lunes, 1 de abril de 2024

Esto no es Bambi

Portada del libro Esto no es Bambi, de David Pérez Vega

Título y autor/a:Esto no es Bambi, de David Pérez Vega.
Clave de lectura:Así que quieres trabajar en William Golding, ¿eh? ¿Tú lo vales?
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Da en la misma diana.
Música:Highway to Hell, de AC/DC ♪♪♪

El éxito y el fracaso son dos impostores, decía Kipling, pero no estábamos preparados para entenderlo entonces. Ni los buenos ni los mediocres.

Para los herederos de abuelos y padres currantes, las moquetas, los trajes, incluso la posibilidad de cruzarse en el pasillo con un nombre habitual de las páginas color salmón, suponían un acicate: ¡más horas, más esfuerzo, más, más! ¡Hay que escalar hasta la cumbre!

Si alguna vez tuviera que escribir memorias sobre las mil cosas absurdas que el espíritu de los tiempos me llevó a contemplar o en las que participé, laboralmente hablando, alrededor del cambio de siglo, ya sé qué título tomaría como inspiración.

Esto no es Bambi, de David Pérez Vega, se ajusta casi como un guante.

Los personajes con el rol de narrador en cada capítulo, lo que nos permite entender sus propios puntos de vista, se reúnen en un training organizado por la firma de auditoría a la que van a prestar servicio —si se demuestran dignos, claro está—. Una de las big five del ramo.

Marta, Carmen, Alfonso, Nerea, Daniel, Javier… Cada uno lleva en la mochila un origen, unos apellidos, un carácter variopinto. Lo que comparten es el sueño de demostrar que el mundo es suyo.

Acólitos del sistema, personas en el lugar equivocado, aquellos que flotan, los dispuestos a humillarse si sirve a sus propósitos de poder humillar en el futuro, los que se rompen en el camino…

Y la vis con que están redactadas sus «aventuras», medio trágicas, medio cómicas, contribuye notablemente a que esta novela se catalogue como un nuevo acierto en la producción del autor.

Un verdadero acierto, doy fe.


En las noticias de las nueve, frente al televisor del salón, puedo indicarles a mis padres qué cifras he contribuido a cambiar de las que da el locutor cuando habla de la junta de accionistas de Modélica. Cuento también alguna anécdota sobre ellas y mis padres agitan la cabeza y sonríen. Me siento muy orgulloso.

No hay comentarios: