Valoración: Entretenimiento ligero ✮✮✮✩✩
Música: De qué callada manera, de Pasión Vega ♪♪♪
¿Cuál es la primera impresión de Senta sobre Thomas?
Cuarenta y tantos, pectorales algo caídos, brazos demasiado largos, corte de pelo antediluviano, gusto discutible al elegir la ropa, incluso un ojo que... ¿bizquea ligeramente?
Pero ese color verde tras los párpados la vuelve loca cuando él se la queda mirando.
¿Y Thomas? ¿Qué piensa él de Senta?
Los protagonistas de Un encuentro de dos, de Iris Hanika, han salido a despejarse una noche de verano berlinesa.
Thomas se siente hastiado de su trabajo como analista informático. O, más que de su trabajo, de la monotonía existencial, de levantarse cada día a la misma hora, hacer las mismas cosas, volver a su casa como siempre...
Lo mejor es «cerrar el programa, detener el proceso, borrar la memoria». Un par o dos de cervezas ayudarán.
Senta, al cuidado de una galería de arte sin clientes, se encuentra deprimida porque llama a la puerta del amor, pero no le abren. No consigue que un tal Rainer se interese en ella y, más atrás en el tiempo, sus intentos de construir algo duradero siempre han fracasado.
El escenario, un bar de la Oranienstrasse que ambos frecuentan en horarios diferentes, pero en el que en esta ocasión han coincidido. Dos extraños. ¿Dará uno de ellos algún paso? ¿Quién? ¿Se comportarán por el contrario de forma «educada» y pasarán de largo tras una última mirada de soslayo?
Mi impresión... Mmm... Me gustan sus intenciones, la frescura del planteamiento y la construcción empática de los personajes, sus maneras de ser diferentes.
En el debe: literariamente un poco floja. Para ser creíble, más allá del tópico de «no dejes pasar la oportunidad», hubiera necesitado ofrecer un desarrollo más rico de la historia.
En resumen, una comedia ligera para entretenerse un rato.