lunes, 9 de junio de 2025

La vida pequeña

Portada del libro El arte de la fuga, de J.Á. González Sainz

Título y autor/a:La vida pequeña, de J.Á. González Sainz.
Clave de lectura:Colección de pensamientos a raíz de la pandemia.
Valoración:✮✮✩✩✩
Comentario personal:No consigo apreciarlo.
Música:Fuga del Nerone (a 4 voces), de Pablo Queipo de Llano ♪♪♪

Salvo deshonrosas excepciones, creo en las segundas oportunidades literarias.

Es decir, cuando un libro falla en convencerme por el motivo que sea (o soy yo el que le falla a él), no trazo una equis roja sobre el nombre de quien lo firma. No de manera inmediata.

Merece que busque los trazos de su pluma como mínimo otra vez. E incluso una más, si me siento de verdad el culpable.

Así que vuelvo a J.Á. González Sainz, cuyos autodenominados «caprichos o disparates» de Por así decirlo tan poco me gustaron en su momento. Y el desencuentro se repite en La vida pequeña.

No puedo escudarme en razones obvias, de esas que cualquier censor apoyaría («sí, sí, tienes razón, está mal escrito, es pretencioso, gris, resulta aburrido…»). Qué va, goza de muy buena prensa. Lo que entra en juego es la pura subjetividad: el plano mental del autor y el mío no convergen.

González expone la relación entre la persona y el mundo, puesta a prueba en la pandemia de 2020. Le acompañan en sus meditaciones Rilke, Hölderlin, Montaigne o Thoreau. Subtitula el resultado El arte de la fuga.

Cuando termino de leerlo, me siento encallado. Si me dejara dominar por la maldad, diría que habla de vaguedades, que el discurso es demasiado vaporoso y que, a despecho de la metáfora musical propuesta, la fuga, no distingo el punto de reunión hacia el que se dirigen las voces.

Siguiendo con la analogía, a lo que me recuerda es a una rapsodia, en la que no consigo ni entrar ni centrarme, como he señalado. Mala suerte.

Segunda oportunidad, segundo fracaso. Habrá que esperar si a la tercera…


Cambiar, cambiar de ciudad, de horizontes, de casa o trabajo o compañías, cambiar de costumbres y hasta si es posible de actitudes o bien cambiar de lo que sea pero en cualquier caso cambiar se convierte a veces en una verdadera comezón que no nos deja a sol ni a sombra, cuando no en una necesidad lisa y llana.

1 comentario:

Beauséant dijo...

Hay libros buenos o malos, que lo son de una manera objetiva (más o menos, ya me entiendes) y otras veces en las que, sí, no hay un motivo exacto, pero no has logrado conectar. No he leído el libro, pero me diría que casi todo lo que se ha publicado después y sobre la pandemia, han sido un cúmulo de vaguedades. Como notas tomadas deprisa que no se llegan a concretar.

Saludos