domingo, 24 de septiembre de 2017

Otoño

Hola amarilla sobre un suelo de lluvia.

Una foto de otoño que saqué...

En verano.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Pimiango (III)

Flores bajo la lluvia a través del cristal.

En Pimiango llueve.

Y cuando llueve..., llueve.

Sin madreñas ni escarpines, no queda otra que esperar, mirando por la ventana, a que escampe.

martes, 12 de septiembre de 2017

El Discurso de Gettysburg y otros escritos sobre la Unión

Clave de lectura: Discursos tan vigentes en el siglo XXI como en el XIX.
Valoración: ✮✮✮✮✩
Comentario personal: Lo tengo en gran estima.
Música: Battle Hymn of the Republic, de Joan Baez ♪♪♪
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Portada del libro El Discurso de Gettysburg.

Tengo en gran estima este libro de un señor que se llamaba Abraham Lincoln: El Discurso de Gettysburg y otros escritos sobre la Unión.

Donde el más famoso podrá ser el de Gettysburg, sin duda. Hasta sale en el título que los compila. O la misma Proclama de emancipación.

Pero mi favorito es el de inauguración de su primer mandato como presidente, en el que Abe declara que cumplirá y hará cumplir las leyes de la República.

Incluidas aquellas que los diferentes Estados federales proclamen en sus ámbitos de competencia, aunque él pudiera personalmente no estar de acuerdo (como sería el caso de la esclavitud).

Pero en ese mismo discurso les recuerda a los Estados del sur cuáles son las piedras angulares de la democracia sobre las que existe dicha República.

Les recuerda que no, no pueden elegir separarse de la Unión. Su carácter es inquebrantable.

Y se lo argumenta.

Afirmo que, a la vista de la ley universal y de la Constitución, la Unión de estos Estados es perpetua. La perpetuidad está implícita, si no es expresa, en la ley fundamental de todos los gobiernos nacionales. Es seguro afirmar que ningún gobierno en sentido estricto ha incluido una disposición en su ley orgánica para su propia terminación.

Con tanta transparencia que parece haber sido escrito hoy mismo.

Para volver a leerlo en el siglo XXI.


jueves, 7 de septiembre de 2017

Manifiesto cívico

Estatua de la justicia.

Hoy voy a cambiar el tono habitual de la bitácora, más o menos relajado, sobre libros, músicas y demás entretenimientos.

Hoy voy a ponerme serio.

Hay aspectos de la vida pública, de la sociedad en la que vivo, de la que formo parte y, por lo tanto, cuyo bienestar me importa, que sobrepasan los términos del puro debate político.

Hay nacionalistas en Cataluña que, a tenor de sus objetivos y medios con los que pretenden alcanzarlos, merecen cambiar una letra de su denominación genérica. Pasar de la «c» a la «z».

Y no lo digo en caliente, porque esa palabra suele aplicarse de una forma muy burda, distorsionando su significado histórico. Incluso como insulto cuando escasean los argumentos racionales ante un pensamiento contrario.

No, si acuso a alguien de nazionalista lo hago, creo, con conocimiento de causa. Tras un proceso autocrítico. Porque sé cómo una vez alcanzaron el poder sus antepasados en un gran país. Y cómo lo aplicaron.

Cómo lo imposible terminó ocurriendo y delirios aberrantes agarraron a muchos millones por el cuello, mientras se quedaban silenciosos.

Su mensaje vuelve a ser el mismo. Pura demencia.

Así que, ante el intento moderno de subvertir la democracia, ese conjunto de equilibrios que nos hemos dado en España como norma básica, y que nuevos delirios puedan alzarse en su lugar…

Pues eso, que ha llegado el momento de ponerse serios.

martes, 5 de septiembre de 2017

La espada rota

Clave de lectura: No todas las criaturas que moran entre nosotros se muestran a los ojos.
Valoración: ✮✮✮✮✩
Comentario personal: No te vas a aburrir.
Música: El cristal oscuro, de Trevor Jones ♪♪♪
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Portada del libro La espada rota, de Poul Anderson.

En La espada rota, de Poul Anderson, sale la Inglaterra dominada por vikingos como Orm el Fuerte.

Y salen su mujer Aelfrida y el hijo recién nacido de ambos, Valgard.

Y enseguida Imric, conde de los elfos de Britania, lo cambia por su doble Skafloc, engendrado por él mismo con su prisionera Gora, que es descendiente del rey Illrede de los trolls.

Va bien, ¿eh?

Y ahora Valgard es Skafloc y Skafloc es Valgard.

Y cuando crecen y se convierten en guerreros, pasa de todo: batallas, magia, traición, irrefrenables pasiones (¡ay, la hermosa y prohibida Freda!).

Las frías y astutas hembras de los elfos tenían muchos poderes; pero, quizá debido a que siempre habían mantenido cerrados sus corazones, jamás habían podido arrebatarle el suyo. Freda…

Y salen enanos, brujas, goblins, shen, oni, gigantes… Aparte de los Sídh de Irlanda, claro. Para verlos, los humanos sólo han de tener la vista encantada.

Y entre sombras, aquí y allá, sale alguien con un solo ojo, sombrero de ala ancha y un sospechoso parecido a Odín.

Y los pedazos de una espada maldita, destinada a Skafloc, parecen ser claves en la guerra eterna entre los Ases y los Jötuns, en espera del fin del mundo.

Ya te digo yo que, aburrirte, no te vas a aburrir.