obra.

Cuando un estudiante de español le contacta en la red, recabando su opinión sobre un poemario propio, por fin cree haber encontrado a la persona adecuada. Aquel que le entenderá como un amigo.

Con la curiosidad de que el confidente se llama Kim Jong-un y reside en Corea del Norte. Es el autor de Mi padre, el amado Líder Supremo.

Premios, becas, suplementos del periódico… Para divertirse y de paso conocer el funcionamiento en la sombra del mundillo cultural patrio, léase sin falta Los insignes.


jueves, 18 de marzo de 2021

Cuarteto para el nuevo milenio

El hombre y la Tierra…

El concierto para piano, los conciertos para guitarra, Alba de soledades, la música instrumental, las canciones, la preciosa banda sonora de Monsignor Quixote...

El Cuarteto para el nuevo milenio...

(En recuerdo de Antón García Abril).