viernes, 16 de julio de 2010

La fuga de Logan

Clave de lectura: Huida de una sociedad futurista llevada al cine.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: La fuga de Logan, de Jerry Goldsmith ♪♪♪
Portada del libro La fuga de Logan, de William F. Nolan y George C. Johnson.

La fuga de Logan, novela escrita por William F. Nolan y George Clayton Johnson, dio origen a una película y a una serie televisiva. Sus protagonistas viven en el año 2116, en una sociedad donde las necesidades de los ciudadanos están previstas y cubiertas por el Pensador, un cerebro electrónico. Para ser feliz no hay más que dejarse llevar.

La única pega sería que todos han de morir a los veintiún años. Perdón, morir no: someterse al sueño. Debido a la superpoblación y las guerras de siglos pasados, los recursos del planeta están limitados a un número fijo de personas. Un cristal implantado en la palma de la mano cambia de color para avisar de que va llegando el momento.

El triunfo del sistema es que la gente haya interiorizado ese destino, excepto un grupo de rebeldes. Cierto rumor hace referencia a un santuario donde vive Ballard, un viejo de más de veintiuno. Una leyenda sin fundamento, claro está. Pero Jessica 6 cree en ella y quiere escapar.

Logan 3, por su parte, es un vigilante. Tras abatir a uno de los rebeldes, hermano gemelo de Jessica, comienza a investigar en su entorno. Y bueno, como suele ocurrir, chico conoce a chica, chica cambia la forma de ver el mundo de chico.

La figura inmóvil en la puerta avanzó. Un hombre que contaba cuarenta y dos años acercose a ellos. Su rostro, de facciones muy marcadas, daba fe de haber vivido el doble que otro cualquiera de los seres de aquel mundo. Su pelo estaba surcado de mechones grises.
Una leyenda. Un mito.
Un sueño hecho realidad.

Ahora les toca correr, mientras Francis, el antiguo compañero de Logan, les pisa los talones. Rápido, rápido...


sábado, 3 de julio de 2010

En el banco

Un montón de billetes.

Paso a primera hora de la mañana por el banco, a hacer una gestión. Ningún otro cliente, sólo la señorita que me atiende y la directora de la sucursal, hablando por teléfono en su despacho.

Entro y expongo el motivo de mi visita. La señorita sonríe. Varios fajos de billetes alineados sobre su escritorio indican que se fía de mí, es como si me estuviera enviando un mensaje: Venga, agarra el dinero, ráptame, huyamos en un deportivo rojo descapotable y hagamos locuras. Yo seré tu Bonnie y tú serás mi Clyde...

Pero siéntate, por favor. La directora ha salido del despacho y rompe el momento. Has venido a invertir, ¿a que sí? Déjame que te explique: bonos, fondos, planes de pensiones, bla, bla, bla...

No, no, no... Prefiero la imagen anterior. ¿Cuántos habrán sucumbido a ese perverso plan de los agentes del capital? ¿Cuántos habrán llegado aquí únicamente para recoger o entregar tal o cual papel y han sido convencidos de entregar sus escuetos ahorros a la voraz maquinaria del sistema?

Ah, pero no podréis conmigo. Vámonos, Bonnie...

martes, 29 de junio de 2010

Elegía estonia

Clave de lectura: Remembranza del naufragio del Estonia.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Estonia, de Marillion ♪♪♪
Portada del libro Elegía estonia y otros poemas, de Jüri Talvet.

Alrededor de la una de la madrugada, el agua comenzó a entrar a bordo.

El poeta fue leyendo, cortando con la roda de su voz el áspero oleaje, el hiriente viento, la noche sin perdón que surgía de las páginas del libro.

Por unos momentos, el Estonia volvió a la vida. El gran buque navegó una vez más a través del Báltico.

El pasado, el presente, los planes de futuro, los ochocientos cincuenta y dos sueños interrumpidos. Por unos momentos, todo retornó con él desde la negra gelidez abisal.

Tras el último silencio, aquellos locos que habíamos acudido a escucharle nos acercamos con nuestros ejemplares.

El poeta fue preguntándonos los nombres, charlando unos minutos con cada uno de nosotros, escribiendo la amable dedicatoria en su interior.

No, no puede ser verdad.
Calambres de perplejidad atenazaban aquella mañana la garganta.
Gravedad de plomo en los pies, como si la tierra nos sorbiera hacia sus raíces
igual que el agua los sorbía a ellos, criaturas desnudas, súbitamente,
desde la ensoñación de sus lechos hacia sus senos fríos como el hierro.

Era Jüri Talvet, era Elegía estonia y otros poemas.


miércoles, 16 de junio de 2010

Resumen (musical) del día en la oficina

Algo parecido al Yakety Sax de Boots Randolph.

¡Un descanso, por favor!


domingo, 13 de junio de 2010

Astrid y Veronika

Clave de lectura: Intimismo y soledad unen a dos mujeres en apariencia diferentes.
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: One Life, de Lisa Ekdahl ♪♪♪
Portada del libro Astrid y Veronika, de Linda Olsson.

Hoy es un buen día para comentar la novela Astrid y Veronika, de Linda Olsson.

Veronika es una joven escritora que, tras perder a su novio en un accidente, se instala en una casa de campo del interior de Suecia.

Su vecina Astrid es una mujer mayor que prácticamente nunca ha salido del pueblo y que no habla con nadie.

En apariencia, ambas tienen poco en común, excepto la búsqueda de la soledad.

Y, sin embargo, será eso lo que las una de forma imprevista, creando una relación amistosa que entrelazará sus respectivos pasados, sus recuerdos y emociones ocultas.

Porque, cuando alguien nos ayuda a liberar ciertos secretos de los cerrojos, puede liberar también nuestra vida.

He olvidado el rostro de mi hija —dijo—. Podría describir hasta el último y exquisito detalle, pero ya no puedo verlo. —Cerró los ojos y, al empezar a hablar, su cara se relajó, sus facciones se suavizaron y una leve sonrisa afloró a sus labios.

Tras este argumento encontramos una obra muy bien escrita. Los personajes son de carne y hueso, y la descripción de todo lo que pasa por su cabeza y de sus reacciones resulta absolutamente verosímil.

Seguí con agrado el ritmo intimista de la historia hasta el final, y por ello no tengo dudas en recomendarla.


jueves, 3 de junio de 2010

Podemos recordarlo todo por usted

Douglas Quail acude a una compañía especializada en implantar recuerdos artificiales pero totalmente vívidos, como los de verdad. Contraviniendo las advertencias de su mujer acerca de gastos inútiles en la economía familiar, desea tener conciencia de una temporada en Marte, en el papel de agente secreto.

Todo va bien hasta que los técnicos se encuentran con un problema inesperado: parece que Quail ya hubiera estado antes en el planeta rojo y que alguien le hubiera bloqueado esa parte de la memoria. A partir de entonces, ¿en quién podrá confiar? Para empezar, su mujer... ¿es realmente su mujer?

Si estáis familiarizados con el argumento es quizá porque habéis visto la película Desafío total, con Schwarzenegger en la piel del esforzado héroe. No obstante, se trata originalmente de un relato escrito por Philip K. Dick, Podemos recordarlo todo por usted, que confirma a este visionario autor como una de las más caudalosas fuentes de ideas para guiones de Hollywood.

Disfrutad con los impactantes sones de Jerry Goldsmith surgiendo de los altavoces.



sábado, 22 de mayo de 2010

El diario de Géza Csáth

Clave de lectura: Proceso de enloquecimiento del escritor Géza Csáth.
Valoración: Pues... ✮✮✩✩✩
Música: Rapsodia húngara nº 2, de Ferenc Liszt ♪♪♪
Portada del libro El diario de Géza Csáth.

Géza Csáth era primo de mi admirado Dezső Kosztolányi, lo que significa genes familiares de gran escritor. Además componía música, tocaba el piano y el violín, pintaba, era médico, psiquiatra...

En el prólogo a El diario de Géza Csáth, título bajo el que se han publicado sus fragmentadas memorias, se señala que fue un autor prohibido en Hungría durante la época comunista, debido a su catalogación como «burgués decadente».

En realidad, más que decadente, lo que ocurrió es que no estaba bien de la cabeza. Este libro es una descripción en primera persona de su proceso de locura.

Comienza cuando se instala en la consulta del balneario de Stubnya, donde cualquier paciente, enfermera, camarera, visitante, madre, hija, sobrina, soltera, casada, viuda, era incapaz de resistirse a su pasión. Aparte de su prometida oficial y futura esposa, claro está.

Página a página, sigue relatando la gran juerga. Y no tarda mucho en hacerse visible una coprotagonista: la morfina.

Sin problemas para conseguir la droga, dada su profesión, Csáth se convierte en un yonqui antes de que se hubiese inventado la palabra. Cada vez más dosis, cada vez placeres más desaforados...

Así me daba bofetadas el destino, una tras otra. Sólo Olga me consuela entre tanta pena y miseria, mejor dicho, me consolaría si no me sintiera culpable continuamente ante ella por el veneno, y no me preocupara su fidelidad en el futuro. A menudo me dominan los presentimientos de que no tendré un matrimonio feliz con esta mujer, de que me engañará vilmente, aunque hoy la encuentre amable, paciente y dulce.

Al final, paranoico perdido, mata a su mujer y se suicida.

Un señor complicado, por decirlo suavemente.


miércoles, 28 de abril de 2010

A tu sombra sin cuerpo...

Ramo de rosas rojas.

Hoy, una vez más, reclama la noche
el tributo que le niegan mis ojos.
Malherido de oscuridad,
me arrebata por fin su memoria.

A tu sombra sin cuerpo estoy atado.

A tu sombra sin cuerpo, a tu ausencia
que es presencia cierta,
a esta sombra que eres tú, hecha de aire
que no puedo respirar,
que no puedo tocar,
silente,
que nunca responderá si la llamo amor.

Descansas ahora, tan inmóvil,
que para no despertarte
mi pecho se ha detenido.

Contemplo a ciegas tu rostro,
cada mínima curva, la más pequeña
huella de una sonrisa tuya
que explique el porqué del mundo.

Te beso.

Y en el último momento,
en la última oportunidad antes
del alba,
de que leve te desvanezcas,
del adiós,
será el recuerdo de ese beso, de tu sombra,
de lo que no ha ocurrido,
lo que me devuelva
de nuevo la vida.

Inmensa plenitud
de ti.

miércoles, 21 de abril de 2010

La ignorancia

Clave de lectura: Las diferentes caras de la memoria entre Irena y Josef, tras años de exilio.
Valoración: Muy bueno ✮✮✮✮✮
Música: Sinfonía nº 8 (III.Allegretto grazioso), de Antonín Dvorák ♪♪♪
Portada del libro La ignorancia, de Milan Kundera.

En La ignorancia, la verdadera protagonista es la memoria.

Mejor dicho, las diferentes caras de la memoria. Porque los mismos hechos tienen significados dispares para cada personaje.

Irena y Josef se cruzan en el aeropuerto de París, tiempo después de su primer encuentro de juventud. Son dos exiliados checos que viajan a Praga tras la caída del muro. Un lugar del que las calles y hasta la forma de hablar de la gente les parecen ahora ajenas.

Ella reconoce a aquel hombre que una vez la miró intensamente en una cervecería. Él no la recuerda en absoluto, pero no se atreve a confesárselo.

Irena está ilusionada. Quizá pudiera ocurrir algo entre ellos al fin. Quedan en llamarse para salir a cenar la noche anterior al vuelo de regreso.

Hasta entonces, cada uno recorrerá de nuevo su vida, las personas que han dejado atrás, las sensaciones, los detalles en apariencia insignificantes que los han convertido en quienes son. ¿Y quiénes son en realidad?

Cuanto mayor es el tiempo que hemos dejado atrás, más irresistible es la voz que nos incita al regreso. Esta sentencia parece un lugar común, sin embargo es falsa. El ser humano envejece, el final se acerca, cada instante pasa a ser siempre el más apreciado y ya no queda tiempo que perder con recuerdos.

Milan Kundera... Escritor de los que se elevan por encima de la mayoría. De esos elegidos que, incluso cuando producen una obrita «menor», nos regalan algo especial.

¿Se me nota la admiración?


domingo, 18 de abril de 2010

La luz

Luz flotando en medio de la oscuridad.

La luz.
Detrás de mí,
o delante, o a un lado,
o quizás al otro, no estoy seguro
(estaba ebrio,
ebrio de vida).
La luz.
Tan cerca,
que casi hubiese podido
tocarla,
arder,
consumirme en ella.
La luz.
Difuminándose
paso a paso,
dejándome aquí,
vacío, sin nada,
sin nada.
La luz.