jueves, 30 de mayo de 2024

«Honra a los maestros alemanes»

Estatua del emperador Guillermo I en Lübeck.

En la cresta de las águilas —o gallinero— me ajusto las gafas. Veo cómo Hans Sachs concede a Walther von Stolzing el título que lleva ansiando desde el primer acto. Los maestros cantores de Núremberg se aproximan a la escena final.

De repente, Walther rechaza la ceremonia y el zapatero le reconviene: «Honra a los maestros alemanes».

Y amplía la idea: «¡Estad prevenidos! ¡El peligro nos amenaza! Si alguna vez el pueblo y el imperio alemán cayeran bajo un falso dominio extranjero…».

Literalmente, deutsches Volk und Reich, eso es lo que canta el protagonista de la jornada. Luego nos aclara que se refiere al Sacro Imperio Romano Germánico, pero vamos… No me extraña que esta ópera la programaran con alegría ya nos imaginamos quiénes.

¿Por qué alguien puede creer que haber nacido a un lado u otro de un río, en las laderas de un monte o en el valle, en tal o cual continente, bajo el cielo donde alguna vez surgió un heroico general conquistador o un millón de heroicos conquistados le hace, no ya diferente, sino mejor que otros sin su «suerte»?

¿El arte alemán porque fue el hogar de Beethoven, por ejemplo? ¿Ese nieto de inmigrantes? ¿España porque Pelayo salvó a la cristiandad? ¿Era acaso Averroes una amenaza? ¿Cataluña porque el bando borbónico fabricó más pólvora que el austracista?

¿Para cuándo una convicción cosmopolita, que aparte de sí el ombligocentrismo, las lenguas-muro, el odio a la diversidad como cimiento del orgullo nacional…?

Que no mire si nuestra sangre viene de un fritz, un tommy, un gringo, un gabacho, un sudaca, un japo, un moro, un charnego…

¿Para cuándo?


lunes, 27 de mayo de 2024

El Estado

Portada del libro El Estado, de Franz Oppenheimer

Título y autor/a:El Estado, de Franz Oppenheimer.
Clave de lectura:Origen, desarrollo y futuro del Estado.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:Interesante y, sobre todo, polémico.
Música:Pompa y circunstancia (Marcha nº 1), de Edward Elgar ♪♪♪

Vamos a recordar un poco a Oppenheimer.

Je, seguro que os he pillado. Ni el tema va de cine ni de física. Más bien de historia, filosofía política, sociología...

Franz Oppenheimer fue catedrático y uno de los padres fundadores de esta última disciplina allá por los inicios del siglo XX.

Médico de formación, los movimientos que habían ganado fuerza alrededor del cambio de centuria (socialismo, comunismo, anarquismo…) agitaron tanto su intelecto que se dedicó a estudiar las bases sobre las que descansa la convivencia de los grupos humanos.

El Estado, en concreto: ¿qué es el Estado?

¿Un gargantúa? ¿Un tirano? ¿Un «algo amorfo» por encima, ciego y sordo a las necesidades individuales? ¿Un «contrato» de personas libres para organizarse mejor? Mejor, ¿en qué sentido?

Platón, Hobbes, Locke, Rousseau, Montesquieu, Hegel... Nuestro autor quiere oponerse a todos, en especial a los defensores del mencionado «contrato».

Aunque el Estado adquiere para él plena carta de naturaleza a partir del absolutismo (el «Estado moderno»), su trayectoria es larga. Desde los albores de las civilizaciones conocidas, cuando algunos de nuestros antepasados se dedicaron a cultivar y otros a la caza y el pastoreo.

El trabajo para la obtención de bienes dio paso al robo como camino más inmediato, y la contratación de guerreros por parte de los sencillos agricultores para evitarlo derivó en que aquellos esclavizaran a quienes debían proteger.

El monopolio de la violencia en un amplio sentido coercitivo, como medio para evitar la violencia anárquica de los individuos, impregna el alma del Estado.

Las tendencias que discuten entre sí por establecer el contenido y los límites de su capacidad están influidas por el lugar donde hayan nacido sus proselitistas.

No es igual el pensamiento anglosajón, por ejemplo, que el latino, el centroeuropeo, el oriental… Porque sus experiencias seculares, las costumbres que definen la forma de ver el mundo de sus habitantes, tampoco lo son.

Y no hay que confundir Estado con Nación, Gobierno ni Sociedad, por cierto. Debía de ser un aspecto candente al redactar la obra, se pone énfasis en ello desde el prólogo.

Así, Oppenheimer desgrana el desarrollo y posible futuro del concepto, siempre sobre la base de que las personas industriosas y pacíficas son explotadas a través de él por élites parasitarias. A su entender, estos postulados se sostienen sobre variados ejemplos: de los hicsos a los incas, de los fenicios a los vikingos, de los feudos europeos o africanos a los sistemas constitucionales.

Con un enfoque acusadamente académico que lastra en ocasiones la fluidez de la lectura, pero jamás hasta el punto de hacer que nos perdamos entre sus tecnicismos.

Conclusión: un texto que invita a debatir. Del tipo «el saber no ocupa lugar».


El Estado, totalmente en su génesis, esencialmente y casi totalmente durante las primeras etapas de su existencia, es una institución social, forzada por un grupo victorioso de hombres sobre un grupo derrotado, con el único propósito de regular el dominio del grupo de los vencedores sobre el de los vencidos, y de resguardarse contra la rebelión interior y el ataque desde el exterior.

jueves, 23 de mayo de 2024

Varjele, Jumala, soasta (Protégenos, Señor, de la guerra)

Estatua del memorial al levantamiento de Varsovia.

¡Líbranos, Dios todopoderoso, protégenos, Dios justo, de los cascos del potro feudal, de las pezuñas hendidas del corcel de guerra, del acero que saja, del extremo embotado de la espada, de la boca de una pistola, de los largos fusiles, de amplios campos de batalla, de tierras de masacres, líbranos de los caminos de dolor, protégenos de toda maldad! ¡Líbranos, Dios todopoderoso, protégenos, Dios justo!

Veljo Tormis, basado en el Kanteletar (mi traducción).


lunes, 20 de mayo de 2024

Gabinete de curiosidades

Portada del libro Gabinete de curiosidades, de Joseph Roth

Título y autor/a:Gabinete de curiosidades, de Joseph Roth.
Clave de lectura:Artículos periodísticos inéditos de un autor imprescindible.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Somos afortunados de que se reedite a Roth con tanto interés.
Música:Die Dreigroschenoper (Mackie Messer), de Kurt Weill ♪♪♪

¿Lo he dicho ya? ¿Lo he dicho?

Puede ser, pero aun así lo repito: me apasiona Joseph Roth.

Somos afortunados de que su obra se reedite con tanto interés. La generación de escritores que describieron el auge y hundimiento de un mundo y la llegada de quienes deseaban convertir los restos en un infierno no podía desaparecer bajo aquellas cenizas.

Roth, Zweig, Hesse, Mann, Remarque, Milosz…

Gabinete de curiosidades es un conjunto de textos periodísticos seleccionados y traducidos por Berta Vías Mahou (de quien queda patente su nivel en los poemas de Gertrud Kolmar, por ejemplo).

No busquemos aquí al novelista o al autor de relatos cortos, aunque comparta inventiva y sentido del ritmo con dichos géneros. Se trata de una visión del «día a día» durante los años 20 y 30 del pasado siglo, ofrecida a los lectores del Frankfurter Zeitung, el Münchner Neueste Nachrichten, el Vorwärts

Ácida, tierna, inmisericorde, bondadosa, desesperada, plena de humor.

La visión de un hombre que es a la vez acusado, juez, público, verdugo, y no juzga ni se deja juzgar, no acusa ni tiene asomo de indiferencia, no utiliza la soga porque sus palabras, por sí solas, ponen a cada uno en su sitio.

¿De qué nos habla? De cabarés y espectáculos de variedades, y las figuras deformes, estrafalarias, impuras, que los frecuentan tanto en el escenario como en la sala de butacas. De las casas con exquisita reputación —¡un von en el apellido!— donde puede acudir una mujer en apuros.

De las calles, los parques, los cafés de ciudades que tuvieron orgullo imperial y ahora «acogen» a mutilados en el frente, masas sin empleo, hombres de negocios bajo lustrosos sombreros, faquires, bailarinas «del desnudo»…

Y él está ahí, no «ante ellos», observando, sino «entre ellos», participante activo en la gran tragicomedia.

Solo me queda expresar un reconocimiento adicional a las notas a pie de página, excelentes instantáneas sociales y culturales que aclaran el contexto en que Roth sacaba del bolsillo la pluma y comenzaba sus artículos desde cualquier elegante sala, cualquier habitación de hotel o cualquier taberna.

Der heilige Trinker. El santo bebedor…


Muchos adultos no logran salir de la pubertad. Son lectores de obscenidades y mirones de cabinas de baño. Su necesidad se agota por completo en la búsqueda eterna de grietas en las paredes y ojos de cerradura. Todos los locales dedicados a la diversión satisfacen alegremente esa necesidad.

jueves, 16 de mayo de 2024

Antigua (II)

Calle de Antigua, Guatemala.

Una mujer camina detrás, con sus fardos a cuestas. Me afano en encontrar el encuadre adecuado, el enfoque perfecto, antes de que llegue a mi altura.

La luz de la mañana, las líneas de perspectiva, el arco sobre el espejo de lluvia… Quiero hacer una foto de los edificios en una calle de Antigua.

Y, como ocurrió la primera vez que compartí el resultado en el blog, me equivoco.

¿Qué son los edificios sino casas?

Casas o templos o torres o palacios o…

Casas.

¿Y qué son las casas sino el hogar de personas? ¿Qué «historia fotográfica» nos cuentan si apenas capturamos su fábrica exterior con la cámara?

¿Sillares, piedras, ladrillos…, sin manos, ojos…, corazón?

Disparo una serie. En la última, la mujer ha entrado ya de espaldas en el objetivo.

Y es la única que no borro. Buena o mala, me da lo mismo.


lunes, 13 de mayo de 2024

El profesor A. Dońda

Portada del libro El profesor A. Donda, de Stanislaw Lem

Título y autor/a:El profesor A. Dońda, de Stanislaw Lem.
Clave de lectura:Anexo al corpus de aventuras del astronauta Ijon Tichy.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:No el mejor Lem, pero es Lem.
Música:Mad Max 3, de Maurice Jarre ♪♪♪

Stanislaw Lem es Stanislaw Lem.

¿Una introducción tautológica? Pues sí. Lo que quiero transmitir es mi fe inconmovible en uno de los mayores escritores que ha tenido nuestro tiempo.

Aunque no el cien por cien de sus obras se enmarquen en la genialidad, no dejan de ser hijas suyas. No dejan de haber nacido de un genio. Y ello les aporta un toque distintivo.

Tenemos un ejemplo en El profesor A. Dońda, libro bastante menor del astronauta Ijon Tichy —Diarios de las estrellas o Congreso de futurología—. Sus apenas noventa páginas en la última edición española se recorren casi a la velocidad de la luz.

Affidavid Dońda, catedrático de svarnética (verificación estocástica de las reglas automatizadas del mal de ojo), proyecta introducir en un ordenador «todos los conjuros, intervenciones mágicas, embrujos, encantamientos y fórmulas chamánicas creados por la humanidad». Le subvenciona Hauwari, gobernante de Gurunduvayu y Hermano Mayor de la Eternidad entre otros títulos y condecoraciones.

Tras dos años de programar no parece que ocurra nada, aparte del descrédito y las burlas por parte de la comunidad científica. Sin embargo, se da cuenta de algo trascendental: descubre que la información tiene masa.

Ergo, si esta aumenta y aumenta, se iniciará una reacción en cadena que…

Las computadoras de todo el mundo se encuentran ya tan abarrotadas que se van a autodestruir. La explosión creará un «cosmosete, un universito requetechiquitín», con sus galaxias, nebulosas y tal.

Como corolario, «cuanto más sepa una civilización, más cerca estará de la ignorancia».

Efectivamente, con los bancos de datos, sistemas económicos, militares, políticos y cualquier asomo de modernidad sumidos en el colapso, Tichy se esfuerza en cincelar la historia sobre tablas de arcilla. ¿De qué manera lo conseguían los babilonios? A él se le da fatal…

Mientras tanto, un gorila que le ha «invitado» a desalojar el búnker donde antes vivía tan bien, rodeado de latas de sopa de cangrejo, se entretiene jugando con granadas, lo que aumenta el nerviosismo de nuestro antihéroe.

El espíritu tragicómico modela el conjunto, como era de esperar. Ese aspecto surrealista presente en la escritura del polaco.

También, salvando las distancias, se percibe algún eco de Memorias encontradas en una bañera, modificando la desaparición del papyr a un soporte digital más contemporáneo.

Y, desde luego, la ironía de que nos demos autobombo como especie racional (Homo Sapiens en lugar de Monstrotratum Furiosum, como nos denominaba la Organización de Planetas Unidos en Diarios de las estrellas). Estamos tan pagados de nuestro papel central en el orden de las cosas…

Qué dura será la caída.


La materia, la energía y la información son tres estados de la masa —me explicó con paciencia—. Se puede convertir una en otra según las reglas de la conservación. Pero todo tiene su precio, así es este mundo. La materia se convierte en energía, la energía y la materia son necesarias para construir la información y la información se puede volver a transformar en ellas de nuevo, pero no de cualquier manera, claro. Por encima de la masa crítica desaparece como barrida por el viento.

jueves, 9 de mayo de 2024

Manifiesto cívico (XIII)

Placa conmemorativa del Holocausto en Auschwitz.

¿Antisemitismo? ¡Jamás!

No le deseo ningún daño a Israel, a la nación, a las gentes que la habitan, a su derecho a existir en paz. Recién conmemorado el Día del recuerdo, shalom.

Pero lo que está mal está mal. El mismo derecho lo tiene cada uno de los inocentes en la diáspora de Palestina.

Israel se encuentra, como otros países democráticos del mundo, preso de grupos de fanáticos que se han aliado para formar gobierno.

Un fanatismo, salvo en la kipá con que se disfraza, indistinguible del islamista, el hindú, el del votante trumpista, el de la sagrada madre Rusia, el de quienes aborrecen un color de piel más oscuro, el que querrían los secesionistas en nuestra propia casa…

Y esos grupos han encontrado su instrumento en un primer ministro cuya memoria para futuras generaciones consistirá en haber ordenado crímenes, se le condene o no ante un tribunal.

Crímenes, sin necesidad de adjetivos. Crímenes desde el principio de los tiempos.

Por ello, quienes saben que una victoria no será una victoria, que la ansiada liberación de los secuestrados no justifica la hecatombe de un pueblo y ningún ser supremo ni nadie con galones puede ordenarles participar en ella…

Continuad manifestándoos. Oponeos. No ha de ser de «Israel» la mano ensangrentada, sino de aquellos de sus hijos, nacidos de mujer y de hombre, que alguna vez también estuvieron indefensos y lo han olvidado.

Ayudad a detener lo que ya resulta irreparable, por lo que sea que consideréis sagrado.

Aquel que salva una vida, es como si salvara un universo entero.


lunes, 6 de mayo de 2024

Un año y tres meses

Portada del libro Un año y tres meses, de Luis García Montero

Título y autor/a:Un año y tres meses, de Luis García Montero.
Clave de lectura:Presencia y ausencia para entender el significado del amor.
Valoración:✮✮✮✩✩
Comentario personal:No me emociona.
Música:Danzas y cantos de la muerte (Serenata), de M. Mussorgski ♪♪♪

Poemario de prestigio y sensación de que se aleja por las vías mientras yo arrastro los pies en el andén. Resulta confuso.

A pesar de mi mejor voluntad y respeto ante la génesis del libro —la muerte de su esposa, Almudena Grandes—, Un año y tres meses de Luis García Montero termina pasando de largo.

¿No me gusta? Tampoco me atrevería a expresarlo así. No por miedo a ser tildado de ignorante o «políticamente incorrecto» frente al aplauso general, sino porque…

Quizá de forma incomparable a ningún otro género, la poesía permite alcanzar una comunión especial con su creador, basada en el puro instinto.

Y la lucidez con que García Montero describe el proceso hacia la pérdida, la pérdida en sí y la revelación de lo que su compañera significó durante el tiempo que estuvieron juntos, se traduce en versos de amor, el sentimiento más universal.

Todo parece confluir entonces para que las emociones que habrán debido de compartir miles de personas al recorrer sus páginas sean experimentadas también por mí.

¡Pero no ocurre! Y aunque intente repetir la lectura, convenciéndome de que podría estar cansado, o sufrir un eclipse momentáneo por cualquier causa, o que no es el día, sin más, y me exhorte a alabar el título…

Sería insincero. No le haría justicia.

El alma del poeta continúa su propio viaje.


El amor es también una luz negociada.
Me das tus sueños al vivir los míos.
Te doy mis sueños tras guardar los tuyos.
Historias que se enlazan como cuerpos.