Solo existe un Cuarteto de Claude Debussy.
Soo existe un Andantino doucement expressif.
Música, libros, fotos, historias, pensamientos, ficciones, viajes y qué sé yo cuántas cosas más...
Solo existe un Cuarteto de Claude Debussy.
Soo existe un Andantino doucement expressif.
Este libro es uno de los más interesantes que he tenido la fortuna de leer últimamente, no me cabe duda.
Uno cuya razón para haber sido escrito no es otra que desmontar el edificio de la sinrazón.
El filósofo Fernando Savater reúne una serie de artículos periodísticos y les pone un intencionado nombre conjunto: Contra el separatismo. Y, tras el nombre, pone los puntos sobre las íes.
El resultado es un «panfleto», como él mismo lo define con exceso de humildad, que no contiene palabras amables, ni siquiera tibias, sino todo lo contrario.
Combativo en defensa de la libertad. Que mueve al compromiso. Sin miedo, como debería ser en toda sociedad que se respete a sí misma.
No es un delirio más o menos grave, sino un ataque en toda regla al núcleo más importante de nuestra garantía de ciudadanía, el Estado de Derecho. Con algo de paciencia y sentido del humor, se puede convivir mejor o peor con los nacionalistas; pero con los separatistas no hay más arreglo posible que obligarles a renunciar a sus propósitos.
Y cuyas reflexiones éticas hago mías desde la primera hasta la última letra.
Cada uno entenderá lo de «bueno» a su manera, por supuesto, pero me atrevería a resumir que en un buen libro se aunan el qué y el cómo.
Primero la inspiración, ese misterio que hace surgir una historia de la nada.
Segundo, la forma de «juntar las palabras» para darle vida.
Y ya que La hembra de nuestra especie nos ofrece un qué subyugante y un cómo extraordinario, justifica el puesto de Joyce Carol Oates en lo alto de un podio.
Calidad presente en cada relato de los nueve que componen un volumen dominado por personajes femeninos. Con sus iras, sus miedos y sus deseos, luces y tinieblas del alma humana.
Con tensiones no resueltas para mantener nuestra lectura en vilo y una prosa de acero envuelto en seda, precisa y rica al mismo tiempo.
Lo que yo llamo un buen libro.
Me gusta caminar de madrugada. Cruzar la ciudad dormida. Adivinar que tiene un corazón y que, por una vez, palpita sosegado.
Tiempos en que los nazionalistas, para insultar a quienes defendemos la Constitución y el Estado de Derecho, nos llaman «fascistas».
Qué poso de negrura en su corazón.
Nadie se movía al final del concierto. Todos queríamos que cantara otra.
Por fin, una voz pidió: «¡Quién fuera!».
Y la respuesta de Silvio fue: «Quién se acordara...».
La dupla perfecta: película favorita, banda sonora favorita. Del gran Alex North, concretamente.
Espartaco.
Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny, ópera de Kurt Weill con libreto nada menos que de Bertolt Brecht.
Estrenada en 1930 y prohibida al poco en Alemania ya os imagináis por quién.
Así suena Alabama Song.
Este es hoy nuestro mundo.
Había un niño
y una tela de araña
que esperaba oculta.
Aguijón, veneno.
Antes podíamos gritar,
ahora ya no.
Este es hoy nuestro mundo.