La pantalla del ordenador se funde a negro. La red no funciona.
El teléfono busca cobertura igual que Diógenes con su luz un hombre honesto: sin resultado.
La música enmudece. El café ha quedado frío. Salgo a la puerta guiñando la mirada.
No sé qué espero ver, auroras meridionales o enjambres de drones en lo alto.
Me pregunto si mañana el cielo de abril seguirá siendo tan hermoso.
2 comentarios:
La red decidió que nos vendría bien un poco de aislamiento, un poco de tiempo para la reflexión y nos dejó incomunicados a ver si de este modo aprendíamos algo. Estuvimos solos y perdidos pero como siempre una vez que convencimos a la red para que volviera, olvidamos toda la lección y nos olvidamos de nuevo de nosotros mismos. Una gran foto querido amigo.
Un abrazo fuerte.
PD: Gracias a esto y a tu comentario en mi blog, nos encontramos de nuevo. Gracias
Gracias a ti. La foto, aunque ya es añosa ("analógica", nada menos"), me pareció descriptiva del "más, más, más" que de repente queda convertido en "nada", así que la aproveché.
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