viernes, 18 de diciembre de 2009

El muro

Clave de lectura: Encuentro de una mujer consigo misma.
Valoración: Obra maestra ✮✮✮✮✮
Música: Dreamtime, de Toru Takemitsu ♪♪♪
Portada del libro El muro, de Marlen Haushofer.

Imaginad que estáis invitados a la casa de campo de unos amigos. Naturaleza, montañas, aire puro...

Vuestros anfitriones tienen que acercarse una tarde al pueblo y vosotros os quedáis disfrutando de la cabaña. Es un poco raro que a la mañana siguiente aún no hayan regresado, de manera que salís al camino por si acaso hubieran sufrido algún percance.

Y de repente, ¡paf!, choque en toda la frente.

La vía parece expedita, ¿con qué habéis topado? Alargáis la mano y la posáis sobre una superficie invisible pero sólida, que os impide seguir adelante.

Al tacto, vais siguiendo el contorno hasta llegar a las proximidades de un caserío, desde donde distinguís a sus habitantes. Mejor dicho, a quienes fueron sus habitantes. Paralizados, convertidos en piedra. Algo ha acabado con todo vestigio de vida al otro lado.

Así comienza El muro, escrito y publicado por Marlen Haushofer en fecha tan temprana como 1963 (por si acaso alguien se preguntaba a quién se le ocurrió primero la idea de la «cúpula» que aísla a una comunidad, si a Stephen King o a ella).

A lo largo de sus páginas, la protagonista, cuyo nombre nunca sabemos, tendrá que aprender a sobrevivir en el valle donde es la única representante de la especie humana.

O quizá no...

Ordeñar, sembrar patatas, segar y atropar la hierba, aprovisionarse de leña para el invierno, cazar a los animales cuya muerte no ponga en riesgo el equilibrio ecológico... Cada acción supone un mundo para una persona de ciudad, con cuarenta años cumplidos y dos hijas ya adolescentes.

Pero el mayor desafío no es el esfuerzo físico o afrontar la soledad. No, otro descubrimiento, según transcurren los días, la turba aún más.

Llegar a sentirse una desconocida para sí misma.

Darse cuenta de que su existencia anterior, donde cumplía con un rol no elegido, con una expectativa social sujeta a escrutinio, bajo reglas tan reales como la pared que ahora la encierra, le causaba sin saberlo una profunda insatisfacción.

En definitiva, ¿por qué recomendar a esta singular autora? ¿Por qué leerla a ella, entre tantos otros millares de opciones?

Porque escribió una verdadera obra maestra.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querido Mannelig, te diré 4 palabras:

ESTE, ME LO PILLO.

Y eso que acabo de encargar al Círculo (sí, al Círculo, porque hago mis pedidos destrangis y cuando llegan junto con algo de mis padres, no pueden negarse a pagarlo, jaaa!!) 'Sakamura, Corrales y los muertos rientes', de Pablo Tusset, que creo que me va a aportar buenos ratos.

Ya te contaré...

Winnie dijo...

Manneling a mi también me has convencido...Apuntado. Besos y feliz finde

Anónimo dijo...

Una vez más me reservo el libro en mi blibioteca de la casa encendida a la espera de terminar "La maestra de pieno" de Janice Y. K. Lee.
Ya te contaré algo.Un saludo

Lola Mariné dijo...

Tiene una pinta estupenda.
Me lo apunto.
Buen finde.

MONDO FRANKO dijo...

Que bien lo has contado, colega. Me encanto. Será el regalo de navidad para mi hija Luci, sin dudas que le gustan ese tipo de historia y luego lo iremos pasando de mano en mano seguramente. Me lo has vendido. Un abrazo

´´Saray´´ dijo...

Tu reseña me ha dejado con muuuuchas ganas de leer este libro. Tu blog es un ´´peligro´´ con tantas cosas buenas que recomiendas :) y eso que lo acabo de encontrar.
¡Mejor no lo sigo leyendo! jeje es broma.