Valoración: Bueno ✮✮✮✮✩
Música: Vals «Sangre vienesa», de Johann Strauss hijo ♪♪♪
Lo primero que pensé, tras leer las primeras páginas de Miedo, fue que a lo mejor el argumento se había quedado desfasado.
Ambiente vienés fin de siècle, en el que una dama de buena posición se ve sorprendida por otra mujer que la acusa mientras visita a su amante.
El temor al escándalo social si la aventura se hiciera pública.
Pues eso, quizá algo pegado a su época como para apreciarlo hoy en día. Craso prejuicio por mi parte.
Porque la situación deriva hacia una angustia que no entiende de épocas, que crece en el interior de la protagonista, agotándola, cambiándola física y mentalmente hasta abrir profundos surcos en su vida.
De repente, la idea de que aquella persona hubiera sido su amante le parecía absurda, inverosímil. No lograba recordar nada, ni el color de sus ojos, ni la forma de su rostro; ya ni siquiera era capaz de evocar el tacto de sus caricias o el sonido de sus palabras.
¿Es el joven pianista apasionado el hombre a quien de verdad desea o apenas una excusa? ¿Merece o no la pena sacrificar esa pasión a cambio de una existencia acomodada junto a su amable marido y sus hijos? ¿Podrá el chantaje de su rival, que la persigue implacablemente, conducirla a... a...?
Por algo tiene Stefan Zweig ganado su renombre.