jueves, 4 de julio de 2024

El enemigo conoce el sistema

Clave de lectura: «Manipulación de ideas, personas e influencias después de la economía de la atención».
Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música recomendada: Industrial Revolution (Overture), de Jean-Michel Jarre ♪♪♪
Portada del libro El enemigo conoce el sistema, de Marta Peirano.

El enemigo conoce el sistema es un libro que, sin pretender descubrir la rueda, nos explica un poco mejor sus características, usos... y peligros.

La rueda sobre la que habla Marta Peirano resulta, como mínimo, igual de determinante que aquella milenaria invención, aunque bastante más compleja de entender.

El «sistema» incluye todo aquello que utiliza internet como base o entorno de funcionamiento. ¿Qué hay fuera de la red hoy en día?

Y el «enemigo» es… Ahí empezamos a meternos en harina.

De acuerdo con la autora, el «poder», en un sentido amplio del término, nos tiene agarrados a través de imposiciones suaves. Nos manipula mentalmente.

Cualquier interacción digital puede recogerse, grabarse, convertirse en dato e interpretarse para componer un retrato de nuestro interior más ajustado que si nos hubiera llevado al lienzo Velázquez.

Móviles, redes sociales, búsquedas, lecturas, escrituras, compras… La lista no tendría fin. Nuestras motivaciones y decisiones, conscientes y subconscientes, una vez clasificadas, abren las puertas a cualquiera que sepa tocar el botón adecuado.

¿Os creéis que los vídeos que miráis como zombis son fruto de la casualidad? ¿Que los anuncios se lanzan al aire a ver dónde caen? ¿Que vuestros metadatos o vuestra localización no son interesantes para nadie? ¿Que cuando un político os sugiere temer a tal o cual cosa lo hace por afinidad empática?

¿Que la noticia que tanto os indigna no ha pasado por laboratorios antes de que ojos u oídos accedan a ella? ¿Que lo que consideráis «bueno» o «malo» se os ha ocurrido a vosotros solos?

A través de la historia de experimentos conductuales y de cómo trabaja la tecnología por dentro —muy buenas las secciones dedicadas a describir internet y la «nube» en términos físicos, de organización y de procesos— Peirano pone sobre la mesa muchas cosas. Incluso hasta hacernos dudar de nosotros mismos, de la realidad autopercibida.

Algoritmos, big data, inteligencia artificial, adicción a las pantallas, engagement… Amén.


lunes, 1 de julio de 2024

Ahora que lo pienso

Clave de lectura: Reflexiones de un profesor de filosofía.
Valoración: Razonablemente bueno ✮✮✮✩✩
Música recomendada: Preludio a la siesta de un fauno, de Claude Debussy ♪♪♪
Portada del libro Ahora que lo pienso, de Juan Muñoz.

¿Quién es Juan Muñoz?

¿Cuáles son los méritos biográficos que podrían aconsejarnos leer sus libros? En concreto, el comentado hoy aquí: Ahora que lo pienso.

¿Un profesor jubilado que daba clases de filosofía en un instituto de bachillerato? ¿Así de «simple»?

A mí me parece suficiente.

La temática también puede ser descrita con sencillez: Muñoz escribe sobre cosas que le vienen a la cabeza. Ciento setenta artículos —muy «blogueros» en estilo, por cierto— acerca del mundo que nos rodea, nos abraza o nos deja estupefactos. Con especial énfasis en esta última sensación.

En el bloque titulado Con mucho susto aparece la pandemia que tanto nos azotó sin servirnos para aprender nada.

Ciencia y anticiencia. Desconfianza en las personas. Que papá Estado nos ordene en cualquier aspecto ante la imposibilidad de entendernos amistosamente.

O la otra cara de la moneda, el anarco-capitalismo, con un Estado limitado a la gendarmería donde casi todo se organiza por la única regla del más «listo». Y voraz.

En Algunos seres vivos nos habla sobre el tomate, el eucalipto, el petirrojo, el gato, la vaca, el pulpo…

En Cosas de la vida hace un recorrido desde los dentistas hasta los amigos de bar. Desde la pedantería hasta el maniqueísmo. Desde Fauré hasta Debussy.

Cosas de la muerte trae a la memoria a las personas —el padre, el abuelo a cuyo entierro nadie pudo acudir—, pero también a los objetos. Y a uno mismo.

Filosofía mundana: Tales, Aristóteles, Gracián, Hume, Kant, Arendt, Camus, Russell… Frases o notas que dejaron se transforman en asideros.

Personas y personajes son los antiguos maestros: el de física, el de matemáticas, el de historia, la de dibujo. Y, de su mano, Montaigne, Rousseau, Ortega, Newton, Zweig…

Ética y política se ocupa, por ejemplo, del muro berlinés entre gobernantes y gobernados, la búsqueda de poder, los sistemas electorales, el populismo, la democracia, el platónico mito de Giges…

Y, como postre, De todo un poco. Entre Ribadesella y Gijón, con parada en varios miradores durante el camino.

Si el resultado no es ninguna genialidad —porque no lo es—, que dicha valoración tampoco nos confunda: alcanzar la riqueza interior que denotan sus líneas debería ser parte importante de nuestro pacto con el tiempo, antes de que nos volatilice.

Como decía al principio, para mí más que suficiente.