Los niños tienden sus manos
entre carreras y gritos de gozo.
¡Son aún tan pequeños!
Ignoran que una mano abierta
puede herirse, que los juegos
de la vida no se juegan así.
Tomar, arrebatar, esa es
la única lección que importa.
Vence el puño del más fuerte.
2 comentarios:
Tiene un algo el poema que me lleva a Gil de Biedma.
Saludos.
Gil de Biedma... Menudo listón inalcanzable, pero gracias.
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