Mis ojos te niegan, día a día.
No existes.
No existo.
Música, libros, fotos, historias, pensamientos, ficciones, viajes y qué sé yo cuántas cosas más...
En nuestro mundo, la felicidad debe de ir por barrios.
O, cuando miro esta imagen que obtuve en una calle de la amurallada Jiva...
Cuando miro la expresión de él y enseguida la miro a ella...
Quizás más a menudo la felicidad vaya por sexos.
En plena vida, a pleno día, también existen las cavernas.
Las cavernas son el hogar de las sombras.
… y prosperidad.
Cuando un actor y un personaje alcanzan el nivel de icono, de identificación inmediata en la memoria cultural de millones de personas, su partida no es realmente un adiós.
Su katra se comparte entre nosotros.
(En recuerdo de Leonard Nimoy).
Propuesta musical: Rapsodia sueca nº 1 de Hugo Alfvén.
Con bandera, para que quede más bonito.
Ya empieza a salir el sol, habrá que levantarse a desayunar. ¿Dónde me quedé yo varado anoche?
Ah, ya me acuerdo, eché el ancla en zona azul. Espero que no pongan muchas multas por aquí.
Vamos a la despensa: me apetece algo de piña, unos plátanos, zumo de guayaba…
Que levante la mano (o el sable) quien no quiera agarrar las bridas y unirse enfervorizado a la cabalgata de los cosacos hacia Dubno, en compañía de Taras Bulba, mientras suena la música de Franz Waxman.
A ver, que alguien la levante.
¡Saporoski!
Me gusta mucho la música de Béla Bartók (o Bártok Béla, en el orden de apellido y nombre que usan los húngaros).
Sus conciertos para piano, para violín, para viola, El Mandarín maravilloso, la Música para cuerdas, percusión y celesta…
Y las Danzas populares rumanas, por supuesto.
En nuestro mundo, a veces germinan extrañas semillas.
Sus raíces emponzoñan, se nutren de sustancias muy negras y muy profundas.
Estupidez, odio, miedo, violencia cobarde.
Y finalmente dan su podrido fruto.
(En recuerdo de las víctimas de los atentados de Paris).
A pesar de todo
o gracias a todo,
podemos alzar la mirada
y la voz.
Día. Noche.
Siempre una luz
dentro y fuera
de nuestras venas.