lunes, 30 de septiembre de 2024

La escritura contra el tiempo

Portada del libro La escritura contra el tiempo, de Miguel Munárriz

Título y autor/a:La escritura contra el tiempo, de Miguel Munárriz.
Clave de lectura:Leer es la clave para escribir.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Un compendio de alegrías.
Música:Moby Dick (There She Blows), de Philip Sainton ♪♪♪

Tras cerrar el libro, lo primero que me viene a la cabeza es una pregunta indiscreta sobre su autor: pero este hombre, ¿cuándo vive?

Quiero decir que cuándo lleva a cabo acciones que para los demás mortales revisten cierta importancia, como beber, comer o dormir. O la más placentera a veces: no hacer nada. Dejar que el tiempo pase.

Porque, a tenor del despliegue de conocimientos en La escritura contra el tiempo, Miguel Munárriz ocupa veinticinco horas al día leyendo. En casa, en el trabajo, en la piscina o en el café. Hasta con ojos estereoscópicos. O eso, o no me lo explico.

No creo exagerar, aunque plasme mi verdosa envidia en tono de broma, ya que en su caso la lectura sobrepasa el ámbito puramente lúdico para convertirse en parte de la profesión. Parece enarbolar una bandera: si quieres convertirte en escritor, antes lee.

Ayer fue miércoles toda la mañana: este verso del poeta Ángel González ocupa también el encabezado. Le sirve a Munárriz para reunir diversos artículos donde comparte impresiones sobre un mundo poco menos que fascinante, el de la creación y los creadores de historias.

Historias que a veces se nos meten tan adentro que casi formamos parte de ellas —y ellas de nosotros—, en las que un personaje, una simple frase, cualquier detalle que se asemeje tan común como inhalar y expeler el aire es en realidad aquello que nos sustenta.

Conviene, aviso, disponer de papel y bolígrafo para ir apuntando todas las referencias que aún no conozcáis y el ardor por hacerlo os devore. A mí, sin ir más lejos, la tinta del bic me ha bajado bastante.

Ardor porque presenta nombres y obras de forma natural, fluida, como el que habla sobre los amigos (¡y en varios casos es así!), pero también apasionada.

Goethe, Gil de Biedma, Poe, Maupassant, Stevenson, Kafka, Kipling, Hemingway, Borges, Cortázar, Rulfo, Lispector, Quiroga…

Kavafis, Buzatti, Vázquez Montalbán, Hornby, Marco Aurelio, Szymborska, Zweig, Atxaga, Salinas, Bioy Casares…

E hila un relato orgánico en el que todos se relacionan con todos y todo tiene que ver con todo. Nos abre los ojos a puentes que jamás se nos habrían ocurrido.

En suma, haceos con un ejemplar. Ya veréis qué compendio de alegrías.


Sobre un pequeño escenario, con un micrófono que se alimentaba de la corriente de un bar cercano, un cartel anunciaba la presencia de Manuel Rivas como maestro de ceremonias y de unos músicos callejeros dispuestos a compartir con el público una muestra de su saber hacer…, y al anochecer del 28 de septiembre de 2000 comenzamos la fiesta. Surgió la palabra y la música y en un momento la plaza se llenó de poesía.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Everything changes

Hace como cien años (es lo que parece que haya transcurrido desde la pandemia), puse en el blog un tema del musical Waitress, donde cantan que cada jornada se parece a la anterior como una copia en papel carbón.

Pero claro, el espectáculo firmado por Sara Bareilles tiene unos cuantos números más. Concedámosle, si queréis, unos minutos de viernes.

Aquí va esta otra opción, porque, en realidad…

De un día a otro cualquier cosa puede cambiar.

Everything changes,
what I thought was so permanent fades,
in the blink of an eye, there's a new life in front of my face.

lunes, 23 de septiembre de 2024

Antes del diluvio

Portada del libro Antes del diluvio, de Otto Friedrich

Título y autor/a:Antes del diluvio, de Otto Friedrich.
Clave de lectura:El Berlín de entreguerras, espejo del mundo.
Valoración:✮✮✮✮✮
Comentario personal:Merece resurgir de las cenizas, es un libro buenísimo.
Música:Pierrot Lunaire (VIII.Die Nacht), de Arnold Schönberg ♪♪♪

Cuando intento averiguar algo más sobre el libro que traigo hoy al blog, Antes del diluvio, de Otto Friedrich, encuentro escasas referencias. Lo cual me asombra.

Porque está tan bien escrito, captura tanto el deseo de continuidad lectora al combinar técnicas narrativas propias de la novela, la investigación histórica y el reportaje periodístico, que debo concederle un reconocimiento.

Pongámonos en contexto: Berlín, Alemania, Europa. 1918 a 1939.

Quizá la intención original fuera hacer «una semblanza del Berlín de los años veinte», de acuerdo con el subtítulo: la ciudad que una vez simbolizó el orden prusiano, convertida en la nueva Babilonia.

Pero lo que consigue es trasladarnos a un escenario más amplio, a una época como pocas para entender que de la mayor crisis puede levantarse la mayor esperanza… o la mayor disolución del espíritu humano.

O ambas a la vez.

Editor del Saturday Evening Post, así como articulista de la revista Time, Friedrich fue un estadounidense de raíces germanas, como su nombre sugiere (su padre, Carl Joachim, nacido en Leipzig, se convirtió en un influyente estudioso de las amenazas totalitarias a la democracia).

El volumen comienza con un káiser que abdica, un frente roto, columnas de soldados que regresan a casa, oficiales sin escrúpulos, conspiradores que desean mantener sus privilegios y masas populares que, acostumbradas a la obediencia, se debaten entre la revolución y la angustia.

Todos van a confluir en una capital que pronto verá sus adoquines teñidos de un color terroso. Socialistas, conservadores, espartaquistas, el Freikorps

Hay nombres que enseguida conocemos, destacados en cualquier ámbito de la política, el arte, la literatura, la música o la ciencia.

Rosa Luxemburgo camina por estas páginas. Ebert y Rathenau. Ludendorff y Hindenburg. Y también Planck y Einstein. Y Gropius, Mies van der Rohe, Lubitsch, Dietrich, Brecht, Zweig… Muchos, muchos más.

Piatigorsky arrastra su violonchelo, huyendo de la Rusia bolchevique. Toca el Pierrot Lunaire de Schönberg en un café, donde le descubre Furtwängler.

Serkin quiere estudiar piano con Busoni, ya muy enfermo. Schnabel prepara la primera grabación integral de las sonatas de Beethoven. Menuhin da un concierto con la Filarmónica a sus doce años. Apogeo del cabaré.

Los firmantes de la Constitución de Weimar lo intentan, pero sus manos están sujetas con grilletes. El Tratado de Versalles es duro, la hambruna golpea a orgullosos y débiles.

Un antiguo cabo aglutina almas bajo la maldad de su bandera. Envía a su mano derecha, un hombre que años más tarde preguntará a gritos en el Reichstag si los alemanes quieren la guerra total, a dirigir su movimiento y verter invectivas en el Berliner Arbeiter Zeitung.

Lo amoral se convierte en lo cotidiano.

Y nuestros ojos se adentran en un mundo de donde no pueden despegarse, mesmérico, atrapados por los sombríos resplandores de su fuego fatuo.

Buscad, buscad, hacedme caso. Tras esas llamas, Antes del diluvio merece resurgir de las cenizas.


En su frenesí, la gente pagaba millones e incluso miles de millones de marcos por relojes de cuco o zapatos inservibles, es decir, cualquier artículo que se prestara al trueque. El famoso director Bruno Walter tenía que suspender sus ensayos a mitad de una sinfonía para participar en la cotidiana estampida del mediodía.

jueves, 19 de septiembre de 2024

Pimiango (XXIII)

Muro representativo de Pimiango

Bernardo Atxaga, Ricardo Menéndez Salmón, Jordi Sierra i Fabra, Ana Merino, Ángela Segovia, Antonio Orejudo…

¡Sí! ¡Tengo que acudir a la llamada!

Porque este año, el Encuentro de escritores y críticos de las letras españolas en Verines (cuarenta años de creación y diálogo) abre sus sesiones en…

¡Increíble, La Librería de Pimiango! No puedo perder la ocasión de colarme, a ver con quién puedo charlar luego un rato.

Hay filas de botellas bordelesas con néctar rojo, hay pan de pasas recién horneado, hay milhojas de postre…


lunes, 16 de septiembre de 2024

El naufragio de las civilizaciones

Portada del libro El naufragio de las civilizaciones, de Amin Maalouf

Título y autor/a:El naufragio de las civilizaciones, de Amin Maalouf.
Clave de lectura:¿Por qué se precipitan algunas comunidades en el fracaso?
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Recomiendo leer este ensayo.
Música:Ya walidata-l-ilah, de sor Marie Keyrouz ♪♪♪

Amin Maalouf nació y se educó en un microcosmos que llama «Levante», hijo de muchas culturas con ascensos y caídas. Aunque su último siglo solo parece entender de conflictos.

¿Por qué razón comunidades con bazas para avanzar en la integración, el progreso, la convivencia…, se abocan al fracaso social y político?

El naufragio de las civilizaciones rellena, a través de experiencias propias del autor y su familia, lagunas a las que textos de historia generalista no dan importancia.

Así, en Un paraíso en llamas la tierra del Nilo se ve sumergida en un creciente descontento poscolonial que lleva al poder al coronel Nasser. Euforia para muchos, expulsión para otros.

Aún queda el Líbano cosmopolita: ¿podrá mantenerse en buenas relaciones con la República Árabe Unida que nace a dentelladas entre El Cairo y Damasco? ¿Prevalecerán los intereses de una facción, un clan, un determinado grupo religioso?

Los pueblos que zozobran nos habla de los movimientos de inspiración marxista, que lo prometen todo. Y de sunitas y chiitas, y el islamismo en germen que eclosiona con la inesperada derrota ante Israel.

El país de los cedros, anteriormente comparado con Suiza, empieza a sacudirse hasta el paroxismo.

Pero El año del gran vuelco no llega, a su juicio, hasta 1979. Jomeini, Thatcher, Reagan, Deng Xiaoping… Irán, Irak, Afganistán…

El resultado se muestra en Un mundo en descomposición, donde cada vez existen menos factores que muevan a unirse a las personas. Y se trata de un fenómeno global, que afecta incluso a Europa.

Aun sabiendo que apenas servirá para aligerar el lodo sobre nuestras aturdidas conciencias, recomiendo leer este ensayo.


De ahí me viene la inmensa frustración que siento hoy cuando pienso en el destino de mi continente adoptivo. Se creó la Unión, por supuesto, creció y supone un progreso inmenso respecto a la época anterior. Pero es un edificio frágil, inconcluso, híbrido y que ahora mismo se tambalea.

martes, 10 de septiembre de 2024

De Tales a Newton

Portada del libro De Tales a Newton, de Juan Meléndez Sánchez

Título y autor/a:De Tales a Newton, de Juan Meléndez Sánchez.
Clave de lectura:Historia y aplicación de la ciencia y el método científico.
Valoración:✮✮✮✮✩
Comentario personal:Bienvenidos sean su intención y su texto.
Música:Teorema de Tales, de Les Luthiers ♪♪♪

De Mileto a Woolsthorpe-by-Colsterworth. Del sol mediterráneo a las nieblas del Mar del Norte. De caerte en un pozo por ir mirando las estrellas a caerte una manzana en la cabeza.

De la búsqueda de las causas y consecuencias a lo mismo. De Tales a Newton.

Juan Meléndez Sánchez —cuyo interesante blog, por cierto, inspira el título de su libro—, nos muestra qué es —y qué no es— la ciencia. Atiende a la raíz original: el logos.

Para ilustrar el relato, comienza en una ciudad griega donde alguien de quien solo tenemos noticia a través de terceros como Anaximandro o Aristóteles alzó un día la vista y pensó... ¡Aaaaaaaaaaah...!

Bueno, primero se remojó las barbas en el fondo del pozo, de acuerdo con la anécdota que le atribuyen de no poner sus ojos donde debía. Después pensó que las cosas ocurren no porque a Zeus le plazca, sino que siguen unas reglas por encima de dioses y hombres.

Han de ser observadas, descritas, objeto de comprobación y relacionadas: Tales, el del teorema.

Continúa con otros señores de natural curioso: Aristarco, Copérnico, Galileo, Kepler...

Y desemboca en el inglés de la fruta, la gravitación, la luz, el cálculo infinitesimal —con permiso de Leibniz— y un etcétera en la lista que se queda corto: sir Isaac Newton.

Sin hacer hincapié tanto en los datos biográficos —aunque contextualice obras y descubrimientos con las circunstancias de sus vidas— como en la manera común de razonar.

Sugiriendo al lector que desaprenda lo estudiado desde niño bajo el argumento de autoridad —la Tierra es esférica, se mueve, otros cuerpos celestes influyen sobre ella...— y se ponga en las alpargatas o zapatos de los pioneros que no lo sabían.

Con las herramientas metodológicas adecuadas, razonemos por tanto y veamos si somos capaces de llegar a iguales conclusiones.

Scientia potentia est. Bienvenidos sean su intención y su texto.


Hemos llegado a la idea de la gravitación universal: todos los objetos se atraen mutuamente con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa (la constante G de proporcionalidad, igual para todos los cuerpos, es la «constante de gravitación universal»).

lunes, 2 de septiembre de 2024

Pimiango (XXII)

El pendón de Carlos V ondea en Pimiango.

¡Dad albricias! ¡Bailad la pavana, la gallarda y el pericote!

¡Carlos V de nuevo en Pimiango! ¡Con su hermana Leonor!

Leva el ancla en Flesinga, llega a Tazones a bordo del Engelen (unos dicen que las tormentas, otros que mejor desembarcar de extranjis, a ver cómo anda la política local) y pregunta: ¿ahora por dónde?

Y le responden: por Pimiango. Tire vuestra merced por Pimiango, archiduque de Austria, duque de Borgoña, conde del Rosellón, de Flandes, del Tirol, futuro rey de romanos, de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de las islas y tierra firme del Mar Océano… Tire, tire.

Así que este año se ha vuelto a montar: desfile, alabarderos en el Palacio, cena en la bolera, rapsodas, marionetas, metal, percusión (los grandes éxitos de Tielman Susato, aunque yo siempre refunfuñe que el Danserye es del 51, no del 17), maestro de esgrima para explicar las diferencias entre cazoletas y gavilanes…

Pendones de águilas, félidos, torres, cadenas, frutas, lises, barras listadas hacia aquí y hacia allá…

Y todo el mundo de punta en blanco: calzas, coseletes, jubones abullonados, sayos, velloríes, gualdrapas… Hasta mi primo con mitra de obispo, no digo más.

¡Hip, hip! ¡Bulas!